lunes, 3 de diciembre de 2012

LAS INTERNAS EN SANTA FE DE CARA AL 2013


sanata y fe: sciolismo vs macrismo




La coyuntura santafesina en la visión de Darío Schueri se constituye paulatina pero firmemente en un mosaico, cuyos alineamientos futuros son hoy inimaginables. Todos juegan sin demasiada visibilidad. Mejor casi todos juegan. Leemos:

Daniel Scioli desafía a la Casa Rosada y va rumbo a evitar que las listas de Cristina le den la posibilidad de soñar con la re-re. En Santa Fe hasta el obeidismo ya cruza el Sinaí. Otra vez quieren modificar el sistema electoral. El radicalismo le marca la cancha a Binner y Bonfatti de a poco le va imprimiendo su impronta a la gestión de la mano de su jefe de gabinete Rubén Galassi. 

El periodismo suele ser auto referencial y egocéntrico. En nuestro caso vamos a ser depositarios no culposos de ambos adjetivos calificativos al recordar que en estas mismas páginas fuimos los primeros en marcar el adelantamiento de los tiempos políticos después de la movilización del jueves 8 de Noviembre; y en apuntar al introspectivo Gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli como referente del peronismo por venir, con sus oportunos y oportunistas alineamientos en nuestra bota. 

La cabra al monte tira. Sobre el filo de la semana que culminó, una delegación de 8 senadores (entre los que no estaba el rafaelino Alcides Calvo, referente del diputado nacional Omar Perotti) ataron sus caballos en el palenque porteño de Daniel Scioli. “Soy peronista y Scioli es peronista, y el kirchnerismo de mi Departamento armó sin tenerme en cuenta, ¿adónde esta el problema?”, explicaba desfiante el senador por San Lorenzo Armando “Pipi” Traferri, uno de los mentores del encuentro. 

Scioli está dispuesto a jugar, pero no de manera expuesta por la legítima sucesión de la Presidente Cristina Fernández. Lo hace a su manera, con su exasperante estilo (muy parecido al de Carlos Reutemann). Sin provocaciones ni alardes; dejando que los demás construyan en su nombre. Por ahora todo suma; ya vendrá el tiempo del tamiz. 

Los senadores que peregrinaron hacia Buenos Aires le prometieron a Scioli reeditar la Liga de Intendentes que en el 2003 llevara a la Gobernación a Jorge Obeid (con la anuencia explícita de Reutemann). La primera demostración de fuerzas la harán el lunes 17 en esta capital. Y prometen sorpresas. 

En el piso 19 del Banco Provincia de Buenos Aires en Capital Federal, Scioli, además de los santafesinos recibió a los referentes de la Confederación de Partidos provinciales, además de dirigentes de Córdoba. “Los quiero felicitar porque sus partidos siempre han defendido a las provincias. Hay que reforzar el federalismo”, los agasajó Scioli, quien pretende mostrarse como la continuidad de Cristina Kirchner pero con cambios, según refleja un portal político porteño. 

La principal víctima del armado sciolista en la Provincia de Santa Fe será el PRO de Miguel del Sel, quien reparte su tiempo entre los ensayos de la obra teatral que presentará este verano en Carlos Paz y el complejo armado territorial junto a su diputado provincial Raúl “Oreja” Fernández, tratando de seducir referentes peronistas desencantados con el kirchnerismo. 

A todo esto, el dirigente peronista Osvaldo Salomón sigue caminando por su propio andarivel tratando de aprovechar la primereada con el sciolismo, en este caso de la mano de un notorio ex kirchnerista: Alberto Fernández, quien lo acompañará en un raid mediático y empresarial esta semana en Rosario y el Sur provincial. 

Mientras tanto, el peronismo advirtió lo que también hicimos notar hace unm tiempo en estas páginas: el sistema de boleta única relega a los Partidos políticos a un mero formalismo burocrático electoral para receptar listas. De allí que ahora el inquieto diputado provincial Héctor Acuña (adscripto en el PJ) movió el avispero al proponer un cambio en el esquema electoral (ya lo había hecho el radical Mascheroni hace unos meses) proponiendo un sistema intermedio entre la denostada Ley de Lemas y el actual sistema de boleta única. Acuña no hizo más que formalizar el "régimen electoral para la ampliación de la participación ciudadana de los procesos electorales que en su momento el titular del partido, José Luis Freyre había atribuido a operaciones mediáticas. 

El proyecto de Acuña propone dejar sin efecto práctico el sistema de internas abiertas, simultáneas y obligatorias, y pone a los partidos o alianzas dirimiendo en una instancia única su interna y, a la vez, la elección general, eliminando la actual posibilidad de que los postulantes pasen por el filtro de la competencia previa. 

Agustín Rossi, anoticiado de que el año que viene podrían multiplicarse en comunas y municipios los Partidos Vecinales, le dio la bendición a “Pirucho” Acuña de manera contundente, enfrentándose de manera decidida con el obeidismo: “la boleta única es peor que la Ley de Lemas porque privilegia el candidato por sobre los Partidos Políticos”, definió. 

De inmediato se opuso el PRO asegurando que "resulta grosero e inapropiado estar toqueteando la forma de elecciones ante cada turno de comicios y no tiene el más mínimo asidero plantear un tardío retorno al sistema de Ley de Lemas”. Mientras que Pablo Javkin Secretario General CC-ARI Nacional llamó a “frenar la vuelta de la trampa electoral” (la Ley de Lemas) 

Los senadores peronistas por ahora no se pronunciaron, pero difícilmente habiliten otro sistema que reemplace al actual de boleta única que los unge como patriarcas en sus territorios. 

Radicales molestos con Binner. 

La cumbre radical nacional de la semana pasada en esta capital, organizada por el presidente santafesino del centenario Partido Mario Barletta no tuvo otro interés mas que el de marcarle la cancha a Hermes Binner y sus anticipadas intenciones presidenciales junto al FAP. De paso, en casa cayeron como un plato de tocino con huevos fritos al hígado los dichos de Binner de que pilotea la Cámara de Diputados con tres diputados (socialistas). ¿Y nosotros que somos, cartón pintado?”, se enfadaron los radicales. 

Aun le cuesta a Barletta digerir el mal trago de haber perdido la interna abierta del año pasado contra el delfín de Binner, Antonio Bonfatti; pero las circunstancias no dan para nuevas batallas intestinas, si lo que se busca es galvanizar una oposición mas o menos atractiva para un electorado incierto y fugaz: hoy un cacerolazo; mañana podría ser un voto.

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