sábado, 18 de junio de 2011

Wagner En La Nestor

El candidato a intendente por el frente "Santa Fe Para Todos" participó de la última reunión de la agrupación, para charlar y discutir tanto sus propuestas como su próxima estrategia de campaña. Lo recibimos en un clima de cordialidad y dejamos clara nuestra intención de apoyarlo en lo que sea necesario para que el peronismo recupere la ciudad.






viernes, 17 de junio de 2011

Hebe, La Compañera


Por Victor Heredia

Ochenta y tres años tiene la compañera, la madre que perdió a dos de sus hijos y a su nuera a manos de la intemperancia política, de los duros, los mesiánicos, los adalides de las asonadas, porque no fue sólo de los militares la dictadura que nos rompió el corazón a todos los argentinos. Hubo otros cómplices que callaron a sabiendas, otros que impulsaron la matanza a favor de oscuros intereses y otros que por inocencia y desinformación ignoraron lo que sucedía, pero los que nunca serán juzgados son aquellos que intuían que algo pasaba y prefirieron quedarse quietos, ignorando los gritos indubitables de los torturados y la agonía de los arrojados al mar, de las embarazadas asesinadas después de su maternidad.
La compañera, junto con otros compañeros y compañeras, salió a la Plaza de Mayo a gritarnos en el rostro que había que unirse para tratar de rescatar a los secuestrados y juzgar a torturadores y asesinos. Esa mujer sencilla, común como mi propia madre, apenas leída y de lengua rápida y popular nos mostró el camino a todos, a los pusilánimes y a los indecisos, a los distraídos y a los inconscientes de toda conciencia ciudadana, humana y solidaria. No tuvo empacho en negar la dádiva del estado: doscientos cincuenta mil dólares por cada hijo asesinado. Es decir que se negó a recibir 750.000 dólares, si incluimos a su nuera, porque consideraba que con la sangre derramada no se negociaba, otros no pudieron resistir la tentación, pero Hebe es así de taxativa con su ideología y su dolor. Esa misma Hebe borró el nombre de los suyos del pañuelo, para indicar que luchaba por los hijos de todos.
Hoy no entiendo la postura de quienes fueron sus compañeros de ruta tanto tiempo y, aunque acepte y comprenda diferencias y desacuerdos que no vale la pena enunciar aquí, debo decir que entre todos, poco tiempo atrás, siempre tratamos de zanjar esas instancias, porque está claro que el camino hacia la verdad es difícil y está plagado de trampas, engaños, zancadillas y somos conscientes de ser falibles, podemos equivocarnos en los análisis y en las propuestas y aprendimos por experiencia a sacar fuerzas en conjunto, para ayudar a esclarecer al equivocado, para levantar al caído y no exponerlo a los buitres, mucho menos aceptar que se lo inculpara gratuitamente, lo que no quiere decir tergiversar, tapar, ocultar sino defender la verdad, sobre todo cuando la acusación pretende poner en tela de juicio la lucha por los derechos humanos en todo su conjunto. Eso suelen hacer los verdaderos camaradas, los compañeros. Todo ello nos hizo mejores cada día, más sensibles, abiertos, capaces de manejar inteligentemente las pocas oportunidades que brinda esta terrible realidad, el cerrado egoísmo del sistema, para avanzar en el proyecto común, popular y colectivo.
Hoy lamento decir que algo nos pasa, algo doloroso, incomprensible, pero también absolutamente peligroso para todo lo avanzado cuando no defendemos abiertamente, desde organismos similares, a quien sólo trató de seguir los pasos que le marcaba la sangre derramada de sus hijos: ser útil al prójimo, ayudar haciendo casas para los más humildes, hospitales, salas materno-infantiles, escuelas, guarderías y fue, así parece indicarlo todo, claramente estafada en su maravilloso y humanitario intento.
Hebe va a salir airosa de esto porque sencillamente es inocente por amor, por dar segundas oportunidades a quienes evidentemente no lo merecían, por madraza testaruda, por confiada y crédula, su único y criticable error. Me pregunto si los que se solazan con su equivocación o tratan de ponerse a salvo marcando distancias en lugar de cerrar filas ante el evidente ataque a una institución que es símbolo entrañable de toda una época, podrán sentirse igual de inocentes en el futuro, o por el contrario tendrán que golpearse el pecho arrepentidos desde la vereda de enfrente, que es exactamente donde parecen dirigirse ahora.

