Traducciones
El enemigo, para garantizar el dominio en el plano de la economía, acude a la lucha cultural, donde instala una dictadura del pensamiento.
El precandidato Sergio Massa enumeró un
programa económico en un banquete de grandes empresarios en el Hotel
Alvear, que muy bien delimitó en su columna el periodista Horacio
Verbitsky, en Página 12. Ahora bien, como muchas veces, nuestra
presidenta, la doctora Cristina Fernández de Kirchner, explica hasta lo
obvio, para que todos y todas entendamos, podríamos hacer un juego de
traducir el "verso" y ver el reverso.
Donde dice "Seguridad jurídica para las empresas privadas", léase: "Todo para ellos". Así, siguiendo, podemos observar:
"Desideologización y desregulación" es "Consenso de Washington";
"Reformulación de alianzas internacionales" es "Relaciones carnales";
"Generación de confianza para atraer inversiones" es "Se llevan las ganancias";
"Superación de fricciones con el campo" es "Eliminación de retenciones";
"Mejora de la competitividad industrial tocando el tipo de cambio" es "Devaluación";
"Mirar al futuro y no al pasado" es "Perdonar a todos los represores";
"Volver a endeudarse en el mercado financiero" es "Volver al FMI";
"Permitir que los bancos intervengan en el sistema jubilatorio" es "Otra vez AFJP";
"Política de metas de inflación" es "Ajuste en salarios y gasto público";
"Replantear la política energética" es "Privatizar YPF";
"Garantizar la independencia de la justicia" es "No joder a la corporación".
Debemos agudizar el pensamiento crítico para que podamos comprender cuál es el cometido de estas afirmaciones. Y siguiendo la postura de nuestra presidenta cuando expresó: "Por eso en este mediodía de juventud quiero decirles a todos que por más titulares y tapas que pongan que quieran confundir, y que por ahí confunden a determinados sectores de la sociedad, porque si no, no pasarían las cosas que pasan, pero no importa, tengamos la fuerza cada militante de ir casa por casa explicando esto, y donde haya errores los corregiremos, porque tampoco somos obcecados ni tontos, pero queremos discutirlo en la mesa grande, con los verdaderos jugadores, no con el banco de suplentes que me ponen en las listas. Quiero a los titulares para discutir, quiero a los directores técnicos para discutir, los suplentes no me sirven. Yo no soy suplente de nadie, soy presidenta de los 40 millones de argentinos y quiero discutir con la UIA, con los bancos, con los compañeros de los sindicatos, con los verdaderos actores económicos, con los titulares, esto no es un partido para suplentes, es un partido para titulares de intereses y representaciones." (Acto de lanzamiento del Programa Agrovalor, en Tecnópolis,14 de agosto 2013).
¿Por qué debemos hacer esto?
La gran paradoja para los nuestros es que el enemigo, para garantizar el dominio en el plano de la economía, acude a la lucha cultural, donde instala una dictadura del pensamiento, un monopolio de la circulación de ideas y productos culturales casi obsesiva; pero para romper ese dominio cultural debemos dar la lucha política, es en ese terreno donde se puede confrontar con los valores conservadores y las ideas de derecha que hoy nos intentan agobiar, traduciéndolas en lenguaje llano, para que todos comprendan de qué hablamos.
Y para esa lucha política se requieren militantes capaces de debatir con nuestro pueblo, militantes que sigan aquel consejo con que un periódico, hace un siglo atrás, encabezaba su primer número: "Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza."
Sigamos traduciendo el lenguaje del que nos confronta, sigamos enarbolando nuestras consignas y nuestros pensamientos, sigamos construyendo una patria para todos. -
Donde dice "Seguridad jurídica para las empresas privadas", léase: "Todo para ellos". Así, siguiendo, podemos observar:
"Desideologización y desregulación" es "Consenso de Washington";
"Reformulación de alianzas internacionales" es "Relaciones carnales";
"Generación de confianza para atraer inversiones" es "Se llevan las ganancias";
"Superación de fricciones con el campo" es "Eliminación de retenciones";
"Mejora de la competitividad industrial tocando el tipo de cambio" es "Devaluación";
"Mirar al futuro y no al pasado" es "Perdonar a todos los represores";
"Volver a endeudarse en el mercado financiero" es "Volver al FMI";
"Permitir que los bancos intervengan en el sistema jubilatorio" es "Otra vez AFJP";
"Política de metas de inflación" es "Ajuste en salarios y gasto público";
"Replantear la política energética" es "Privatizar YPF";
"Garantizar la independencia de la justicia" es "No joder a la corporación".
Debemos agudizar el pensamiento crítico para que podamos comprender cuál es el cometido de estas afirmaciones. Y siguiendo la postura de nuestra presidenta cuando expresó: "Por eso en este mediodía de juventud quiero decirles a todos que por más titulares y tapas que pongan que quieran confundir, y que por ahí confunden a determinados sectores de la sociedad, porque si no, no pasarían las cosas que pasan, pero no importa, tengamos la fuerza cada militante de ir casa por casa explicando esto, y donde haya errores los corregiremos, porque tampoco somos obcecados ni tontos, pero queremos discutirlo en la mesa grande, con los verdaderos jugadores, no con el banco de suplentes que me ponen en las listas. Quiero a los titulares para discutir, quiero a los directores técnicos para discutir, los suplentes no me sirven. Yo no soy suplente de nadie, soy presidenta de los 40 millones de argentinos y quiero discutir con la UIA, con los bancos, con los compañeros de los sindicatos, con los verdaderos actores económicos, con los titulares, esto no es un partido para suplentes, es un partido para titulares de intereses y representaciones." (Acto de lanzamiento del Programa Agrovalor, en Tecnópolis,14 de agosto 2013).
¿Por qué debemos hacer esto?
La gran paradoja para los nuestros es que el enemigo, para garantizar el dominio en el plano de la economía, acude a la lucha cultural, donde instala una dictadura del pensamiento, un monopolio de la circulación de ideas y productos culturales casi obsesiva; pero para romper ese dominio cultural debemos dar la lucha política, es en ese terreno donde se puede confrontar con los valores conservadores y las ideas de derecha que hoy nos intentan agobiar, traduciéndolas en lenguaje llano, para que todos comprendan de qué hablamos.
Y para esa lucha política se requieren militantes capaces de debatir con nuestro pueblo, militantes que sigan aquel consejo con que un periódico, hace un siglo atrás, encabezaba su primer número: "Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza."
Sigamos traduciendo el lenguaje del que nos confronta, sigamos enarbolando nuestras consignas y nuestros pensamientos, sigamos construyendo una patria para todos. -
http://tiempo.infonews.com/2013/08/16/editorial-107586-traducciones.php
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