Por Daniel Rafalovich
Recuerdo que, cuando yo era un niñito, mi tío Jaime trabajaba en el diario "El Mundo" de Buenos Aires. Era un trabajo sumamente insalubre, era linotipista y en esas épocas surgieron sus problemas pulmonares por el contacto con los viejos "tipos" de plomo: Bien, resulta que la editorial que sacaba el diario (Haynes) tenía frecuentes conflictos gremiales: falta de pago, condiciones de trabajo, aumentos no concedidos, etc. Muchas veces "El Mundo" no salió. Era un conflicto gremial y así lo entendían sus lectores, los políticos, la opinión pública. Muchos medios tienen temas sindicales no resueltos que afectan su frecuencia habitual. Radios que, cuando paran sus operadores se resienten en su salida normal o te pasan solo musiquita todo el día; diarios que no han aparecido alguna vez (el mismo Clarín, Pagina 12, La Razón, etc.). Sin embargo nunca se sintió tan vulnerada la Sacrosanta Libertad de Expresión como ahora, cuando los ávidos lectores del Clarín dominical (ese que pesa como 4 Kg. a fuerza de clasificados) se quedaron sin su sustento intelectual por ¡12 horas! ya que un grupo evidentemente Subversivo de delegados con sus familias decidieron instalarse en la boca de distribución del matutino. Las fuerzas vivas de la Nación salieron al instante a decir por todos los medios (el 90% de los cuales es aliado ideológico del monopolio) que se había vulnerado de manera escalofriante la Libertad de Prensa. Y así, en una escalada interminable pudimos ver las apariciones de opositores políticos, opinadores a sueldo, periodistas-gerentes, entidades como Adepa y Sip, artistas de la talla de Emilio Disi y Belen Francese desvelados unánimemente por la ultrajada Libertad de Expresión.
¡Que asco! Lanata y Fontevecchia, fundadores y fundidores seriales de medios caiga quien caiga (aunque no cueste lo que cueste), politicastros como Giudici, Pinedo, Iglesias, Solanas poniéndose incondicionalmente al servicio de las patronales que le dan letra y cámara.¿Algún desprevenido podrá creer ya en la vocación progre de Solanas, en la defensa de la república de los marchitos radicales, en la angustia de los Eliaschev, Morales Solá, Leuco y demás voceros del establishment ante semejante atropello?
Recordemos un detalle: Clarín no tiene comisión interna (no admite comisión interna) desde hace más de diez años, ha despedido a mas de 100 trabajadores, El Ministerio de Trabajo ha logrado que esos trabajadores sean reincorporados. Pero la empresa los tiene en "tareas pasivas", es decir sin hacer nada, sin cobrar lo que les corresponde, ninguneados, amenazados por patovicas.
Uno puede estar o no de acuerdo con la oportunidad de la medida o hacer una lectura política según la cual el más perjudicado por esta situación es nuestro gobierno. Puede ser. Los medios dependientes directa o indirectamente del monopolio y su "cosmovisión" han apuntado desde el principio al gobierno, a Moyano, a Nilda Garré. Hay quienes dicen que el Clarín del domingo podría perfectamente haberse distribuido si la empresa lo hubiese decidido. Prefirió victimizarse y no nombrar ni de casualidad las verdaderas causas del conflicto.
Es una más de tantas, y de aquí a octubre se irán sucediendo operaciones de esta calaña.
Recordemos: Cristina se está encaminando hacia la reelección y la profundización del Modelo Nacional y Popular.
Recordemos: estos tipos tiene las manos manchadas de sangre.
Recordemos: los "hijos " de Ernestina deben hacerse un ADN para confirmar lo que todos intuimos.
Recordemos los tiempos de censura, recordemos a los compañeros periodistas asesinados, encarcelados, exiliados durante la dictadura.
Recordemos a José Luis Cabezas y a Mario Bonino.
Recordémoslos nosotros ante cualquier confusión, cualquier polémica, cualquier debate.
Nosotros, no ellos. Ellos no tienen vergüenza.