Leemos en Infobae las declaraciones de Miguel Acevedo (el de la foto), nuevo presidente interino de la UIA ante la renuncia de Héctor Méndez, sobre los pedidos de auemntos salariales que los sindicatos plantearán en las paritarias.
Como podemos ver, el amigo Acevedo (representante de Aceitera General Deheza, una de las principales exportadoras del país) culpa implícitamente a los aumentos salariales de la inflación (algo que por acá ya sabemos que es falso), y expresa la preocupación de los popes empresarios por el proyecto Recalde de participación en las ganancias y una probable reforma de la ley de riesgos del trabajo.
Pero lo más interesante es cuando Acevedo habla de los aumentos salariales que -por estar encima de la productividad- erosionarían la "competitividad" de las empresas y de la economía.
Traducimos aquí: "productividad" es la tasa de explotación de la fuerza de trabajo por el capital, y "competitividad" es la tasa de ganancia que los dueños de ese capital aspiran o conservar o incrementar.
O sea en criollo: los empresarios muestran los dientes antes de las paritarias (como todos los años), advirtiendo que lo que los trabajadores obtengan en las paritarias será a costa de sus ganancias, y tratarán de recuperarlo vía precios.
Eso sí: sin dejar de manifestar que están preocupados por la inflación.
Sirva esto de enseñanza para no perder tanto tiempo entreteniéndose por develar la interna empresarial, o como vienen los juegos de poder en la cúpula de la UIA.
En estos temas centrales, están todos de acuerdo.
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