jueves, 16 de junio de 2011

La Última Esperanza Blanca



La inminente candidatura presidencial del gobernador socialista será el paraguas de fuerzas distritales competitivas en su terruño pero hasta ahora huérfanas de referencia nacional. El perfil de un socialista moderado que le complica el panorama electoral al radicoloradismo de Alfonsín Jr y le brinda otra alternativa al establishment. ZOOM lo anticipó hace tres años.
Rafaela, la ciudad donde un 5 de junio de hace 68 años nació Hermes Binner, es conocida como “La Perla del Oeste” en la provincia de Santa Fe. Fue un pueblo de gringos pujantes y hoy es una ciudad de una economía de privilegio, donde han prosperado las principales empresas de la región. A ese sitio llegaron piamonteses y suizos alemanes a hacer “la América”. El abuelo de Hermes era de estos últimos. La idea del progreso para “la gringada” está siempre relacionada a un porvenir mejor para sus herederos. Por eso, después de mucho sacrificio, ellos quieren que sus hijos estudien en la ciudad. O sea, en Santa Fe o en Rosario.
Rafaela, además, tras el desarrollo de esos forasteros testarudos y merced a las bonanzas de su suelo, fue edificando una sociedad conservadora, poca dispuesta a los cambios profundos, casi siempre latiendo según los vaivenes del campo. O sea, en lugares como Rafaela, no hay mucho margen para ser socialista. O, en todo caso, se puede ser socialista moderado, aunque estos términos sean antagónicos. Hijo dilecto de Rafaela, Hermes Juan Binner cumplió se fue a estudiar medicina a Rosario y se hizo socialista; pero moderado.
En la cosmopolita Rosario, al sur de la provincia, donde las ínfulas de porteñidad se fundan en una pujanza desde el origen, Hermes Binner creció en la militancia universitaria, fue funcionario de los primeros gobiernos socialistas de la ciudad y puede decir con jactancia que es el que con justo derecho le quitó el mote de “Capital del Peronismo” a la segunda ciudad argentina. Por un lado, porque es absolutamente cierto, y por otro porque a los socialistas siempre les gusta jactarse si despojan de algo al peronismo.
Es que Binner se estrenó como funcionario público allá por 1989, cuando sus socios provinciales, los radicales, habían sumido al país en una profunda hiper inflación y él procuraba “garantizar la salud a todos los rosarinos”. Hasta sus opositores más férreos le reconocen que lo hizo. De allí saltó al Concejo Deliberante en 1993 y dos años más tarde ganó la intendencia de “
la Chicago argentina”. Después de un segundo mandato, en 2003 llegó a la Cámara de Diputados de la Nación y luego se probó en ligas mayores: aspiró a la gobernación y perdió con Jorge Obeid. Fue el mayor elector pero la Ley de Lemas –por entonces vigente- lo privó de llegar al sillón de la Casa Gris. Sin embargo, la paciencia suiza tuvo su premio: cuatro años después cumplió con su cometido. Como en Rosario, sacó al peronismo del gobierno.
Puesto en las antípodas de Reutemann por la prensa vernácula, si se ahonda en gestos y procederes, acaso estemos ante personalidades parecidas. Como el ex piloto, comparten el origen de abuelos de un mismo cantón suizo, la mirada pétrea y las palabras justas, que uno nunca termina por saber si son por prudencia o porque carecen de esa herramienta. Como el ex piloto, tiene buenas relaciones con las corporaciones agropecuarias y supo manejar la relación con esa prensa que los presenta como distintos, con políticas de comunicación pública bastante similares.
Para acceder al gobierno de Santa Fe, Binner se alió con el radicalismo que había puesto sus funcionarios en el gobierno de
