sábado, 15 de enero de 2011

¡SE PUSIERON LA GORRA!


Leemos en Clarín de hoy la noticia del "bloqueo" a las plantas de distribución del diario (así como de La Nación), por parte del Sindicato de Camioneros que lidera Hugo Moyano, y -según el Gran Diario Argentino- de "militantes kirchneristas".

La nota aprovecha para hacer un historial de las presuntas "persecuciones" que el Grupo viene padeciendo, que hasta lo llevaron a la justicia, donde obtuvo un fallo (¡cuando no!) que dice que la medida de fuerza sindical "apunta a dañar a Clarín y otros diarios", calificación subjetiva inadmisible como fundamento jurídico de una resolución judicial.

Justamente hace pocos días el Procurador General Esteban Righi denunció ante el Consejo de la Magistratura al juez Garibotto (que interviene en una de las causas vinculadas a Papel Prensa) por haber "quebrado el papel neutral que debe observar el juez ante el proceso", al haber comparado la pretensión del gobierno de coadministrar la empresa (de la que propietario del 28 % de las acciones), "con los controles económicos impuestos por el régimen nazi".

Pero el Grupo Clarín (al decir de Lanata, el más débil en la disputa que mantiene con el gobierno) y su socio en Expoagro -La Nación-, no sólo tienen valedores en la justicia, sino también entre la dirigencia politica.

Apenas conocida la noticia, el diputado Adrián Pérez -candidato consorte de Lilita Carrió para las elecciones de octubre- reclama una especie de "policía de los bloqueos a los diarios"; es decir que al monopolio de la justicia que pretenden Clarín y La Nación, se les sume el de la fuerza pública.

Lo interesante del caso es que, ni los diarios presuntamente afectados -que titulan los hechos como un "ataque a la libertad de prensa"-, ni sus muchos abogados ad honorem, se preocupan por hacer saber a la opinión pública cuáles son las verdaderas causas del conflicto: el fraude laboral que las empresas periodísticas cometen desde hace tiempo, mediante la contratación de cooperativas de trabajo fantasmas para la distribución de sus ediciones.

Tercerización, que le dicen, a lo mejor les suena; lo cual no les impide escribir largos editoriales sobre la muerte de Mariano Ferreyra, o cederle espacio en sus diarios, radios y canales de televisión a los dirigentes del Partido Obrero para denunciar esas situaciones, siempre que el blanco elegido sea el gobierno nacional.

Por no mencionar que las empresas del Grupo Clarín -empezando por el mismísimo diario- impiden por todos los medios que sus trabajadores ejerzan el derecho a sindicalizarse, y organizarse para defender sus derechos; sin que nadie titule tal comportamiento como "bloqueo a la libertad sindical".

La dirigencia política opositora, con una genuflexión verdaderamente asqueante ante el poder económico y mediático, sale presta a ponerse la gorra en su defensa; pidiendo represión a lo pavote (aunque como bien dicen, no hay nada más fascista que un presunto progre asustado), sin molestarse siquiera en analizar los intereses en juego en la disputa.

Y eso que algunos, si de gorra se trata, necesitan un talle especial

2 comentarios:

Antonio (el Mayolero) dijo...

Pitrola; ¿no es sindicalista de los Gráficos? ¿Que opinion tiene sobre este conflicto?

La Néstor Kirchner -Santa Fe- dijo...

Es una pregunta muy interesante vea, seguro se solidariza con el hermano de Altamira.