Entrampado en su propia telaraña
Como si se tratara de una premonición,
el notable politólogo y escritor español Juan Carlos Monedero eligió un
título muy provocativo para una de sus más recientes columnas de
opinión: "Huir de la Moncloa en helicóptero", en la que recordaba la
caída de Fernando de la Rúa en la Argentina para explicar la enorme
fragilidad en la que se encuentra el presidente del gobierno español,
Mariano Rajoy, como consecuencia del escándalo de financiamiento ilegal
del oficialista Partido Popular (PP).
Pero la fragilidad de Rajoy se multiplicó de
manera exponencial este fin de semana cuando el diario El Mundo publicó
varios mensajes de texto que habrían intercambiado, entre principios de
2012 y marzo de 2013, el actual mandatario español y el ex tesorero del
PP, Luis Bárcenas.
Uno de los intercambios de mensajes más recientes se habría producido
en enero pasado, el mismo día en que ese periódico publicó documentos
denunciando que Bárcenas había pagado durante años sobresueldos en negro
a parte de la cúpula del PP, entre ellos a Rajoy, y 48 horas después de
que se conociesen las cuentas suizas no declaradas del ex tesorero
encarcelado desde hace un mes. En un SMS de Bárcenas a Rajoy, el ex jefe
de la caja le asegura que no emitirá un comunicado para desmentir la
información publicada por el diario El Mundo porque considera que el PP
le quitó su apoyo al soltarle la mano. Aun así, el ex tesorero sigue
expresando su fidelidad y agradecimiento personal a Rajoy.
"Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo",
contestó ese día Rajoy, según reprodujo el diario madrileño. En otro de
los SMS, esta vez enviado en febrero de 2012, el mandatario español
intentó calmar a Bárcenas, quien ya se encontraba en el ojo de la
tormenta mediática: "Esto no es fácil. No hay que equivocarse.
Tranquilidad... Es lo único que no se puede perder. Un abrazo."
El discreto Rajoy, que es celoso de su intimidad hasta rozar lo
patológico, debe haber estallado de furia al ver sus mensajes de texto
publicados en los diarios. Del mensaje se desprende que Rajoy quería que
Barcenas hiciera lo mismo que él: resistir. Pero no es lo mismo
resistir en el Palacio de la Moncloa que en la celda de una cárcel. Al
presidente del PP no le cabía en la cabeza que un ex gerente del PP, un
ex tesorero del PP, un ex senador del PP fuera a confesar las
intimidades de un partido, e incluso dando a conocer los SMS. El día que
se descubrió que el ex tesorero del PP tenía una cuenta en Suiza con 16
millones de euros, Rajoy dio la orden de decir que esto no tenía nada
que ver con el partido. Ahí empezó una estrategia política imposible que
ha desembocado en una situación imposible.
Ayer, Barcenas declaró ante un juez de la Audiencia Nacional que hizo
entregas "en efectivo" a Mariano Rajoy en 2008, 2009 y 2010 y además
ofreció un pendrive con todos los datos de la contabilidad paralela del
PP.
El ex responsable de las cuentas del PP confirmó uno a uno todos los
apuntes recogidos en la contabilidad paralela, es decir, cómo se recibía
el dinero negro de empresarios, y se entregaba a diversos fines, entre
ellos el reparto de sobresueldos en efectivo, en sobres marrones, a los
dirigentes del partido. Muchos de ellos, en billetes de 500 euros.
Aparte del dinero cobrado por Rajoy entre 1990 y 2008, según los
papeles de Bárcenas, el ex tesorero señaló que entregó al ahora
presidente del gobierno otros 45 mil euros en metálico y en sobres entre
2009 y 2010, y el mismo dinero, de la misma manera y en las mismas
fechas, a María Dolores de Cospedal. La entrega a esta última del dinero
de 2009 se lo hizo en el Senado, cámara de la que ambos eran miembros.
Tras comprometer a Rajoy, Bárcenas exculpó expresamente a José María
Aznar, pese a que presidió el partido entre 1990 y 2004, es decir,
durante 14 de los 18 años que abarcan sus polémicos papeles.
Apenas una hora después de que Bárcenas confirmara ante la Audiencia
Nacional la autenticidad de los documentos publicados en los últimos
días sobre la contabilidad irregular del PP, Rajoy se limitó a responder
que "los SMS que se publicaron ayer lo único que hacen es ratificar que
el estado de derecho no se somete a chantaje".
"Voy a defender la estabilidad política y voy a cumplir el mandato
que me han dado los españoles en su momento", afirmó Rajoy en el Palacio
de La Moncloa, haciendo gala de un autismo político que nuevamente
recuerda al de De la Rúa en los días previos a su caída.
El diario El País se vio obligado a recordarle a Rajoy que "Bárcenas
es un producto genuino del Partido Popular y de nadie más. Es preciso
aclarar quién fabricó a este malhechor, quién lo alimentó y quién
compartió con él sus fechorías."
"En el momento de mayor debilidad objetiva del gobierno de Rajoy, ni
el PSOE ni Izquierda Unida son capaces de promover el último empujón que
termine con este sarcasmo del gobierno del PP, que hoy parece, más que
un partido de la derecha liberal y conservadora, una asociación urdida
para delinquir", había escrito Monedero en la columna ya mencionada y
que finalmente actuó como disparador para que el PSOE pidiese la
renuncia del presidente.
"El PSOE (Partido Socialista), ante la insostenible situación
política que atraviesa España, se ve en la obligación de exigir la
inmediata dimisión del presidente del gobierno, el señor Mariano Rajoy",
sentenció este fin de semana el secretario general del PSOE, Alfredo
Pérez Rubalcaba. El dirigente aclaró que, a diferencia de otras fuerzas
opositoras como Izquierda Unida, ellos no piden elecciones anticipadas
sino que el PP remplace a Rajoy al frente del gobierno nacional. Hasta
que eso suceda, el líder del principal partido opositor español anunció
la ruptura de todas las relaciones con el PP.
"Izquierda Unida –explica Monedero–, no tiene detrás una ciudadanía
capaz de acorralar al gobierno reclamando democracia, como hemos visto
en América Latina, de manera que los gobernantes mentirosos tengan que
salir en helicóptero de la casa de gobierno." Si Izquierda Unida no
puede, el PSOE no quiere. Si en uno es impotencia, en el otro es un
juego táctico, porque si se convocara a elecciones anticipadas es
probable que el PP volvería a triunfar. Para el PSOE, el mejor escenario
es esperar y esperar y esperar hasta que Rajoy caiga por su propio
peso. Algunos analistas creen ver el inconfundible sello de Felipe
González en ese maquiavélico consejo.
Para Monedero, están tocadas todas las claves para un estallido, pero
nadie puede escribir qué es lo que hace que los regímenes finalmente
caigan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario