Ayer nomás -como diría Lito Nebbia- La Nación ponía en tapa una impactante denuncia sobre la discriminación en la asignación a los distintos medios, de la pauta publicitaria oficial.
El tema es un recurrente caballito de batalla del diario de los Mitre, como podemos ver acá; y es recogida con frecuencia como tema de agenda por el rejuntado opositor que va a remolque de los medios hegemónicos, como vemos aquí.
El eje del enfoque es: pauta oficial repartida discrecionalmente a medios "amigos" del gobierno, premiando su obsecuencia y "castigando" al periodismo independiente que lo critica o investiga; y así dicho parece de una lógica de hierro, pero si se convalida el ángulo de análisis hay algo que queda aun más claro: el que pone la pauta, determina la línea editorial del medio.
Y si eso es así, ¿por qué razón no funcionaría del mismo modo con la publicidad pautada por los avisadores privados, muchos de ellos empresas poderosísimas, que invierten en difundir sus productos o servicios muchísimo más dinero que cualquier gobierno?
Y para probar si la cosa funciona o no igual, veamos un par de casos, del mismo diario La Nación.
Todos tenemos presente la impactante noticia publicada en Página 12 del domingo sobre las 130 personas reducidas a la esclavitud por la empresa Nidera en un campo en San Pedro. El diario La Nación, sin embargo -el mismo que denuncia el arbitrario reparto de la publicidad oficial- tiene otra visión del mismo tema.
¿Tendrá quizás que ver con ésto? (ver auspicio a la derecha de la nota), ¿o tal vez con ésto otro? (ver al costado el imperdible "Especial fitosanitario")
Todos tenemos también conocimiento de los padecimientos que sufren los usuarios de Capital Federal y el Gran Buenos Aires por los constantes cortes de luz -ojo, acá no nos salvamos, eh- y la pésima prestación del servicio por parte de las empresas privadas a las que el menemismo les concedió su explotación.
Sin embargo, La Nación nos ¿sorprende? hoy con otro enfoque distinto del mismo problema.
Hasta acá llegamos nosotros, les dejamos a ustedes la tarea de buscar en las páginas del diario los auspicios de Edenor, Edesur y Edelap; a menos claro, que la cosa se maneje en ese sentido con el método Pagni:
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