SER PRO

El precandidato a gobernador del PRO en Santa Fe, Miguel Del Sel, hizo una presentación a todo trapo en el escenario electoral: con unas declaraciones que expresan su verdadero pensamiento político, y le valieron una denuncia ante el INADI.

Suele suceder con ese nuevo experimento de la derecha argentina que es el partido de Macri, que fluctúa entre algo que por momentos bordea los límites de la prepolítica y causa gracia (no en vano personajes como el integrante del Midachi puedan sentirse atraídos por la propuesta); y por otro (como sucedió con el fallido experimento Posse en el propio gobierno porteño) se muestra como el cauce -al menos uno de ellos- que ha elegido para expresarse lo peor de la derecha argentina.

Página 12 de hoy nos brinda un claro ejemplo de esto último: un funcionario del Ministerio de Educación porteño manifestó con total crudeza lo siguiente: “¿Y si asumimos que la educación pública está muerta y con esa plata les pagamos a los chicos una escuela privada?”; extravagante afirmación que complementó con ésta otra: “Le regalamos las escuelas públicas a los maestros que dejarían de ser empleados públicos y podrían ser empresarios”.

Cuidado, la idea no es nueva: es el concepto que sustenta el polémico proyecto de las "escuelas chárter" que, desde el año 2000, viene implementando el gobierno de los hermanos Rodríguez Saá en San Luis en base a un proyecto que les presentara Mariano Nadorosky. ¿Lo recuerdan?, sí, el ministro de Educación de Macri eyectado de su cargo por el escándalo de las escuchas ilegales.

Por eso el retroceso constante de la inversión pública en educación en la ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Macri (sobre lo cual acá hay cifras a las que llegamos gracias al blog Tirando al Medio del amigo Gerardo Fernández)  no es casual: responde a una convicción ideológica, y por eso las declaraciones de Pirovano están lejos de ser un simple exabrupto. 

En todo caso habría que preguntarle ¿por qué no asumen que son unos derechosos hijos de puta?, porque eso también es ser PRO.

Y es ese núcleo duro ideológico del PRO el que nos ofrece la candidatura de Del Sel (que en definitiva ha dicho en la clave de chistes de dudoso gusto que es su registro habitual, más o menos lo mismo), y hacia el cual va convergiendo más temprano que tarde ese otro experimento fallido herido de muerte por el deceso de Néstor Kirchner: el llamado "peronismo federal".

Vemos aquí en Ambito Financiero como el entendimiento creciente entre las dos fracciones de derecha se traduciría en la conformación de un sólo bloque legislativo en Diputados; en cuya conformación participaría Walter Agosto (un amigo de éste blog) y otros representantes de Santa Fe, concretamente los tres diputados que responden a Carlos Reutemann (entre ellos Celia Arena, que estuvo a punto de ser candidata a vicegobernadora acompañando a Rafael Bielsa).

Ayer podíamos ver en los estudios de TN a Luisito Barrionuevo (se ve que Magnetto está quemando los últimos cartuchos) ponderando las bondades de un entendimiento entre el esperpento del peronismo federal (fundamentalmente a través de Duhalde) y Mauricio Macri a partir de la intención de voto que éste tendría, y la estructura que le pueden aportar los dinosaurios de la derecha peronista.

Pero Luisito no nos engaña: si bien es cierto que en el acercamiento hay especulación y cálculo electoral, hay algo mucho más profundo; hay comunidad ideológica, hay visiones compartidas y en un punto es bueno que así sea, que se caigan algunas caretas. Pero luego no nos vengan con que la disidencia del peronismo federal  con el gobierno nacional es una cuestión de modales, o de formas.

Asuman que en el fondo, ellos también son PRO:  pro garcas (como el "Momo" Venegas), pro impunidad a los genocidas (como Duhalde), pro escuela privada (como Rodríguez Saá), pro yanquis (como el propio Duhalde y Macri, que compitieron por la oreja de la Embajada ).