El candidato desgranó sus principales ideas económicas.
Reclamó terminar con el desendeudamiento y pidió por el campo.
Por David Cufré
Sergio
Massa expuso ayer su pensamiento económico ante doscientos empresarios
de compañías líderes. Fue un almuerzo en el Hotel Alvear, organizado por
el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp). El
candidato reflotó algunos conceptos que solían desplegarse en ese mismo
escenario antes de 2003. “El desendeudamiento fue importante, pero hay
que entender que estamos perdiendo oportunidades en un mundo donde sobra
liquidez”, planteó, en contra de la línea oficial, que hizo de la
independencia financiera una de sus banderas económicas. Massa pidió
usar el “sentido común” y aprovechar para tomar plata en el exterior
cuando la tasa es baja. También afirmó que estaría dispuesto a una
vuelta de las AFJP para quienes deseen contratar un seguro de retiro,
adicional a la jubilación estatal obligatoria. “El sistema de
capitalización para todos fracasó, pero podría ser un régimen
complementario”, deslizó.
Massa estuvo acompañado por sus economistas de cabecera: “Ricardo
Delgado, que es el coordinador; Miguel Peirano (ex ministro de Economía)
y Martín Redrado (ex presidente del Banco Central). También, gracias a
la generosidad y la grandeza de Roberto Lavagna, hemos incorporado a
parte de su equipo”, reveló. Uno de ellos es el hijo del ex ministro,
Marco. El propio Delgado fue durante años la mano derecha de Lavagna en
su consultora privada. Otros massistas presentes fueron el secretario de
la Unión Industrial Argentina, José de Mendiguren; el diputado Felipe
Solá y el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.Sin embargo, el discurso del intendente de Tigre estuvo lejos de los rasgos heterodoxos que supo mostrar Lavagna cuando era ministro de Néstor Kirchner y de los planteos desarrollistas de Mendiguren. Retomó la línea que solía distinguir a Redrado como el Golden Boy de los ’90. “Necesitamos un marco jurídico para mostrarle al mundo que en la Argentina se van a respetar las reglas, gobierne quien gobierne”, afirmó. “Debemos terminar con la idea de querer regular todo, de ponerle el pie en la cabeza todo el tiempo” al sector privado, agregó. También pidió repensar “quiénes son nuestros socios en el mundo”, aunque no avanzó más allá. “Tenemos que generar confianza para atraer inversiones. Hoy somos poco confiables”, insistió. Massa esquivó otra muletilla de la ortodoxia económica, la de la falta de un “clima de negocios” propicio, pero le dio vueltas a esa idea durante toda su presentación.
“El sector que más aporta a la balanza comercial es con el que peor estamos. El campo, que es la actividad que más posibilidades de crecimiento tiene, es el que sufre más fricciones”, reprochó el candidato. Luis María Etchebehere, presidente de la Sociedad Rural, lo aplaudió desde la mesa principal. Allí también estaban el anfitrión, Eduardo Eurnekian, presidente del Cicyp y de la Corporación América; Horacio Fargosi, titular de la Bolsa de Comercio; Héctor Méndez, presidente de la UIA; Lili Sielicky, de Laboratorios Phoenix, Antonio Estrany y Gendre, del Cicyp; Yin Hengming, embajador chino, y Luis Pérez Sánchez, embajador del Perú. Otros asistentes al evento fueron Cristiano Rattazzi, Federico Nicholson, Daniel Funes de Rioja y Santiago Blaquier, de la UIA; Juan Bruchou, del Citibank; Adrián Werthein, de Telecom; Juan Carlos López Mena, de Buquebus, y Jaime Campos, de AEA.
Massa empezó su discurso agradeciendo la “valentía” de los empresarios por invitarlo “a tan pocos días de las PASO, pese a que no soy el candidato del oficialismo”. Eurnekian aclaró que el 2 de octubre será el turno de Daniel Scioli para disertar ante la misma audiencia. Luego el intendente dio explicaciones sobre lo heterogéneo de su fuerza política. “Yo creo que no hay que montarse tanto en cuestiones ideológicas y quedarse con los valores”, argumentó. “Somos el único espacio donde tienen representación las cuatro centrales sindicales del país, y también el campo y la industria”, detalló. Y de ahí en más siguió exponiendo sus ideas económicas centrales. Una de ellas fue la de volver a los mercados internacionales de deuda. “El canje fue muy importante para arrancar, pero hoy estamos perdiendo oportunidades por no acceder al crédito barato”, interpretó.
También dijo que era lógico el déficit fiscal en períodos de recesión, pero “no tiene sentido” mantenerlo ahora. En esa línea, pidió establecer metas fiscales y monetarias, que también deberían ayudar a combatir la inflación, siguiendo la lógica tradicional de los economistas argentinos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-226260-2013-08-08.html
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