¿Puede existir un “socialismo” de derecha o un progresismo “neoliberal”? Lo que sería una contradicción intelectual se muestra como una coherencia retórica. Rubén Giustiniani, uno de los senadores, junto a Carlos Reutemann, fogonero de la ley que establece la recomposición inmediata del 82 % móvil para los jubilados nacionales pero que no especifica la composición del financiamiento de dicha ley, lleva como compañera de fórmula, a ocupar el cargo de vicegobernadora y presidenta de la Cámara de Senadores de la provincia, a la profesora Ana Copes quién, en 2006, cómo concejala de Esperanza, impulsó un proyecto de Ordenanza para la Caja municipal, que proponía la suba de la edad y el incremento de los años de aportes para los agentes municipales para acogerse al beneficio jubilatorio. Copes, dirigente del PDP, propulsó con inusitada energía, este proyecto para darle “… aire a la Caja de Jubilaciones” a pesar que la propia autora del proyecto reconociese que ese Ente Autárquico municipal era sustentable y sólido financieramente, al punto de tener un superávit que “le permite pagar un año entero de beneficio, aún sin recibir un solo centavo de aporte”. Giustiniani fue a la ciudad natal de Alvaro Alsogaray a buscar a su compañera de fórmula y encontró mucho más que a un coterráneo del integrante de la formula Alsogaray-Natale (también "demoprogresista" y procesista), encontró la ideología que realmente define en la realidad a ciertos socialdemócratas.
Este Proyecto de Copes, contra los asalariados y los pasivos de un municipio que en 2006 percibía los beneficios de la explosión agrícola de la región, demuestra que, cuando se trata de HACER, los sectores conservadores muestran la hilacha y no por razones de que los “números cierren”, más bien una concepción ideológica de que los viejos “que no hacen nada” son un gasto para la sociedad. Giustiniani miente en cuando hace eligiendo a una dirigente de derecha para que lo acompañe, o miente cuando propone la distribución de la riqueza con el 82 % móvil. Puede darse una mentira al cuadrado, como verán, es este caso en donde la demagogia, ojalá, no sea descubierta dentro de unos años cuando la verdad sea dicha por este “socialismo” gestionando el gobierno.
Cuando nos referimos a concepto neoliberal del Estado y al pensamiento de derecha, con respecto al concepto de redistribución de la riqueza, no encontramos mejor ejemplo que el de la precandidata a vicegobernadora del, hoy, Senador Rubén Giustiniani.
Hablaba, Ana Copes, en la sesión del 16 de junio de 2006, de la necesidad de desalentar la carrera administrativa. Para la acompañante de Giustiniani, en la fórmula para llegar a la Casa Gris, “si una persona puede jubilarse por años de servicios y antes de la edad establecida, es porque pasó su vida en la Municipalidad”. Ese es el concepto neoliberal del Estado bobo e ineficiente. No puede existir la carrera administrativa porque es un GASTO. Mejor, entonces, la precariedad laboral en el Estado y desalentar el progreso de los trabajadores públicos.
Esta idea del Estado, compartida con los criticados gobiernos justicialistas de los 90 en la provincia y que es mantenida, incluso, luego del fracaso neoliberal en la Argentina, explica un pensamiento realmente de derecha cuando es planteado en 2006. Ya no en 1991 o 92, cuando el “Consenso de Washington” patrullaba los países emergentes sosteniendo el libre mercado, el achicamiento del gasto público y la destrucción de todo vestigio de Estado intervencionista.
“Antes del 83, los empleados ingresaban al municipio no por amiguismo ni intereses” dirá Copes, en el recinto, realzando el Estado de Facto municipal. Claro, ahora parece todo más difícil, hay que consensuar, hay que elegir y ser elegido. Por suerte, para ella y para nosotros, la mujer que aspira a dirigir los consensos de la Cámara de Senadores, puede manifestarse con libertad e incluso someterse a la voluntad popular para ejercer un cargo. Muchos no pudieron tener esa suerte, en aquellos momentos en donde “las cosas eran distintas”, como dice Copes.
Hay más en el tintero que iremos desandando
Se trata de la relación entre este Partido, el PDP, con el proceso y el menemismo y hoy con el “progresismo”. Un PDP que, después de la renuncia del “Fiscal”, Ricardo Molinas, a fines de los 80, se inclinó, definitivamente, hacia la derecha y retomó sus raíces antipopulares como expresión de una derecha argentina que ayer se vistió de charretera, luego se dejó las patillas y hoy se esconde tras el extraño lema de “estoy con el campo” contra la Krispación de un Gobierno, ahora sí, “violento”.
4 comentarios:
Impecable...
Coincido. Impecable. El principio es genial!! y el cierre lo dice todo...desconocia esta alianza. Sirve para discutir con la progresia gorila de ayer y hoy. Felicitaciones por la nota!
Gracias Hela, nos la hizo llegar un compañero. Tratamos de buscar la fuente, lo único que figura es "La única verdad" en otro blog, pero no lo pudimos corroborar en ningun lado...
Y mirá, si tienen ganas, ahora que ya pasaron las elecciones, podrían ponerse a investigar cómo es que Copes hace diez años que da clases de titular en dos cátedras importantísimas de la UNL siendo que su concurso es de jefa de trabajos prácticos. O podrían investigar como bocha a todo el mundo o deja sin acceso a examen a los chicos que hacen la carrera a distancia porque ella no esta de acuerdo con la modalidad. La tipitia ejerce, por un "favor de arriba" según algunos, o "cosas muy turbias" según otros, la titularidad de una cátedra que no le corresponde. Los estudiantes no podemos hacer nada, porque después, ¿Cómo hacemos aprobar? Y de premio por pasarse la vida faltando a clases y bochando en los exámenes, le abrieron una cátedra de estudios latinoamericanos... jajaja, el colmo!! Lejos quedaron los tiempos en que los estudiantes tenían fuerza. Saludos, compañeros.
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