Hace un tiempo decíamos que la oposición y los medios hegemónicos (en realidad, el orden deberíamos invertirlo) intentaban poner en agenda un tema tras otro, con ribetes de "sssunescándalo" diría Pino, en el afán de esmerilar al gobierno de Cristina. También señalamos que los globos inflados, se desinflaban cada vez más rápido.
Para esta altura más o menos del año pasado, estábamos hasta las tarlipes del culebrón del okupa V.I.P. Redrado, atrincherado en el Banco Central en defensa de las reservas; y un año después (ocupaciones de predios, faltante de nafta y de billetes en los cajeros mediante), comienza a tomar forma el nuevo culebrón del verano: la realización de las internas abiertas de agosto, previas a las elecciones presidenciales de octubre.
Primero empieza la jueza Badú Budú Budía con que no puede depurar a tiempo los padrones en Capital Federal: 2.890.000 habitantes, sólo la mitad vota, 200 km2, ¿qué le esperará a los jueces electorales de la provincia de Buenos Aires, con 15.590.000 habitantes, casi 8 millones de electores y 307.000 Km2?
Y de ella se cuelgan todos: desde Lilita y Margarita que dicen que la ley es "de cumplimiento imposible", hasta Mauricio que dice que "el cronograma electoral es confuso" (para él, hasta la guía telefónica es confusa), pasando por De Narváez y el inefable "traje hecho a la medida de", en este caso Kirchner (por razones obvias, tendrían que ir renovando el argumento muchachos).
De paso, Clarín aprovecha la bolada en la misma nota, para meter una negrita destacando que la reforma prohíbe la contratación de publicidad política en forma privada por los partidos políticos (lo que devela lo que realmente le preocupa de todo ésto); y La Nación no se queda atrás: de "trampa para todos" a "fraude" hay apenas un pasito, un clásico de cada elección (a la cual las legislativas del 2009 no escaparon ni de cerca).
Y para no quedarse atrás se suma Tachuela, con su "preinterna" del peronismo federal; que sería algo así como el test de embarazo para hombres: no puede hacer internas un partido que no existe como tal, ni ha obtenido el número de afiliados suficientes para que le otorguen la personería.
Lo de Gerardo Morales, como de costumbre, para alquilar balcones: dice acá que el gobierno -que es el que quiere que se hagan las internas abiertas que establece la ley votada por el Congreso- "tiene la intención de no cumplir con la ley y de modificar las reglas de juego", pero a la hora de ver como elegirían los radicales su candidato (cuando lo que corresponde es que participen en la interna abierta de agosto), nos encontramos con ésto otro. Si alguno lo entiende al tipo, se reciben explicaciones.
Pero la cosa viene en realidad desde antes, porque cuando se sancionó la reforma política que es la Ley 26.571, sufrió un veto parcial de Cristina en dos artículos: los que retrasaban su entrada en vigencia para el 2012 (o sea luego de las elecciones de éste año, un paraguas para cuando no llueve digamos).
En esa oportunidad, el inefable jurista Gil Lavedra (asesor de Binner para más datos) publicó un inverosímil artículo en La Nación sosteniendo la cuadratura del círculo: que la reforma no estaba vigente, porque la oposición había rechazado el veto, pero sin lograr los dos tercios exigidos por la Constitución.
Pero además gente, veamos un punto: ¿qué inconvenientes pueden tener con una interna abierta Lilita Carrió, Pino Solanas o Mauricio Macri por ejemplo?, en sus respectivas pymes políticas, ¿dejarán alguna vez asomar líneas internas que los contradigan?
¿Existe alguna posibilidad de que se disuelva la férrea sociedad política que conforman -al menos hasta el momento de escribir estas líneas, eh- Pitrola y Altamira en el Partido Obrero , y en tal caso hacia cual de los dos inclinaría su apoyo Duhalde?
Eso sí: de lo que no caben dudas es que estos temas apasionan a los argentinos, eh; no se oye hablar de otra cosa en el supermercado, en las colas de los cajeros automáticas, en las estaciones de servicio y en los balnearios de la costa atlántica, vea señora.
La verdad de la milanesa con todo esto no tiene que ver ni con los padrones (que dicho sea de paso, serán los mismos en las internas que en la elección general), ni con los cronogramas, ni con nada de eso; sino con otras cuestiones más acuciantes para el rejuntado opositor como éstas.
Ante la inminencia de una derrota catastrófica -que al menos por ahora parece inevitable-, han decidido no esperar como Lilita Carrió en el 2007 a las seis de la mañana del lunes siguiente a las elecciones; sino poner en tela de juicio desde ahora la legitimidad de un nuevo triunfo electoral de Cristina, sin importarles un comino el daño que estas cuestiones le hacen a la democracia.
La verdad es que ante esto, nosotros dudamos un instante en coincidir con la evaluación que hizo del tema el ministro Randazzo, porque después leemos cosas como ésta y pensamos que, antes que gansadas, estamos en presencia de delirios mesiánicos o, simplemente, hijoputeces.
Aunque si el problema es de Lilita es perder algunos kilos, la cosa es más fácil: que se corte la cabeza (loque incluye obviamente la lengua) y listo, total si la va a usar para decir cosas como éstas, ¿para qué la quiere?.
3 comentarios:
Estoy preocupada muchachos/as.Elabas ya no es Elabas, dice ser ahora Sabalero, y desde hace 4 post que no comenta, a ver si alguno lo habla y averigua que está pasando, tal vez la cerveza y las vacaciones le están pegando mal.
Cristina A.
da como un asquito ocular leer la entrevista al ballenato
Sra. Cristina (imagino que no es del grupo "A")si observa la foto ahí está Elabas. Mire de izquierda a derecha y contará a siete que lo tienen alzado. Ahora me reencarné al revés y soy Sabalé. Pero sigue mi vicio con la bebida lúpulo-cebatosa. Hoy terminé a la 04. Dormí 4 horitas y desde entonces estoy esperando para que a la nochecita salga algo del congelador. El tiempo no pasa nunca!
Publicar un comentario