CAMPAMENTO SOCIALISTA

 

Leemos aquí que, como todos los años, se realizó el último fin de semana el campamento nacional de la juventud socialista de todo el país -en este caso en Necochea- y contó con la presencia -entre otras figuras estelares- del gobernador Binner y el senador Giustiniani; aunque a diferencia de otros años, no coincidieron (como en la foto), seguramente como resultado de la durísima interna que vienen manteniendo por la candidatura a gobernador de Santa Fe. Ojo: acá dicen que sí, y acá dicen que no, vaya uno a saber.

Pero no vamos a seguir aburriendo con ese culebrón veraniego, y en cambio  pasamos a responder a la inquietud de algunos lectores del blog, que quieren saber como es, en verdad, un campamento socialista;y para eso operando encubiertos como en otra oportunidad, accedimos al diario íntimo de uno de los participantes, en el que relata la experiencia vivida:

"Querido diario:

Acabo de llegar del campamento de la juventud socialista en Necochea, y la verdad es que éste año no estuvo tan bueno como los anteriores.

Para empezar, los invitados que fueron eran bastante plomos: un tipo que lo imitaba todo el tiempo a Alfonsín (con bigotes y gesto con las manos y todo), y un viejito canoso que llegó con una máquina de humo, y empezó a pasar unos documentales plomazos de la minería y los glaciares; que todos nos dormíamos mirándolos hasta que nos despertaba a los gritos diciendo cada rato "¡ssssunescándalo!" y que sé yo. 

Para colmo en un momento dado empezó a hablar no sé que de las minas y pensábamos que la cosa mejoraba, pero resulta que nada que ver con que fueran pibas: era no sé que garcha de la Barrick Gold, o la Gold Silver, algo así. En fin, por lo menos este año no vino la gorda anaranjada que se la pasaba todo el tiempo recitando la Biblia y tirando mala onda.

Los juegos que organizaron para entretenernos, un embole: imagináte que dijeron "carrera de embolsados" y todos pensamos "bárbaro, jugamos a ver quien embolsa más viáticos, contratos, nombramientos de asesores y todo eso" pero no: era correr como unos boludos con los pies metidos en una bolsa de arpillera. Encima a la hora de comer, los dirigentes del partido nos hicieron preparar a nosotros los canapés y la ensalada de zanahoria rallada.

El único número del "Yo sé" que realmente nos entretenía, este año no lo pudimos ver, porque Binner y Giustiniani se pelearon todo el tiempo para ver quien era el muñeco y quien el ventrílocuo, y al final no hicieron una mierda; y encima Binner trató de meterlo por todos lados a Bonfatti, un plomo: se puso una peluca y unos bigotes postizos y hacía imitaciones de Alfredo Palacios y Estévez Boero, que le salieron como el orto.

No la pegó ni con la imitación de Alicia Moreau de Justo, porque para hacerla se sacó el bigote y no se parecía ni ahí; y encima mientras lo tuvo puesto, alambramos todo el tiempo que no se lo tragara como Macri.

Pensábamos pasar la noche sin dormir haciendo un fogón, pero no pudo ser: desde que viene Binner a los campamentos, aumentó seis veces el precio de la leña y el fuego igual se apaga siempre; y para que no hincháramos las guindas, lo pusieron a Bonfatti a explicarnos el Plan Estratégico y los Nodos: a los tres minutos roncábamos todos a pata suelta.

De paso pienso que tendríamos que ir replanteándonos la idea de "juventud socialista": yo me pregunto si yo mismo, con mis casi cincuenta años, tengo que seguir yendo a hacer esas pelotudeces; y si es justo que Héctor Polino, con sus ochenta años a cuestas, ande armando carpas y agarrando frío o mosquitos al pedo.

Y para terminar y ya que dije carpas: espero que este año ganemos las elecciones y seamos gobierno en la Nación, así el próximo campamento lo hacemos en la unidad turística de Chapadmalal, y nos dejamos de joder con estacas, tientos, zanjas para que no entre el agua y todas esas garchas."