sábado, 15 de enero de 2011

EN DEFENSA DE POLÉMICO MORENO


El Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno debe ser, sin dudas, uno de las figuras más denostadas del kirchnerismo, tanto en el gobierno de Néstor como en el de Cristina.

Integra el selecto núcleo de blancos elegidos por los medios hegemónicos para depositar en ellos todos los males posibles y los que podrían suceder, como las plagas bíblicas; junto a Julio De Vido, Luis D'Elía, Hugo Moyano y Hebe de Bonafini, y algún otro por allí; y es prácticamente imposible encontrar una mención a él en esos medios, sin el aditamento de "polémico".  

Una búsqueda con su nombre en Google lleva a casi 1.600.000 resultados, y el hombre aparece anotados en todas: en el INDEC, en Papel Prensa, con las prepagas de medicina privada, con las petroleras, los frigoríficos, las tarjetas de créditos, los molinos, las exportadoras de cereal; y hasta en empresas en crisis como la ex papelera Massuh o Paraná Metal.

Y es tal la fuerza del mito instalado en torno a la figura de Moreno, que se prescinde de analizar sus condiciones técnicas o conocimientos específicos: aunque pocos lo recuerden, durante el conflicto con las patronales agropecuarias por la resolución 125, el Secretario de Comercio expuso en las audiencias del Senado de la Nación sobre los fundamentos del sistema de retenciones móviles, como podemos ver aquí y aquí.

Y esa exposición fue -al menos en nuestra opinión- junto a la de Aldo Ferrer en ambas Cámaras del Congreso, la más sólida de todo el debate; porque Moreno puso el acento donde hay que ponerlo, y justamente donde a él lo cuestionan (por su intervención en el INDEC): en los números; demostrando con toda claridad la extraordinaria rentabilidad de que gozaban entonces -y siguen gozando hoy- los empresarios agropecuarios, que pese a eso enfrentaban con una asonada cuasi golpista la pretensión del Estado de apropiarse de parte de esa renta extraordinaria. 

Ni falta hace decir que, a dos años y medio vista, muchos de los que entonces despotricaban contra Moreno piensan igual que él, aunque probablemente jamás lo admitirán en público.

Y es que en el caso de Moreno, se da muy claro aquéllo que decía Jauretche de que nos enseñaban a ir de compras con el manual del almacenero: vastos sectores de la clase media argentina repiten como loros el discurso demonizador de su figura, aunque vaya en contra de sus propios intereses porque, sin su intervención (y muchas veces pese a ella) deban pagar más caro el cable, la prepaga, el colegio privado, las comisiones del banco o el resúmen de gastos de la tarjeta de crédito.

A la Secretaría de Comercio que conduce Moreno le corresponde -por ejemplo- actuar como autoridad de aplicación de las leyes 20.680 (de Abastecimiento), 22.802 (de Lealtad Comercial), y 24.240 (de Derechos del Consumidor), y de su órbita depende la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, creada por la Ley 25.156 para actuar en caso de fusiones o concentraciones empresarias, para evitar situaciones de monopolio o abuso de posición dominante.

Pese a eso, no es muy frecuente que tanta ONG que anda por allí defendiendo a usuarios y consumidores (preferentemente de clase media urbana, blancos y con dentadura completa), rompa lanzas con los formadores de precios o las empresas dominantes del mercado de consumo en cualquier rubro; uniendo fuerzas con el "polémico" Moreno.       

No es tampoco un dato menor que no proliferen contra Moreno las acusaciones o sospechas de corrupción: no es -ni por asomo- asimilable a un Ricardo Jaime, por ejemplo, aunque algunos pretendan demostrar lo contrario. Con él parece que la cosa pasa por "los malos modales", como podemos ver aquí; modales que le valieran el ingeniosísimo apodo de "Patota" por parte de Jorge Lanata cuando conducía el diario Crítica, otro de sus experimentos fallidos (dicho esto último en el pleno y cabal sentido de la palabra).

Esa crítica resulta más boba aun, a poco que se repare en que a Moreno no le toca lidiar a diario con Juan Carr y su Red Solidaria, ni con el padre Farinello o la hermana Bernarda, la que enseñaba a cocinar por televisión: los orangutanes de la Mesa de Enlace, los ejecutivos de Shell o Techint, los banqueros de la city o Alfredo Cotto -por poner solo algunos ejemplos- son sus interlocutores habituales; y que se sepa  ninguno de ellos es manso a la hora de defender sus -abultados- bolsillos.

