sábado, 13 de abril de 2013

VENEZUELA VISTA POR UN ANALISTA DE LA DERECHA ARGENTINA


EL EX EMBAJADOR ARGENTINO EN VENEZUELA ANTE LOS COMICIOS DEL DOMINGO

Para Sadous gana Maduro, pero con la sombra del poder militar

El diplomático estableció diferencias entre Chávez y el candidato oficialista. El rol histórico de las fuerzas armadas en el proceso político de ese país.

“Somos economías complementarias, el problema es la transparencia”, señaló Sadous.- Foto:Pablo Aguirre


MARIO CÁFFARO
mcaffaro@ellitoral.com
Eduardo Sadous no duda de que mañana Nicolás Maduro será elegido presidente de Venezuela. Pero tampoco de que los militares querrán retener los resortes de poder como lo hicieron históricamente en ese país. El perfil del candidato oficialista es muy diferente del fallecido líder y esto traerá cambios en el rol internacional de ese país a entender del ex embajador argentino en Caracas.
Sadous fue relevado de su cargo en 2005 tras estar allí desde el 2002 cuando habló de “embajada paralela” tema que lo llevó al Congreso y le valió dos causas judiciales que aún continúan abiertas en la Justicia Federal. Ya retirado del cuerpo diplomático, participa en Santa Fe de la Semana de la Numismática y conversó con El Litoral sobre el proceso electoral y el futuro de la relación de Venezuela con Argentina.
—¿Cuál es su visión sobre el acto electoral de mañana?
—El hecho de que las elecciones sean tan poco tiempo después de la muerte de Hugo Chávez ayuda enormemente al candidato Nicolás Maduro. Primero por un hecho emocional, los millones de venezolanos que hemos visto en los funerales del ex presidente, el hecho de que Chávez haya designado a Maduro como el sucesor tiene una importancia enorme. Estimo que Maduro ganará por más de diez puntos sobre Capriles. Gran parte por el tema emocional, otro tanto por el aparato del Estado que lo está utilizando en toda forma y sin disimulo y hay otros dos elementos para mi claves: uno es el tema racial, Venezuela es un país que es mestizo en un 90% y Maduro al igual que Chávez son el típico venezolano común. Chávez ha jugado mucho ese elemento. Capriles es blanco, de una familia muy rica, y pese a que es muy católico es de familia judía, su madre es judía. Estos tres elementos conspiran contra el muy buen candidato que es Capriles.
Es inevitable que gane Maduro, pero al día siguiente comenzará lo que llamo “la demolición de Maduro”. El Partido Socialista Unido de Venezuela que es el partido gobernante, creado por Chávez, es una especie de movimiento muy parecido al peronismo de los años 1946 al 55. El único que podía unificar esos sectores era Chávez que tenía carisma y un ejercicio de la conducción muy hábil. No le veo esas condiciones a Maduro, que tiene muchas limitaciones, que proviene del sindicalismo, pero que no tiene ni la capacidad de comunicación ni de liderazgo de Chávez.
Las fuerzas armadas han jugado un rol fundamental en los gobiernos de Chávez. Gran parte de los ministros que tuvo el ex presidente y hoy 11 de los 24 gobernadores son militares, también muy parecido al peronismo del ‘46. El partido militar va a jugar su propio partido. Su candidato era Diosdado Cabello, ministro de Infraestructura de Chávez, presidente de la Asamblea Nacional, muy vinculado a la boliburguesía, los nuevos ricos surgidos del chavismo. Maduro va a enfrentar una confrontación con Diosdado y con el partido militar donde tiene todas las de perder porque Venezuela, desde Bolívar, estuvo gobernada por militares excepto los 40 años de gobierno democrático de 1958 al 2009.
—¿No ve a Maduro como caudillo?
—Venezuela va a volver a tener caudillos militares. A esto debemos sumar la herencia económica desastrosa que hereda el presidente nuevo. El año último, el país tuvo 24.000 muertes violentas. Hay escasez de alimentos. Se va a generar un malestar muy grande en la población que va a culpar a Maduro y esto puede llevar a una toma del poder por parte de los militares.
—¿El triunfo de Maduro llevará alivio a los países del Alba y a la Argentina, donde Capriles denunció una deuda de 13 mil millones de dólares?
—Sobre la deuda argentina nadie sabe exactamente el monto. En la Argentina tal vez lo sepa el Ministerio de Planificación Federal. La Cancillería nunca estuvo involucrada en la relación con Venezuela, seamos realistas. Chávez tenía una ambición de liderazgo continental, puso a Venezuela en el mapa mundial. Maduro no tiene esa ambición y va a estar concentrado en el frente interno, la agenda internacional se va a reducir extraordinariamente, la influencia que tenía Chávez en muchos sectores de América Latina no va a existir, el financiamiento a grupos de la región se va a licuar. Venezuela va a estar mucho más concentrada en lo interno que en lo internacional. Con respecto a la ayuda a Cuba, Nicaragua, Bolivia, creo que con Maduro se va a reducir.
La relación con el país
—¿La Argentina tiene un intercambio comercial desfavorable especialmente por la fuerte importación de petróleo?
—Históricamente, Venezuela ha sido muy dependiente del comercio con Estados Unidos y con Colombia. Poco se dice que el comercio con Estados Unidos fue récord histórico en el 2010 que fue el último año normal de la economía mundial. A pesar de toda la retórica antiamericana de Chávez las relaciones esenciales nunca se rompieron, nunca se interrumpieron. El otro gran cliente era Colombia. Si usted me pregunta quién se benefició más en la relación con Venezuela en los últimos años, sin dudas digo que es Brasil. Este país, desde la época de Fernando Henrique Cardoso, ha sido el gran ganador en la relación. Apostó a Chávez, lo sostuvo durante los intentos de golpes y ha sacado enormes beneficios. Las empresas brasileñas han conseguido el segundo y tercer puente sobre el Orinoco sin licitación, también la extensión del metro de Caracas en forma directa. Con Argentina, la relación es importante, creo que somos economías muy complementarias, el problema es la transparencia. Habría que abrir las posibilidades del comercio con Venezuela a todas las empresas argentinas, no sólo a algunas.
El ideal sería que se transparentara la situación. Cuando uno analiza el comercio en el 2002 y lo compara con el hoy ha habido un aumento exponencial de nuestras exportaciones, pero sigue siendo beneficioso para Venezuela por los precios altos del petróleo.
—Sin la participación de la Cancillería.
—En lo que yo sé, hasta el 2005, la Cancillería participaba poco y nada de las relaciones comerciales.
—¿El acercamiento de Argentina con Irán obedece a nuestra relación con Venezuela?
—No, creo que haya un interés de replicar el esquema de petróleo por alimentos. Las últimas visitas de la presidenta argentina o de (Guillermo) Moreno son a países productores de petróleo o gas (Angola, Qatar, Emiratos, Indonesia, Vietnam). El tema clave de este gobierno es la energía y busca replicar el esquema de petróleo con alimentos con otros países, pero no es fácil.
—Todos esos países no se caracterizan por la transparencia según organismos internacionales
—Pero no son bobos. No olvidemos que cuando la presidenta visitó Angola el jefe de Estado de ese país africano le comentó que la petrolera de su país operaba con Repsol y nosotros acabábamos de expropiar YPF. Es muy difícil replicar el esquema venezolano en otras sociedades por más que sean corruptas, no transparentes.
EL DATO
Cristina
Sadous hizo notar el fuerte compromiso del gobierno argentino con la candidatura de Maduro y en su edición de la fecha, el diario La Nación informa que la presidenta Cristina Kirchner viajaría a Caracas el próximo jueves cuando asuma el presidente electo mañana. Para ese día, en Buenos Aires se anuncian protestas en contra del avance oficial sobre la Justicia y el viaje sería parte de la estrategia oficial para minimizar el impacto de la marcha. Mientras el cacerolazo está convocado para las 19, la mandataria partirá a Venezuela ese mismo jueves, poco después del mediodía, según el diario.