la Alianza, con el Partido Demócrata Progresista, histórico colaboracionista de la dictadura; con la Coalición Cívica de una ya poco seria Elisa Carrió, entre otras fuerzas de menor poder electoral pero de igual convicción: el acuerdo de mínima era terminar con el peronismo. El límite, para un socialista de fuste, parece estar siempre allí. Pueden acordar con diversos sectores, pero jamás donde se pudieran confundir con los que llevan los dedos en “V”.
Con el camino allanado por las pésimas administraciones anteriores, con una foto en el bolsillo del militante Pocho Lepratti asesinado por la policía de Reutemann y con la esperanza de que el viejo partido de la rosa llegaría para poner fin a 24 años de gobiernos justicialistas que le hacían poco honor a su partido, la provincia esperó con ansias el contundente triunfo del médico anestesista que había llegado lejos desde que partió un día de su Rafaela natal.
Ya en el poder, Binner se mostró con ambigüedades que han quedado siempre a buen resguardo por la relación con la prensa, que por poco lo convirtió en un intocable. Llevó adelante políticas públicas verdaderamente progresistas en educación y cultura, área al que elevó a rango ministerial, pero convivió con dudas suizas en obras públicas, incrementó notoriamente la planta de empleados públicos, acusado de favorecer a militantes o familiares y, –en lo que fue un caballito de batalla de su campaña- en el favorecimiento a algunos amigos del gobierno para trabajos que no siempre terminaron bien; o que no siempre terminaron. Por ejemplo, la concesión del peaje de
la Autopista que une Rosario con Santa Fe, las dos ciudades más importantes de la provincia. Después de un escándalo, fue adjudicada a la misma empresa que gozaba de prestar un mal servicio, con un alto costo para el usuario y con una prórroga sospechosa que jamás se aclaró como fue conseguida. Además, la obra pública en general casi siempre fue una maqueta a concretar, llegando al caso de anunciar obras que no llegaron a inaugurarse.
En síntesis, se podría afirmar que el gobierno de Hermes Binner fue un gobierno pocas veces dispuesto a ir al hueso de los problemas. Con el argumento de la falta de mayoría en el Senado, el socialismo llevó adelante una gestión edulcorada, que repitió vicios de sus antecesores. La relación de fondo con las patronales agropecuarias (Binner puso más de 4 millones de pesos en
la Expoagro de Clarín), los vínculos con la Iglesia y la incapacidad para propiciar el Juicio Político a la Corte provincial, plagada de cortesanos de Reutemann, lo convirtieron en “más de lo mismo”, en una provincia esperanzada en cambios más estructurales.
Claro que para medirlo, habrá que ver la vara que se utiliza. Con buen tino, el binnerismo repite que no puede cambiar en pocos años lo que se destruyó en muchos. Acaso en la provincia, la comparación sirva. Pero en
la Nación no cuenta. Si Binner aspira a quedarse como actor de la política provincial, es probable que le alcance con marcar algunas diferencias de su gobierno con los que lo antecedieron. Aquí saldrá ganador. Pero si se compara con la nación, donde pretende convertirse en presidenciable, es factible que pierda por paliza si emplea la regla que más le gusta: la de medir con el remanido discurso de la institucionalidad y el consenso.
Cuatro años después de llegar a
la Casa Gris, es factible que Hermes Juan Binner quiera desembarcar en Balcarce 50. El intento será con una coalición de partidos presuntamente de centro izquierda, que tienen un límite claro: con el peronismo nada. Habrá que tener cuidado. Irá con la foto de Pocho Lepratti, con el gesto medido y el apoyo del monopolio comunicacional. Si preguntan por aquí, podremos decirles que los que asesinaron a Pocho siguen sueltos, que el gesto medido agobia donde es preciso la transformación y que el monopolio no atacará a quien le subsidia la Expo Agro y le dio -sin que medie licitación- la impresión de las boletas para las elecciones recientes.

