Una vez más El Litoral difunde opiniones de los muchachos de IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino), un nombre de fantasía que, como demostramos en su momento, utilizan los celebérrimos amigos de la Fundación Mediterránea; aquélla usina de cráneos que nos legara al inolvidable Mingo.
En el documento, esta gente se manifiesta preocupada por la injusticia del sistema tributario argentino (preocupación que compartimos), y propone solucionarla reduciendo -hasta su eliminación- las llamadas "cargas sociales", es decir la parte del salario de los trabajadores que se destina a financiar la seguridad social y -aunque esto con astucia no lo mencionen- las contribuciones patronales sobre la nómina salarial, que tienen el mismo destino.
Vuelven a la carga que, con esa sencilla medida, se eliminaría el empleo en negro y se fomentaría la contratación de nuevos trabajadores, algo que se demostró en la década del 90´que fue una mentira grande como la pelada de Cavallo.
Por otra parte, episodios como el de Nidera y otros similares, de trabajo humano en condiciones de esclavitud (o "reducción a la servidumbre", así no se enoja La Nación) no pueden simpemente ser atribuidos al deseo de las empresas de evadir las cargas patronales; porque sería lo mismo que encontrar un justificativo aceptable a la hijoputez humana en su máxima expresión.
Pero ya que los muchachos de IDESA no hablan explícitamente de las cargas patronales y ponen el acento en los aportes personales de los trabajadores a la seguridad social, desde acá redoblamos la apuesta y les tomamos la palabra: eliminemos las cargas sociales a cargo del trabajador, pero tripliquemos las que les corresponden a los patrones, así matamos dos pájaros de un tiro: aumentamos la progresividad del sistema tributario (ya que tanto les preocupa), y mejoramos el financiamiento de la seguridad social; incluso hasta podríamos aplicar así el 82 % móvil, quien sabe.
Lo mismo sucede con el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría (trabajo personal): eliminémoslo porque después de todo el trabajo no es una "renta", y compensemos la diferencia aumentando el impuesto que pagan las empresas, en lugar de reclamar que sus balances se ajusten por inflación (para licuar así lo que deben pagar al fisco).
No nos digan que no estamos respondiendo a sus inquietudes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario