lunes, 29 de octubre de 2012


La Alianza sufrió ayer una derrota que -tal como lo ocurrido el 2004-compromete sus posibilidades de éxito en las presidenciales 2013.
por Christian Rendic
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1. Alianza sufre derrota y pierde comunas clave
La meta del oficialismo era mantener el resultado de las municipales de 2008, cuando vivió su mejor performance al superar en votación en alcaldes a la Concertación. Esa fue la antesala de la presidencial que, un año después, ganaría Sebastián Piñera. Sin embargo, ayer la Alianza sufrió una importante derrota, además de perder comunas cruciales que llevaban bastante tiempo en sus manos: Santiago, Providencia, Concepción, Recoleta, Independencia, La Reina y, hasta anoche, Ñuñoa. El balance arroja que esas comunas suman más de 870 mil habitantes, que antes estaban bajo el gobierno local de la coalición. En contraste, su principal triunfo fue en La Florida, donde residen más de 360 mil personas. El primer test electoral de la centroderecha en La Moneda, al perder su coalición 21 comunas, arroja un saldo negativo.
2. Abstención histórica
El sistema de voto voluntario en Chile tuvo un debut poco auspicioso. Si se toma como base a toda la población mayor de 18 años -que a partir de la inscripción automática es la que considera el universo electoral-, en las municipales de 2008 la participación fue de 57,4%, la más baja desde 1992. Y considerando sólo a los inscritos en esa ocasión, fue de 14,1%.
Ayer, sin embargo, se proyectaba una participación de 43,1% y una abstención de 56,9%. Con el 95% de las mesas escrutadas, habían votado 5.476.947 de los 13.404.084 habilitados para hacerlo. La cifra sorprendió al mundo político y al gobierno, desde donde hicieron insistentes llamados a participar en los días previos a la elección. La participación del padrón electoral, de paso, descolocó a los expertos en encuestas. Y también instaló una convicción que, a la luz de los resultados de ayer, asumió equivocadamente la Concertación, pues desde sus filas hicieron un llamado a volver al voto obligatorio, bajo la lógica de que la voluntariedad beneficiaba al oficialismo.
3. Cambio de gabinete
El debate se instaló con fuerza en el oficialismo varios días antes de la elección municipal: para no pocos en la Alianza, el cambio de gabinete que el gobierno tiene que necesariamente realizar antes del 16 de noviembre por la salida de los ministros y subsecretarios que esperan competir por un cupo en el Congreso, debería incluir a los presidenciables Laurence Golborne y Andrés Allamand.
Aunque ad portas de la jornada de ayer la UDI -que apoya la opción del titular del MOP- inició una arremetida para contener la insistencia de RN -que está detrás de Allamand- de hacer el cambio lo antes posible, el resultado de ayer vuelve a abrir la discusión. En el gobierno apostaban a que un buen resultado en las elecciones contendría la presión abierta a partir de las municipales, pues instalaría la idea de que el oficialismo es competitivo más allá de lo que indican las encuestas. Ahora, no obstante, no se descarta que los partidos opten por privilegiar las parlamentarias y, para armarse bien, pidan la salida de las figuras mejor evaluadas que están en el gabinete (ver pág. 12).
4. El efecto de la
presidencialización
La tensión que protagonizaron RN y la UDI, a partir de la decisión de Allamand de marginarse de las municipales y la de Golborne de apoyar abiertamente a algunos candidatos (20 en total, en sus días libres), terminó a ojos de algunos analistas por darle la razón al titular de Defensa. Esto, pues el haber presidencializado la campaña perjudicó al oficialismo. De paso, asoma como una luz de alerta para el propio Golborne, pues candidatos a los que apoyó con decisión -como Pablo Zalaquett en Santiago, Emilio Armstrong en Concepción y Joaquín Lavín León en Maipú- fueron derrotados.
5. Oxígeno para la
Concertación
Sorpresa hubo anoche entre los principales líderes de la oposición. Si hasta ayer el conglomerado contaba con la alta valoración de Michelle Bachelet en las encuestas como su gran arma de presentación para las presidenciales de 2013, ahora suma razones para estar optimista. Según la última encuesta del CEP (agosto 2012), sólo un 18% de la población decía sentirse identificado o simpatizar con la Concertación, lo que marcaba una caída de cuatro puntos respecto de abril. En la Adimark de septiembre, apenas un 19% decía aprobar la gestión del conglomerado. Anoche, con el 95% de las mesas escrutadas, eran 21 los municipios que sumaba la Concertación, respecto del 2008, mientras que la Alianza perdía 23.
6. Crecen el PC y el PRO
El PC desplazó a los radicales al alcanzar el 6,42% a nivel nacional y obtuvo un sorprendente triunfo en Recoleta, con Daniel Jadue, ante la división de la UDI. El PRO de Marco Enríquez, en tanto, obtuvo siete alcaldías y ostenta un 4% de votos a nivel país.

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