9 de junio de 2011 Revista Zoom, Por Claudio Cherep

miércoles, 15 de junio de 2011

Carta del General Valle a Aramburu Antes de Ser Fusilado

 
Buenos Aires, 12 de junio de 1956

Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi Patria la declaración fidedigna de los acontecimientos. Declaro que un grupo de marinos y militares, movidos por ustedes mismos, son los únicos responsables de lo acaecido. Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o perversidad para adivinar la treta. Así se explica que nos esperaran en los cuarteles, apuntándonos con las ametralladoras, que avanzaran los tanques de ustedes aun antes de estallar el movimiento, que capitanearan tropas de represión algunos oficiales comprometidos en nuestra revolución. Con fusilarme a mi bastaba. Pero no, han querido ustedes escarmentar al pueblo, cobrarse la impopularidad confesada por el mismo Rojas, vengarse de los sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones, desvirtuadas al día siguiente en solicitadas de los diarios y desahogar una vez mas su odio al pueblo. De aquí esta inconcebible y monstruosa ola de asesinatos.
Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija a través de sus lágrimas verán en mi un idealista sacrificado por la causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta ellas verán asomárseles por los ojos sus almas de asesinos. Y si les sonríen o les besan será para disimular el terror que les causan. Aunque vivan cien años sus víctimas les seguirán a cualquier rincón del mundo donde pretendan esconderse. Vivirán ustedes, sus mujeres y sus hijos, bajo el terror constante de ser asesinados.
Porque ningún derecho, ni natural ni divino, justificará jamás tantas ejecuciones.
La palabra "monstruos" brota incontenida de cada argentino a cada paso que da.
Conservo toda mi serenidad ante la muerte. Nuestro fracaso material es un gran triunfo moral. Nuestro levantamiento es una expresión más de la indignación incontenible de la inmensa mayoría del pueblo argentino esclavizado. Dirán de nuestro movimiento que era totalitario o comunista y que programábamos matanzas en masa. Mienten. Nuestra proclama radial comenzó por exigir respeto a las Instituciones y templos y personas. En las guarniciones tomadas no sacrificamos un solo hombre de ustedes. Y hubiéramos procedido con todo rigor contra quien atentara contra la vida de Rojas, de Bengoa, de quien fuera. Porque no tenemos alma de verdugos, sólo buscábamos la justicia y la libertad del 95 por ciento de los argentinos, amordazados, sin prensa, sin partido político, sin garantías constitucionales, sin derecho obrero, sin nada. No defendemos la causa de ningún hombre ni de ningún partido.
Es asombroso que ustedes, los más beneficiados por el régimen depuesto, y sus más fervorosos aduladores, hagan gala ahora de una crueldad como no hay memoria. Nosotros defendemos al pueblo, al que ustedes le están imponiendo el libertinaje de una minoría oligárquica, en pugna con la verdadera libertad de la mayoría, y un liberalismo rancio y laico en contra de las tradiciones de nuestro país. Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos la dicta el odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como tienen ustedes los días contados, para librarse del propio terror, siembran terror. Pero inútilmente. Por este método solo han logrado hacerse aborrecer aquí y en el extranjero. Pero no taparán con mentiras la dramática realidad argentina por más que tengan toda la prensa del país alineada al servicio de ustedes.
Como cristiano me presento ante Dios que murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos, y como argentino derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad de todos no sólo de minorías privilegiadas. Espero que el pueblo conocerá un día esta carta y la proclama revolucionaria en las que quedan nuestros ideales en forma intergiversable. Así como nadie podrá ser embaucado por el cúmulo de mentiras contradictorias y ridículas con que el gobierno trata de cohonestar esta ola de matanzas y lavarse las manos sucias en sangre. Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos.
Viva la Patria.

lunes, 13 de junio de 2011

8 Años Después...

 
 
