El investigador del Observatorio en Comunicación y Democracia, Álvaro Verzi Rangel, alertó sobre la participación activa en nuestro país de la organización estadounidense Freedom House, con tareas dirigidas a asesorar a la oposición venezolana y posicionar al candidato de derecha Henrique Capriles como una opción posible para desmontar el proyecto bolivariano.
Utilizan técnicas de operación psicológica, a través de los medios de comunicación de la derecha como punta de lanza para lograr los objetivos, según investigación publicada en el portal web contrainjerencia.com.
Las tácticas de operación ya han sido aplicadas en otras coyunturas latinoamericanas como las acontecidas en Panamá, Nicaragua y El Salvador. En Venezuela tiene una cabecilla, Viviana Giacaman, la jefa del programa de Freedom House para América Latina, quien estuvo residenciada en Caracas por varios meses, en el lujoso hotel Altamira Suites.
Esta organización ejerce sus labores de injerencia y financiamiento en Venezuela desde 2002. Durante el golpe de Estado de ese año llegó a declarar que "trabajábamos con los que buscan detener la dirección autoritaria del gobierno de Chávez". Sí, así reconocieron que tuvieron una participación activa en aquel zarpazo a la democracia venezolana.
En 2005, esta entidad estrechó lazos económicos y programáticos con la USAID (expulsada por injerencia de Venezuela, Bolivia y Rusia), para lograr los objetivos de imponer un gobierno complaciente con los intereses de los Estados Unidos, asesorando y financiando a dirigentes opositores, aumentando en 2008 las cuotas de dinero para América Latina en un 90 %.
Venezuela, Cuba y Bolivia son los países donde más dinero se han inyectado para contrarrestar los procesos de emancipación que llevan adelante cada uno de estos pueblos.
En nuestro país, la derecha ha logrado que se aumente el financiamiento a 1 millón de dólares destinados para desarrollar procesos de formación de opositores para el engranaje de tácticas de guerra sucia comunicacional.
Freedom House se fundó en 1941 con el objetivo preciso de infiltrarse en países que no responden a los intereses del gobierno de EEUU y generar una vuelta en las relaciones de poder. Los miembros de la junta directiva han estado asociados a las facciones más ultraconservadores como Zbigniew Brzezinski (diplomático, miembro de la Comisión Trilateral y el Grupo Bilderberg), Samuel Huntington (inventor de la teoría imperialista del “choque de civilizaciones” y miembro de la Comisión Trilateral), Thomas Foley (diplomático, presidente de la Junta Directiva de la Comisión Trilateral), Otto Reich y Donald Rumsfeld, entre otros conocidos personajes de intervencionismo norteamericano.
Los vínculos entre esta organización y la oposición venezolana son estrechos, igual que lo son con la USAID, la NED y la CIA, la Fundación Nacional Demócrata y la Liga Mundial Anticomunista.
La investigación también revela que "el Centro Nacional de Inteligencia del Ejército de EEUU desclasificó –claro, parcialmente- un documento que confirma que el equipo de operaciones más poderosos del Pentágono está empleando sus esfuerzos para descabellar la administración bolivariana" y añade que "este documento, de 2006, fue elaborado por el Grupo 4 de Operaciones Psicológicas y el Centro Nacional de Inteligencia, ambos del ejército norteamericano, y deja en claro que este único equipo de guerra psicológica está trabajando en la región, contra el gobierno bolivariano, como antes lo hiciera en Afganistán e Iraq".
Utilizan técnicas de operación psicológica, a través de los medios de comunicación de la derecha como punta de lanza para lograr los objetivos, según investigación publicada en el portal web contrainjerencia.com.
Las tácticas de operación ya han sido aplicadas en otras coyunturas latinoamericanas como las acontecidas en Panamá, Nicaragua y El Salvador. En Venezuela tiene una cabecilla, Viviana Giacaman, la jefa del programa de Freedom House para América Latina, quien estuvo residenciada en Caracas por varios meses, en el lujoso hotel Altamira Suites.
Esta organización ejerce sus labores de injerencia y financiamiento en Venezuela desde 2002. Durante el golpe de Estado de ese año llegó a declarar que "trabajábamos con los que buscan detener la dirección autoritaria del gobierno de Chávez". Sí, así reconocieron que tuvieron una participación activa en aquel zarpazo a la democracia venezolana.
En 2005, esta entidad estrechó lazos económicos y programáticos con la USAID (expulsada por injerencia de Venezuela, Bolivia y Rusia), para lograr los objetivos de imponer un gobierno complaciente con los intereses de los Estados Unidos, asesorando y financiando a dirigentes opositores, aumentando en 2008 las cuotas de dinero para América Latina en un 90 %.
Venezuela, Cuba y Bolivia son los países donde más dinero se han inyectado para contrarrestar los procesos de emancipación que llevan adelante cada uno de estos pueblos.
En nuestro país, la derecha ha logrado que se aumente el financiamiento a 1 millón de dólares destinados para desarrollar procesos de formación de opositores para el engranaje de tácticas de guerra sucia comunicacional.
Freedom House se fundó en 1941 con el objetivo preciso de infiltrarse en países que no responden a los intereses del gobierno de EEUU y generar una vuelta en las relaciones de poder. Los miembros de la junta directiva han estado asociados a las facciones más ultraconservadores como Zbigniew Brzezinski (diplomático, miembro de la Comisión Trilateral y el Grupo Bilderberg), Samuel Huntington (inventor de la teoría imperialista del “choque de civilizaciones” y miembro de la Comisión Trilateral), Thomas Foley (diplomático, presidente de la Junta Directiva de la Comisión Trilateral), Otto Reich y Donald Rumsfeld, entre otros conocidos personajes de intervencionismo norteamericano.
Los vínculos entre esta organización y la oposición venezolana son estrechos, igual que lo son con la USAID, la NED y la CIA, la Fundación Nacional Demócrata y la Liga Mundial Anticomunista.
La investigación también revela que "el Centro Nacional de Inteligencia del Ejército de EEUU desclasificó –claro, parcialmente- un documento que confirma que el equipo de operaciones más poderosos del Pentágono está empleando sus esfuerzos para descabellar la administración bolivariana" y añade que "este documento, de 2006, fue elaborado por el Grupo 4 de Operaciones Psicológicas y el Centro Nacional de Inteligencia, ambos del ejército norteamericano, y deja en claro que este único equipo de guerra psicológica está trabajando en la región, contra el gobierno bolivariano, como antes lo hiciera en Afganistán e Iraq".
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