Arrancamos en el verano, con el culebrón del uso de las reservas del Banco Central para pagar deuda; Redrado como okupa VIP que se negaba a ser echado, y Gerardo Morales que juraba defenderlo a muerte, en defensa del valor de la moneda y para evitar el estallido hiperinflacionario.
Pronosticaron entonces un inminente default de la Argentina, entre otro sinfín de calamidades; algo que ahora sabemos que no ocurrió, pero por lo menos le sirvió a Redrado para levantarse a Luciana Salazar, y escribir un libro.
Siguieron después con la novela de la embajada paralela y las coimas en las negociaciones con Venezuela; pero meses después ya nadie se acuerda quien es Saodus, no existe una sola prueba de que lo que decía fuera cierto, y el mamarracho hasta les podría hacer perder grandes negocios a Clarín y La Nación.
Luego vinieron las denuncias de coimas en el Congreso para la aprobación del Presupuesto, o para que no lo aprueben, porque al final ni en eso se pusieron de acuerdo.
Otro tema que quedó en la nada, a no ser por las grandes muestras de diálogo y consenso a que dio lugar, y si no nos creen, pregúntenle a Kunkel.
El escándalo de los cables revelados por Wikileaks no lo inventaron acá, pero sí le dieron manija –en tándem con el diario El País de España- a las averiguaciones de los EEUU sobre la salud mental de Cristina, comprando pescado podrido que ellos mismos pusieron a la venta dos o tres años antes.
Tras la muerte de Kirchner, comenzó la “Operación Isabel”, para demostrar la debilidad de Cristina y su presunta incapacidad para afrontar sola las responsabilidades del gobierno.
En ese contexto, se produjeron los hechos de Villa Soldatti, mientras Duhalde salía a pedir orden.
Cuando la ocupación del Parque Indoamericano quedó sin efecto (mal que les pese, en forma pacífica y sin necesidad de reprimir), apareció la toma del club Albariños, que se empeñan en mantener a flote, aferrándose con desesperación a un poco probable estallido social.
Hay que comprenderlos a los muchachos: el peronismo federal implosionó, los radicales se enredan cada vez más en sus internas, Carrió lanza una candidatura en la que solo ella y su corte de alcahuetes creen, Pino Solanas junta en el lanzamiento de su candidatura a presidente cinco veces menos gente que la que juntó acá Agustín Rossi para lanzar la suya a gobernador; y Macri ya sobreactúa su inutilidad.
Frente a eso el gobierno hace lo que debe: gobernar, y así las cosas se le complican.
Pero no se arredran: arrancaron el año inflando globos, y lo van a seguir haciendo mientras puedan, aunque sean globos que, de tan viejos, se revientan enseguida porque están vencidos.
Habrá que estar atentos entonces, para seguirlos pinchando.
2 comentarios:
http://www.lt10digital.com.ar/home/index.php?acc=ns_fa&id=101190&id_hz=1
¡Me cago en la obsesión de "transparencia" de Hermes y su ballet! Una payasada que mantiene los privilegios de unos cuantos: de los agentes de Tribunales, por ejemplo, sólo hay datos de nombre y documento...
Veo que anduvo hoy por el Museo Rosa Galisteo estimada, pero lo que usted señala no es lo peor: el portal es una absoluta venta de humo, no contiene ningún dato nuevo que no estuviera ya disponible en Internet en el portal oficial del gobierno de la provincia, y desde mucho antes de que Binner asuma el gobierno.
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