Por Claudio Scaletta

Normalmente los historiadores de la economía local reconocen, a partir de la consolidación del Estado Nacional, tres grandes patrones de acumulación, etapas o modelos de crecimiento. El agroexportador; tras la salida de la economía colonial y que entra en crisis a partir de las grandes conflagraciones del siglo pasado, un intermezzo de industrialización sustitutiva de importaciones (ISI) y, a partir de mediados de los ’70 y hasta la gran crisis de 2001-2002, una etapa de valorización financiera y endeudamiento. Una de las discusiones inevitables a partir de la administración iniciada en 2003 fue la pregunta por la naturaleza del nuevo patrón de crecimiento. Sin dudas se había quebrado el ciclo de valorización financiera, pero no estaba claro si existía o no alguna forma de improbable regreso a la ISI. La nueva realidad mostraba que el grueso de las empresas públicas no existía más, que el sistema previsional estaba en manos del sector financiero a través de las AFJP y, que además, el endeudamiento público era gigantesco y con el agregado de la cesación de pagos. El mundo también había cambiado, la globalización era una realidad palpable, la propiedad de las empresas era otra y el comercio intraindustrial dentro del Mercosur reconfiguraba el panorama.
Ocho años después la realidad es completamente diferente. Un estudio difundido esta semana por Cifra-CTA deja entrever una respuesta, desde los números, a la pregunta por el nuevo “patrón de crecimiento” del período 2002-2010. El primer dato incontrastable es el crecimiento, con tasas “extraordinariamente elevadas” en términos históricos y holgadamente por encima del resto de Latinoamérica. Mientras entre 1993 y 2001 el PIB creció a una tasa anual acumulativa del 1,4 por ciento, entre 2003 y 2010 lo hizo al 7,8. El resultado fue que el PIB por habitante saltó un 46 por ciento en el período, tasa que se reduce al 23,9 si la medición se realiza en dólares.
El debate comienza cuando se trata de explicar las causas y la naturaleza de este crecimiento. Aparecen entonces los primeros mitos. El más conocido es el del “viento de cola” de los precios de las commodities. Si se observa la contribución al crecimiento de cada uno de los componentes del Producto, se tiene que, frente a una expansión del PIB del 7,8 por ciento anual, la Inversión Interna Bruta Fija crece al 17,5 por ciento anual, las exportaciones al 6,5, el consumo privado al 6,8 y el público al 7,4 por ciento. La primera conclusión es que todos los componentes de la demanda, salvo la inversión, crecen menos que el conjunto de la economía. Si se observa la contribución al crecimiento del período 2002-2010 de cada uno de estos componentes, el consumo privado explica el 51,8 por ciento, la inversión el 30,4 y las exportaciones sólo el 9,4, valor que desploma el mito del “viento de cola”.
Una segunda cuestión es la composición del crecimiento. A diferencia de la década del ’90 la expansión fue “traccionada” por los sectores productores de bienes en general y de la industria manufacturera en particular; la que registró una tasa de crecimiento anual acumulativa del 8,1 por ciento. Otra vez, conviene ver a las actividades por su contribución al crecimiento del período. Entre 2002 y 2010, las manufacturas explican el 58 por ciento de la expansión, la construcción el 28 y el agro el 10 por ciento, lo que derriba un segundo mito discursivo del crecimiento liderado por el agro y su increíble efecto multiplicador.
Los componentes de la demanda muestran claramente un nuevo patrón de crecimiento basado en el desarrollo de los sectores productores de bienes que revirtió el proceso de desindustrialización heredado del cuarto de siglo anterior, con aumento del peso de la inversión en el Producto.
Estas transformaciones fueron acompañadas por cambios en los fundamentos macroeconómicos. El primero fue el fin de los déficit fiscal y externo crónicos. El segundo, la disminución del endeudamiento público como porcentaje del PIB, que se desplomó del 147,3 por ciento en 2002 al 44,6 en 2010, pero que si se descuenta el endeudamiento interestatal se reduce a sólo el 20,9 por ciento.
Finalmente, se destacan las profundas trasformaciones en el mercado laboral. El dato principal es la creación de cuatro millones de puestos de trabajo, lo que permitió reducir a un dígito las tasas de desocupación y subocupación, lo que otorgó otro poder de negociación a los trabajadores y, en consecuencia, mejoró parcialmente la estructura de distribución del ingreso. En paralelo, el número de empleos registrados aumentó en 3 millones. El empleo en negro pasó de casi el 50 por ciento al 35, valor todavía alto.
Uno de los hitos de la etapa fue la recuperación del sistema previsional, que no sólo terminó con un negociado financiero, sino que permitió ampliar la cobertura en más de 2 millones de nuevos jubilados y financiar instrumentos sociales clave como las nuevas asignaciones universales.
De todas maneras, el nuevo patrón también muestra limitaciones que demandan correcciones. Muchas de estas limitaciones ya fueron tratadas en este espacio. Una de ellas es el tipo de cambio real (TCR), que desde 2007 muestra una revaluación tendencial producto de la mayor inflación. Tomando a enero de 1999 como base 100, el documento de Cifra reseña que en julio de 2002 el TCR llegó a más de 250 y actualmente se encuentra en torno de 160. La primera consecuencia de esta pérdida de competitividad es el menor dinamismo de los sectores productores de bienes, lo que se refleja en un freno a la creación de empleos. Desde 2007 se frenó el aumento de los salarios reales. Aunque parte de este freno se compensó con mayor empleo público, para 2010 sólo los salarios de los empleos registrados estaban un 15 por ciento por encima de los vigentes en 2001, mientras que los no registrados todavía se encuentran dos puntos por debajo del nivel de fines de la convertibilidad (tomando como deflactor el IPC-7 provincias).
Finalmente, la inflación y el freno en la evolución salarial produjeron un estancamiento en los niveles de pobreza e indigencia. Es aquí donde, según Cifra, se encuentra la limitación principal: “A pesar de la extraordinaria expansión del nivel de empleo, los trabajadores se apropian en la actualidad de una porción inferior del ingreso que a comienzos de la década del noventa. Este proceso obedece al relativamente bajo incremento registrado en los salarios reales, en el marco de una de las fases de crecimiento económico más significativas de la historia de nuestro país”