Y por esa vía llegamos a extremos desconcertantes, como éstas declaraciones del Ministro de la Producción de la provincia, Bertero; quien analiza la problemática del mercado del trigo "desde afuera" -como si fuera un columnista de un diario, algo por cierto habitual en los funcionarios de Binner, y en el propio gobernador- y, tras reconocer que las medidas del gobierno nacional son positivas para los productores, implícitamente admite lo inadmisible: que una corporación empresarial (en este caso la Mesa de Enlace) tiene el derecho de imponerle a un gobierno (en este caso el de Cristina) quienes deben ser sus funcionarios. 

A propósito, ésta es la ingeniosa solución al problema del trigo que encontró el gobierno del Frente Progresista.

Peor aun: Bertero entiende como positivo -en paralelo con la dirigencia agropecuaria- que se ponga el acento en la exportación aunque eso perjudique a los consumidores argentinos, que deberían pagar más caros bienes sensibles de la canasta familiar como los alimentos; incurriendo en una omisión imperdonable: los gobiernos provinciales son los responsables en su jurisdicción de fiscalizar el cumplimiento de las normas que Moreno debe aplicar en el orden nacional; y dentro de la estructura del gobierno del Frente Progresista esa responsabilidad recae sobre sus hombros. Por eso estas otras declaraciones de Bertero son un absurdo total.

¿Acaso alguien sabe si la provincia de Santa Fe tiene Secretario de Comercio o algo por el estilo, y cómo se llama?-, por ese camino Bertero seguramente nunca igualará a Moreno en menciones en las primeras planas de los diarios, para perjuicio de los consumidores santafesinos que parece que mucho no le preocupan.  

¿Qué es entonces lo que en definitiva se  cuestiona cuando se cuestiona a Moreno?

Ni más ni menos que la idea de un Estado presente, con un rol activo de ingerencia en el proceso económico, que no se resigna a dejarlo librado a las "fuerzas espontáneas del mercado", a la mano invisible de Adam Smith que resuelve mágicamente todo.

La diferencia entonces con Moreno es ideológica, pero por sobre todas las cosas de intereses: los que el Secretario de Comercio defiende, y los que defienden los que lo critican, que no solo son distintos, sino antagónicos en la mayoría de los casos.

Nada de todo lo dicho implicar negarse a discutir si las acciones concretas de Moreno son eficaces o no: de hecho, él expresa todas las virtudes del kirchnerismo pero también sus carencias, sobre todo en el plano organizativo; y tampoco puede perderse de vista que cabalga sobre la estructura de un Estado desvencijado ex profeso por el menemismo.

Pero, parafraseando al Che, eso no lo hace innecesario: muy por el contrario, hacen falta dos, cien, muchos Morenos, pero organizados e institucionales. El rol que cumple el Secretario de Comercio en la defensa de los intereses populares y del bolsillo del argentino medio (aun el medio nabo que lo critica) deben asumirlo las estructuras institucionales del Estado, las provincias, los municipios, los sindicatos, las organizaciones vecinales, los movimientos sociales; si verdaderamente queremos construir una sociedad más justa.

Porque si se reivindican como elementos positivos del ciclo kirchnerista la recuperación de la política, la afirmación del rol central del Estado y la revalorización de la militancia, hay que tener en claro que Guillermo Moreno es un cuadro político (como tal, presto a cumplir los roles que la organización política le demanda), que cree profundamente en el rol que el Estado debe cumplir y es - por dedicación y esfuerzo- un verdadero militante del proyecto iniciado en el 2003.

Por esa razón, en este blog somos todos morenistas, y Moreno -en nuestro equipo- juega siempre.

Y Fabianesi también.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ESTOY PREOCUPADO. CADA VEZ COINCIDO MAS CON EL BLOG (SABALE)

celina dijo...

acá ta!

http://www.senado.gov.ar:88/6510.pdf

empieza en la pag 26

La Néstor Kirchner -Santa Fe- dijo...

Chas gracias compañera, no lo podíamos encontrar para hacer el enlace.