miércoles, 5 de septiembre de 2012


EL GRUPO CLARÍN ATACA DE NUEVO A VENEZUELA PARA METER MIEDO EN ARGENTINA



La edición de videos de archivo, las medias verdades, las mentiras descaradas y la falsificación de datos sobrepasaron los límites.
En un programa de 80 minutos de duración, el canal El Trece, propiedad de la corporación mediática más poderosa y monopólica de Argentina, el Grupo Clarín, presentó un reportaje que reunía exclusivamente la visión de la oposición.

Así, a poco más de un mes de las elecciones en nuestro país, esta corporación contribuye a preservar las matrices de engaño que ocultan las verdades sobre la Revolución Bolivariana.

La emisión televisiva, llamada “Periodismo para todos”, conducido e ideado por Jorge Lanata, conocido periodista argentino y enemigo declarado de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, se basó exclusivamente en recoger en Caracas declaraciones de dirigentes opositores y opinadores de oficio provenientes de este sector.

La misión tenia doble propósito: mantener las mentiras sobre nuestro país y, en base a ellas, atemorizar a los argentinos sobre el supuesto destino que les esperaría si la gran mayoría del pueblo sigue apoyando a la presidenta Cristina Fernández; por ello este pasquín-reportaje se tituló “Recuerdos del Futuro”.

Los personajes entrevistados fueron: Asdrúbal Oliveros, economista de la neoliberal IESA y ex asesor del Grupo Santander; el concejal metropolitano de la oposición, Freddy Guevara; los periodistas de oposición Laura Weffer, Vladimir Villegas y Antonio Díaz Espejo; y la jefa de contenido de RCTV, Tamara Slusnys. También participaron el académico opositor Roberto Briceño León, Román Lozinski, ancla de Globovisión; y Teodoro Petkoff.

Lugares comunes usados por la derecha como la supuesta perpetuación del poder, el abuso de las cadenas, la política sistemática de ataque a la propiedad privada basada en las expropiaciones, la ausencia de libertad de expresión, el irrespeto a la Constitución, la concentración del poder, el autoritarismo, etc; fueron los condimentos usados por el programa para influir en la opinión pública y atemorizar.

Por ejemplo, Vladimir Villegas, interrogado por Lanata sobre "¿en qué se parecen los venezolanos a Chávez?", dijo: “Bueno mira yo creo que los venezolanos se parecen a Chávez más o menos en que todos tenemos un Chávez por dentro. Yo creo que eso, en el sentido que todos tenemos algo de autoritario, cuando tenemos poder a veces abusamos de él. En el fondo somos muy sentimentales y Chávez ha sabido jugar con eso. Chávez apostó a una conexión emocional con la gente”.

La mofa y la burla complementaron el pseudoreportaje con la incorporación de personajes disfrazados como los presidentes de Venezuela y Argentina en el estudio de televisión.

De esta forma se intensificaron los pregones de los grandes medios que se oponen a los cambios emancipatorios de América Latina, sobre la idea de que los que siguen estos proyectos están movilizados exclusivamente por la pasión y la irracionalidad.

Y con este reduccionismo basado en falsedades se pretendió transmitir que los que acompañan estos movimientos son las "hordas embrutecidas", que nada tienen que ver con la "minoría iluminada y pensante" del país.

La edición de videos de archivo, las medias verdades, las mentiras descaradas y la falsificación de datos sobrepasan los límites, muy al estilo de los Guardianes de Chávez, transmitido exactamente hace dos años por Canal Cuatro de España.

Ésta es otra muestra de que la derecha comunicacional se une, a un mes de las elecciones en nuestro país, para intentar revertir lo que parece inevitable: la victoria de Hugo Chávez el 7 de octubre.

También es una muestra de algo que cambiará: el trabajo sucio que seguirán haciendo las grandes corporaciones para darle guerra a los proyectos de liberación en América Latina.

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