Quién es Eduardo Sadous, ex embajador en Venezuela

Miércoles 23. Sadous estuvo en la Cámara de Diputados. Declaró por cuatro horas.

Sin diplomacia


01-07-2010 /  Es el nuevo fetiche de la oposición. Su paso por la tierra de Chávez y los vínculos con Cavallo y “Cacho” Caselli.

Por Carlos Romero

Avatares de la “carrera diplomática”, a sus 64 años Eduardo Sadous, ex embajador argentino en Venezuela, pasó de ser un supuesto cultor del bajo perfil y un apasionado del protocolo y las reglas del ceremonial, a mutar en el más mediático de todos los arietes que se agitan desde el arco opositor. El trampolín a la fama fueron sus denuncias por supuestas irregularidades en el vínculo comercial entre la Argentina y la Venezuela de Hugo Chávez. Después de que estos dichos fueran retomados por la Justicia y de brindar un informe en la Cámara de Diputados, Sadous dejó de lado la etiqueta, la gravedad de la fe confesional que profesa y la exactitud de los estudios genealógicos que practica como hobby, para protagonizar uno de los escandaletes más salpicados de la política criolla.

En el gobierno nacional sostienen que, antes que un “darse vuelta”, lo del ex embajador es un “blanqueo” de la postura refractaria que siempre tuvo mientras ocupó la sede de Caracas, a la que llegó tras un largo derrotero.