domingo, 12 de junio de 2011

Fábricas Recuperadas y También Legales



La ley que regula los concursos preventivos y quiebras empresarias fue modificada ayer por el Senado, en favor de la participación de los trabajadores en el proceso, con la posibilidad de darle continuidad a la actividad en manos de los empleados. La Cámara alta convirtió en ley los cambios introducidos en Diputados, a pesar de que la senadora puntana Liliana Negre logró respaldo para girar a la Cámara baja, paralelamente, “una ley correctiva” a la aprobada ayer.
El proyecto fue respaldado por los 47 senadores presentes, sin votos en contra y con 26 legisladores ausentes. Habilita la participación activa de los trabajadores en un proceso de eventual quiebra buscando garantizar, hasta la última instancia, la posibilidad de la continuidad laboral de la empresa fallida. Facilita el pase a explotación a manos de los trabajadores constituidos en cooperativas, tomando como moneda de pago todos los créditos laborales al momento de la quiebra, incluida la indemnización, salarios caídos y otras remuneraciones y derechos no abonados.
Hasta ahora, sólo se podía llegar a la gestión obrera en un caso de quiebra si así lo definía un juez comercial, pero sólo como cesión precaria de derechos y hasta tanto se definiera el destino definitivo del inmueble y del resto del capital de trabajo. Para convertirlo en cesión definitiva, era necesaria una ley de expropiación o el consentimiento de su anterior dueño (el empresario quebrado). Este procedimiento sólo era alcanzable en casos excepcionales. En la mayoría de las demandas laborales colectivas por quiebra, la situación quedaba indefinida en la Justicia.
Para favorecer la continuidad de la explotación de las empresas en manos de sus trabajadores organizados en cooperativas, el proyecto les otorga la prioridad de adquisición de la empresa en quiebra con sus créditos laborales, los que serán calculados conforme la indemnización completa que se establece en el Régimen de Contrato de Trabajo. Por el proyecto votado se garantiza el acceso a la información de los trabajadores en todo el proceso, aun en el concurso preventivo.

