jueves, 23 de diciembre de 2010

EDUCANDO A MAURICIO

Leemos en Infobosta como el niño Mauricio está muy enojado porque el gobierno nacional todavía no habilitó cámaras de gas para solucionar el problema de las tomas, y aduce que existe un complot para enloquecerlos a los del PRO.

Menos mal que dijo que el complot es para volverlos locos y no pelotudos, porque si no nadie le hubiera creído.

Pero íbamos a otra cosa (o a lo mismo, depende como se lo mire): en la nota, el intendente porteño (porque eso de "Jefe de Gobierno" al único que le cabe es a Barletta, ojo) se queja de que  "acá hay un abandono del rol de defensa del derecho de los demás, que tiene que ejercer el Estado, y en la ciudad de Buenos Aires eso depende de la Policía Federal, que está bajo el ala del gobierno nacional"

Bueno, humildemente nosotros desde La Néstor vamos a hacer nuestro aporte para complementar la pobre educación que recibió Mauricio, que tendría que pedirles al colegio Cardenal Newman  y a la Universidad Católica Argentina que le devuelvan la plata, vea.

Ese experimento fallido que es la autonomía porteña surgió con la reforma de 1994, que incorporó a la Constitución Nacional el artículo 129 que dice lo siguiente, en la parte que nos importa: "la ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de Gobierno autónomo con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad.
Una ley garantizará los intereses del Estado nacional mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la Nación."

Esa ley fue la 24.588, dictada en 1995 y conocida como "Ley Cafiero" porque fue el veterano dirigente peronista el autor del proyecto que la originó, y en su artículo 7 decía:  "El Gobierno Nacional seguirá ejerciendo, en la ciudad de Buenos Aires, su competencia en materia de seguridad y protección de las personas y bienes.
La Policía Federal Argentina continuará cumpliendo funciones de policía de seguridad y auxiliar de la justicia en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, dependiendo orgánica y funcionalmente del Poder Ejecutivo Nacional.
La ciudad de Buenos Aires y el Estado Nacional suscribirán los convenios necesarios para que éste brinde la cooperación y el auxilio que le sean requeridos para garantizar el efectivo cumplimiento de las órdenes y disposiciones emanadas de los órganos de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
La ciudad de Buenos Aires podrá integrar el Consejo de Seguridad. No podrá crear organismos de seguridad sin autorización del Congreso de la Nación." 

Macri hizo de la seguridad un caballito de batalla de su campaña para ser electo Jefe de Gobierno, e insistió una y otra vez con que le traspasasen la Policía Federal, o en su defecto crearía una propia, como luego terminó haciendo de la mano del "Fino" Palacios, otro experimento que ya sabemos como terminó.

En ese plan, se entrevistó con Kirchner luego de ser electo y logró que se modificara el artículo 7 de la ley Cafiero, a través de la Ley 26.288, quedando redactado así:  "El Gobierno nacional ejercerá en la Ciudad de Buenos Aires, mientras sea Capital de la República, sus funciones y facultades en materia de seguridad con la extensión necesaria para asegurar la efectiva vigencia de las normas federales.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ejercerá las funciones y facultades de seguridad en todas las materias no federales. El Gobierno nacional las seguirá ejerciendo hasta tanto aquel ejercicio sea efectivamente asumido por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La Ciudad de Buenos Aires podrá integrar el Consejo de Seguridad Interior."

La diferencia entre una y otra es muy clara, y del cambio pedido por Macri -y otorgado por Kirchner y el Congreso- surge clarísimo algo: si el gobierno de la ciudad de Buenos Aires no se hace cargo de garantizar la seguridad en su distrito (algo que hace el gobernador de cualquier provincia argentina, en territorios mucho más extensos y sin tantas quejas), no es porque eso le corresponda al Estado nacional, sino porque está compuesto por una manga de inútiles.

Claro que eso lleva a preguntarse para que cornos crearon la Policía Metropolitana, y en definitiva para que sirve, como no sea para lucir estos simpáticos chalecos, parados en pose frente a coquetos patrulleros:

Y es por eso que en este blog, siguiendo la línea ya iniciada en otra oportunidad, lanzamos otra encuesta:

¿Para qué creen ustedes que sirve la Policía Metropolitana? (ya sabemos que para correr a palazos a los crotos de las plazas no, porque para eso Macri cuenta con otros grupos especializados)

Las opciones son:

a) Para ayudar a los viejitos a cruzar las calles

b) Para bajar gatos de los árboles

c) Para manguear pizza y helado gratis

d) Para coimear en las licitaciones de compra de patrulleros

e) Para nada

Así que en breve estará la encuesta a la derecha del blog (tratándose de algo vinculado a Macri, no podría estar en otro lado), para que los lectores puedan participar, y de paso sigamos, entre todos, educando a Mauricio.

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