martes, 28 de diciembre de 2010

COLLAR DE PERLAS III

En esta entrada en particular, vamos a analizar los números del Presupuesto provincial 2011 en Educación y Salud.

Subsidios cruzados

Los subsidios a la enseñanza privada (incluyendo la parte proporcional del Incentivo Docente, y sin incluir las partidas para comedores escolares y copa de leche a escuelas privadas) serán el año próximo $ 1.176.188.000, más del doble del presupuesto total del Ministerio de Desarrollo Social, o 3,29 veces lo que gastará Pablo Farías -el candidato de Binner a intendente de Santa Fe- en transferencias directas de dinero a los sectores más pobres de la provincia, y el 18,89 % del presupuesto total del Ministerio de Educación.

A arreglar las escuelas, ...con plata ajena

El presupuesto educativo contempla obras en las escuelas por $ 249.323.000 (el 4 % del presupuesto total de Gélida Rasino), de los cuales el 68,66 % se financia con partidas transferidas por la Nación (como las de la Ley de Educación Técnica Profesional), entre ellas el Fondo Soja. De hecho, el famoso F.A.N.I. (Fondo de Atención de Necesidades Inmediatas) del gorrito de pintor de Hermes, originariamente creado con aportes del Tesoro provincial para atender reparaciones menores en los edificios escolares, contará el año próximo con 50 millones del fondo sojero, sobre un total de 90 millones asignados.

Aun así, el dato preocupante es que la inversión en ese rubro prevista en el proyecto de Presupuesto provincial 2011 es un 15,56 % menor a la que se ejecutará este año, que por cierto y de acuerdo a este decreto, se solventó en un 75,15 % con las partidas del Fondo Solidario Federal (Fondo Soja). 

Rasino es una becada

El Ministerio de Educación duplicará su presupuesto para becas para los estudiantes de menos recursos (que pasará de 4,3 millones de pesos a 9.040.000), lo cual lo hará saltar a la astronómica participación del 0,14 % de su presupuesto total, pero a no entusiasmarse: a fines del año 2009, dejó sin invertir (o sea sin asignar becas) más de 5 millones de pesos, que fueron transferidos a Rentas Generales para enjugar el déficit que arrojó el pasado ejercicio; y este año la cosa pinta más o menos igual.

 En salud, lo primario es lo complejo

Los cinco mayores hospitales públicos de la provincia (Cullen, Iturraspe, Alassia, Centenario y Provincial de Rosario) se llevarán el año próximo el 32,57 % del presupuesto total del Ministerio de Salud, cuando en el 2009 insumían el 36,42 %; y los Centros de Atención Primaria de la Salud, tan pomposamente anunciados por el gobierno, continuarán declinando su participación porcentual: en el 2008 eran el 17,88 % del presupuesto de Salud, en el 2009 el 15,56 %, este año el 14,62 % y el año próximo serán el 14,25 %; pese a que se anuncian 80 edificios nuevos (sin aparatos, sin enfermeras, sin insumos, pero nuevos), algunos de los cuales ya fueron terminados, destinados a CAPS.

El programa llamado “Descentralización de la salud” vinculado a los famosos Nodos del Plan Estratégico, tiene asignados fondos por $ 126.259.000, pero el 97,87 % (o sea $ 123.579.000) está destinado a solventar los gastos de funcionamiento de los hospitales municipales rosarinos según el convenio de los casos de “alta complejidad” que ya explicamos antes; lo que equivale a decir que la provincia le entrega fondos a Lifschiz por un equivalente a más del presupuesto del Iturraspe (el segundo hospital de la provincia).

Esos fondos (un subsidio encubierto a la Municipalidad de Rosario) representan el 6,85 % del presupuesto del Ministerio de Salud, o lo que es lo mismo un 48,4 % más que la suma de las partidas destinadas por el mismo Ministerio al Servicio de Emergencias 107, la atención de las personas con discapacidad, el control por Auditoría Médica de las clínicas y sanatorios privados y el Laboratorio Productor de Fármacos Medicinales, todos juntos.

¿Obras en salud y educación?, ¡dejáselas a Storero!

El Ministerio de  Obras Públicas y Vivienda tiene asignados fondos para obras en Salud por $ 150.258.000, de los cuales el 72,60 % serán financiados con el Fondo Soja, porcentaje que se eleva al 77,36 % si se descuentan las famosas “Obras varias sin discriminar” (o sea sin individualizar en que localidad, departamento o barrio se emplazará el centro de salud a construir o refaccionar), que en Salud que se solventarían con recursos de Rentas Generales. Los nuevos hospitales de Reconquista, Venado Tuerto, “Nuevo Iturraspe” y CEMAFE (el de los vistosos cartelitos sobre la Avenida Alem), y sus correspondientes sobreprecios, serán íntegramente financiados con el Fondo Soja.

En Educación, el amigo Storero tiene previsto ejecutar obras en las escuelas por $ 44.926.600, de los cuales el 53,39 % serán solventadas con el Fondo Soja, y entre ellas no tiene la suerte de estar el edificio nuevo para el Instituto 12, para el cual hay previstos apenas $ 121.600 con fondos de Rentas Generales (seguirá la protesta entonces del centro de estudiantes el año que viene). La baja en los montos respecto de éste año obedece a que le asignaron 50 palitos de la soja a Gélida Rasino para el FANI; lo que implica que el gobierno pondría el acento en refacciones menores, que puedan facilitar algún corte de cintas en plena campaña electoral; antes que construir nuevas escuelas (para eso está la nación, che, no jodan).

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