Nota Completa (Economía / Página 12)

martes, 7 de junio de 2011

Carta de Fontova a Clarín




Martes 19 de Octubre de 2010

Después de analizar las razones por las que este proyecto ha llegado a su fin debo confesarles que me convencieron:  NO VOY A VOTAR A LOS KIRCHNER. LOS MEDIOS ME CONVENCIERON.... LES VOY HACER CASO .  Por supuesto que ya mismo le voy a decir NO a todo lo que hicieron y quiero que me acompañes con tu firma al pie de la proclama:
1. NO a la nacionalización de las AFJP: Quiero que ya mismo se las devuelvan los bancos extranjeros y que la caja la manejen ellos.
2. NO a la recuperación de los salarios de Jubilados: Quiero que deroguen ya mismo el aumento dos veces al año que votó el Congreso y volver al valor histórico de $130 actualizados.
3. NO a la jubilación universal: Que los que no hicieron aportes, no se jubilen como era antes y que devuelvan la plata todos los que se jubilaron injustamente. Son solo 1.800.000 viejos.
4. NO a las retenciones a la soja: Que las ganancias se las queden las 2.000 familias que exportan soja y no quiero que se las reparta entre el resto de los argentinos.
5. NO a la recuperación de los pequeños agricultores: Que el Banco Nación les ejecute los campos o se los vendan a los grandes agricultores o inversores extranjeros.
6. NO a la vuelta al crédito: Quiero volver al 2003, nada de compra de autos cero kilómetro, ni cocinas, ni calefones, ni computadoras pagadas en inútiles cuotas. No quiero que laburen los trabajadores de esas empresas, que los despidan si no venden.
7. NO a la generación de empleo: Los 4 millones de argentinos que consiguieron trabajo, ¡que los devuelvan!
8. NO al dólar alto: Que favorece a los exportadores solamente. Quiero volver al uno a uno, aunque haya muchos desocupados, vamos a volver a viajar por el mundo.
9. NO a la Unión Latinoamericana: Quiero volver a las relaciones carnales con EEUU, nada de relacionarse con países atrasados de América. Bloqueo a Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Paraguay, Nicaragua y recontra bloqueo e inundación a Cuba y todos los cubanitos.
10. NO a la nacionalización de Aerolíneas: Quiero que vuelvan a manos de la madre patria que cuando tuvieron hambre le enviamos trigo y cuando estuvimos mal nos ayudaron con empresas como Repsol y Telefónica. Aunque perdamos algunas rutas aéreas a manos de otros países y vendamos los aviones, podemos viajar con LAN Chile.
11. NO a las 700 escuelas: ¿Quién se cree Kirchner? ¿Sarmiento? ¡Demolición ya!
12. NO a la limpieza de la Corte Suprema: Quiero volver a la corte anterior. Quiero volver a la justicia anterior. ¡Antes no había justicia obsecuente del Poder Ejecutivo!
13. NO a la política de Derechos Humanos: No hay que juzgar a nadie, no hace falta. Devuelvan la ESMA a los fines anteriores. Repriman los reclamos ¡hace 7 años que no muere nadie en una manifestación!
14. NO a la estatización del Correo: Que se lo devuelvan a Macri, y le perdonamos la deuda de más de 700 millones que debía de canon.
15. NO a los planes sociales: Los que tienen hambre que pidan en la calle y coman en ollas populares en las plazas, si saquean... ¡a la cárcel y mano dura!
16. NO a la recuperación de la Fábrica de Aviones de Córdoba: Podemos comprar aviones brasileños, no necesitamos frabricarlos acá.
17. NO a la derogación de la Ley de Radiodifusión de la Dictadura: Quiero que los medios sigan en pocas manos privadas y quiero seguir pagando para ver el fútbol. ¡Aguanten Clarín, Hadad, Vila y Manzano!
18. NO al aumento del presupuesto educativo: Vamos a volver al 1,2% del PBI de 2003, y rechazo el aumento al 6% actual que es excesivo.
19. NO a la recuperación del CONICET: Si tenemos tantos científicos por el mundo ¿para que los queremos acá? ¡Que se vayan!
20. NO a este gobierno: Quiero que vuelva a gobernar cualquiera. Los de la Alianza (Lilita, Stolbizer, Pato Bullrrich, Morales) o los de Menem (Macri, Solá, De Narváez), me da lo mismo. ¡GRACIAS, CLARIN! ¡ME CONVENCISTE!