Con una capacidad de adaptación que le permitió atravesar indistintamente dictaduras militares y gobierno democráticos, Sadous ingresó al mundo de la diplomacia y las relaciones exteriores a principios de 1973, con los estertores del gobierno de facto de Alejandro Agustín Lanusse. Desde entonces, el abogado pasó por diferentes cargos y destinos alrededor del mundo.

Entre 1991 y 1996 fue embajador en Malasia, y de 1993 a 1996, en Brunei Darussalam, un sultanato en el sudeste asiático. Antes, fue escalando posiciones en la Cancillería argentina. Del ’73 al ’74 se desempeñó en el departamento de Asia y Oceanía, y hasta el ’76 estuvo en la secretaría del ministro. En 1977 fue promovido a “secretario de embajada y cónsul de segunda clase” y en el ’81, a “primera clase”. Ese año, con la dictadura en retirada, lo designaron subsecretario de Negociaciones Económicas Internacionales, cargo que ocupó hasta el fin del Proceso. Ya en 1989, por un año fue la mano derecha del entonces canciller Domingo Felipe Cavallo y siguió cerca del “Mingo” cuando este asumió en el Ministerio de Economía de Carlos Menem. De hecho, fue director del Instituto de Política Exterior de la fundación Novum Millenium, el think tank liberal que dirige Adolfo Sturzenegger y que nació en 1996 para dotar de masa crítica a la política cavallista. Cuando el menemismo llegaba a su fin, el diplomático ocupó áreas ligadas al comercio exterior y a las negociaciones económicas.

A lo largo de estos años, Sadous supo combinar la labor diplomática con sus otras actividades: la genealogía –es secretario de la Junta de Estudios Históricos de la Recoleta–, la docencia y el servicio a los Caballeros Argentinos de la Soberana y Militar Orden de Malta, donde ocupa el cargo de consejero y “caballero de la Gracia Magistral”, aunque por mucho tiempo desempeñó el papel de canciller. La orden, nacida en 1950 y con sede en Roma, es una de las más elitistas e influyentes entre las múltiples logias que coexisten en la Santa Sede. Su actividad manifiesta es la “ayuda hospitalaria”, aunque como toda logia nunca olvida ubicar a sus miembros en puestos de poder y toma de decisiones. Además de Sadous, otro de los Caballeros de Malta con contactos en la diplomacia vernácula es Antonio Manuel Caselli, representante de la orden en la Argentina e hijo de Esteban Caselli, embajador menemista en el Vaticano y actual senador italiano.

Después de su paso por Malasia, el 17 de octubre de 2002 Sadous llegó a Venezuela, nombrado por Eduardo Duhalde, con Carlos Ruckauf como canciller.Al asumir Néstor Kirchner, el santacruceño y su ministro de Relaciones Exteriores, Rafael Bielsa, lo mantuvieron en funciones hasta mayo de 2005, cuando lo sucedió la hoy ministra de Defensa Nilda Garré.

Desde su arribo a tierras de Simón Bolívar, el abogado forjó un estrecho vínculo con las distintas manifestaciones del empresariado local, el mismo que mantiene una relación áspera con Hugo Chávez y del que, previo a la llegada de Sadous, un sector importante fue partícipe del intento de golpe de Estado.Muchos de estos empresarios se reúnen en Fedecámaras, al ala dura del establishment bolivariano y que, cosas del destino, tiene oficinas en el mismo edificio que la embajada argentina, en el centro de Caracas.

Son los mismos hombres de negocios que ahora el ministro de Planificación Julio De Vido señala como elenco estable de la conspiración antichavista, y muchos de los cuales solían ser habitués de los eventos donde Sadous y su esposa, Delia Maldonado, frecuentaban a la elite de la sociedad caraquense.

En los momentos previos a ser eyectado del cargo, el kirchnerismo sostenía que Sadous no daba con el perfil “político” que era necesario para seguir consolidando las relaciones estratégicas con Venezuela. Hoy, ya con el affaire en la portada de los diarios y en los labios afilados de la oposición, en la Casa Rosada aseguran que Sadous respondía a “grupos económicos” y era un obstáculo para la integración comercial y política de ambos países.

En respuesta, el ex embajador saca a relucir sus logros mientras permaneció en Caracas, como cuando recibió la Orden Francisco de Miranda, una condecoración a la contribución con la ciencia, el progreso del país y las humanidades, que es otorgada por el propio presidente. También recuerda que a su despedida en la embajada de Marruecos asistió quien era vice de Chávez, José Vicente Rangel. En el oficialismo, mientras exigen que se revelen los dichos de Sadous ante los diputados –donde habría apuntado a Kirchner y De Vido–, le restan mérito a esas cucardas y aseguran que gestos y premios es lo que abunda en diplomacia.

Esa misma diplomacia que, en el caso del ex embajador, ya se hizo añicos.

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