jueves, 30 de diciembre de 2010

PANTUFLAS

Leemos en La Nación de hoy las medidas adoptadas por Cristina junto a la prórroga del Presupuesto nacional 2010 -dispuesta ésta por decreto simple, no DNU-, medida contemplada en la Ley de Administración Financiera 24.156, al no haber aprobado el Congreso el proyecto de Presupuesto 2011 que remitiera el Ejecutivo.

La nota se encabeza con un fulgurante titular (que se repite en la tapa del diario); fulgurante y pavote, habrá que decir, a menos que uno crea que es sensato que un gobierno -en este caso el de Cristina- apruebe un presupuesto a la medida de otros, concretamente de la oposición.

Y aunque esta noticia no la encuentren en muchos lugares, las medidas dispuestas por el Poder Ejecutivo permitirán, por ejemplo, comenzar a concretar las obras del Gasoducto del NEA; que beneficiará a todo el norte de la provincia de Santa Fe. 

Clarín por su parte no se queda atrás, y despliega toda su furia dialéctica para explicar los maléficos efectos de las medidas presidenciales; por lo cual habrá que estar preparados: en breve nos contarán por TN que, por culpa de las decisiones de la Presidenta, volverá la ola de calor, los mosquitos, faltará nafta en las estaciones de servicio, plata en los cajeros automáticos y la población sufrirá en masa seborrea y caída del cabello.

Una disgresión a propósito de la falta de nafta: ¿cómo se van todos a la costa atlántica, empujando el auto?

La tapa de Cornetín de hoy, es otro monumento a la estupidez: si los fondos de que dispondrá Cristina son un récord, no es justamente porque el país esté al borde del abismo -como nos quiere hacer creer todos los días el diario de Ernestina y Magnetto-, sino más bien todo lo contrario.

El ejercicio pleno de la autoridad presidencial por parte de Cristina, con todos los atributos que al cargo confiere la Constitución, no sólo desmiente de plano la teoría del "isabelismo" que algunos empezaron a hacer correr; sino que crispa los nervios de los muchachos, cosa que se nota y mucho.

Tanto los crispa que hasta redactan un práctico manual para opositores, sencillito (para que hasta Gerardo Morales lo pueda entender); para que los muchachos y chicas del Grupo A puedan -en marzo, obvio,  cuando vuelvan de las vacaciones en Punta del Este- ver si de algún modo pueden revertir las medidas de Cristina; aunque la misma nota deja entrever cierto pesimismo al respecto.

Precisamente a ellos, los opositores, van dedicados el título de éste post y la imagen que lo ilustra.

Porque son como las pantuflas: Cristina se las pone caminando.

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