Una periodista de INFOnews relata los ataques contra militantes chavistas y periodistas con piedras. Además hay saqueos a comercios e incendios en locales partidarios y clínicas sociales. El pedido de paz de Maduro y el rechazo de Capriles de aceptar los resultados de la elección.
Cinco días antes de las elecciones presidenciales en Venezuela, el candidato de la Mesa de Unidad Democrática, Henrique Capriles anunciaba ante las cámaras de televisión: “Yo no soy el mismo el 7 de octubre, voy a defender los votos”. Al día siguiente, el Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, presentó en el canal público un audio donde el candidato opositor afirmaba que impugnaría los resultados de las elecciones si él no fuera elegido.
A pesar de una diferencia de 272,865 votos a favor del candidato socialista Nicolás Maduro, el aspirante a Miraflores de la derecha insiste en negar su derrota. Sin embargo, todos los observadores internacionales sostienen la transparencia del sufragio en Venezuela. Inclusive, Vicente Díaz, uno de los rectores del Centro Nacional Electoral (CNE), abiertamente vinculado a la oposición afirmó: "No hay ninguna duda sobre el resultado de la elección" dando como ganador indiscutible al elegido de Hugo Chávez.
Venezuela y los enfrentamientos
Dejando en el olvido “la paz, unión y seguridad” que en su retórica vociferaba una semana antes de las elecciones, Capriles llamó a sus partidarios a movilizarse para obtener así una auditoria total de los resultados. Curiosa manera democrática de realizar el pedido, exponiendo a los ciudadanos en las calles con cacerola en mano y no realizando el pedido formal ante las autoridades.
No obstante, la ley electoral venezolana es muy clara. Exige a los solicitantes evidencias para demostrar el fraude ante el CNE, y si lo rechaza, es posible una apelación ante la Corte Suprema de justicia. A pesar de esto, todos los testigos designados por la oposición para supervisar la votación aceptaron los resultados en su respectivo centro electoral al cierre de los comicios.
Pero a Capriles parece no importarle fortalecer la democracia electoral. En estos días, llevar el color rojo es someterse a insultos, agresiones e inclusive a la muerte. Esta cronista fue atacada con piedras por vestir una campera roja que nada tiene que ver con la militancia, pero ellos no preguntan, atacan.
Pequeñas tiendas son saqueadas y quemadas. Hay 8 muertos y 61 heridos, mayormente por balas. Cinco sedes regionales del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) fueron devastadas por las llamas y doce clínicas populares con los médicos cubanos adentro.
Franklin vive en Los Teques, en un sector donde la oposición está muy radicalizada y cuenta a INFOnews: “Los opositores lanzaron piedras a mi casa y a la otros vecinos que nos identificamos con la revolución. Me preocupa mucho no tener una oposición seria que en verdad quiera al país y no solo a sus intereses personales, pero no tenemos miedo este pueblo se forjó en la lucha y esta solo es una más que vamos a dar”, clama.
El candidato de la oposición a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, no reconocerá los resultados en las elecciones presidenciales
En el estado de Lara, donde el gobernador es Henri Falcón, jefe de campaña de Capriles, la policía regional no hizo nada para evitar que la ola de odio arrase con su pueblo. En la noche, Thais, una vecina de Barquisimeto, la capital regional, relataba: "Estuve atrincherado en el lavadero con mi hermana, mientras grupos armados rompían la puerta de la clínica a patadas”. Por el pequeño tragaluz que conecta con el mundo exterior, que descubre sus propios vecinos, esta mujer podía ver como con antorchas en la mano quemaban la clínica pública de la casa de enfrente.
Raquel, vive en Sabana Grande, sector donde habita la clase media-alta de Caracas y donde se mudó luego que el gobierno del presidente Chávez le adjudicara una vivienda. “Esta semana no voy a llevar a mis niños al colegio, los vecinos saben que somos chavistas y nos tienen amenazados”, denunciaba.
El Presidente electo de la República Bolivariana de la Venezuela, Nicolás Maduro, llama a sus seguidores a la tranquilidad, a no hacer caso a los grupos violentos y dejar que la policía y la Guardia Nacional restauren el orden. A Capriles, le dijo: "si no me reconoce como Presidente, yo no lo reconoceré como gobernador del estado de Miranda”. La elección donde ganó Capriles, en diciembre pasado, era exactamente las mismas que las que han permitido un Maduro Presidente elegido por el pueblo.
Muchos dirigentes del mundo reconocieron a Maduro como el nuevo Presidente de Venezuela: países de América Latina, incluyendo los que tienen gobiernos de derecha como la Colombia de Juan Manuel Santos, Chile de Sebastián Piñera y México de Peña Nieto; los miembros del BRIC (Brasil, Rusia, India, China), así como algunos países europeos como España, Francia y la OTAN se hicieron eco de las felicitaciones al nuevo presidente. Sin embargo, los Estados Unidos todavía se niegan a reconocer la legitimidad del proceso democrático venezolano. En rigor, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su discurso, pidió encarecidamente a la Casa Blanca que reconozca la victoria democrática.
El apoyo a Maduro
Pero los mensajes de paz y de unión que lanza Capriles en la calle brillan por su ausencia y continúa con su guión golpista puesto en marcha desde antes de las elecciones, que incluye sabotaje eléctrico, desabastecimiento, y generar un clima de inestabilidad y miedo. Someten a los mismos chavista a grupos vestidos de rojo para poder responsabilizar al gobierno de la violencia y prender fuego la decisión democrática del pueblo. Caen las máscaras y el fascismo ahora tiene una cara.
Venezuela se encuentra en una pugna decisiva entre quienes quieren derribar con violencia el proceso popular de la revolución bolivariana contra quienes la están defendiendo y lo van a seguir haciendo más allá de quién esté en Miraflores y todo indica que Nicolás Maduro saldrá fortalecido de esta prueba de fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario