jueves, 2 de mayo de 2013

SOBORNOS, ADUANA Y EL COLUMNISTA GEBHARDT DE CLARÍN


       Roberto Devorik estuvo a cargo de Polo Ralph Lauren hasta 2009.

RALPH LAUREN RECONOCIÓ EL PAGO DE SOBORNOS, LA AFIP CONTRAATACÓ

Adiós al glamour

Fueron suspendidos los CUIT de los despachantesy directivos de la afamada marca. En Estados Unidos sólo pagarán una multa de 1,6 millones de dólares; en la Argentina el caso será investigado.

A mediados del año pasado, la marca de indumentaria Polo Ralph Lauren decidió cerrar las puertas de los tres locales que tenía en la Argentina. Tanto su espacio de Galerías Pacífico como el del Unicenter y el paquetísimo palacio de la avenida Alvear. Lo llamativo era que Ralph Lauren, en un comunicado, aclaraba que el cierre era “temporario” y que la marca “no deja el país”. Pero las puertas de sus locales no volvieron a abrirse. Sólo está abierto su outlet. Nueve meses después, la marca creada por el diseñador Ralph Lauren en 1967 admitió un supuesto pago de sobornos entre 2005 y 2009 en la Argentina para eludir trabas a las importaciones. Casualmente, el glamoroso Roberto Devorik, quien fue el ex vicepresidente para América del Sur y representante de la marca en el país, dejó la empresa en 2009.
El supuesto pago de coimas se conoció cuando la compañía norteamericana admitió ante la Justicia de su país que pagó 593.000 dólares en sobornos a funcionarios de gobierno y de la Aduana para poder entrar mercadería al país. La maniobra fue reconocida a través de un comunicado que publicó la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC). Se supone que 568.000 dólares se abonó a “funcionarios de la Aduana”. Los pagos habían estado a cargo de su despachante de aduanas. A esta cifra habría que sumar 25.000 dólares que la marca supuestamente desembolsó en concepto de regalos para “tres diferentes funcionarios”. La lista de regalos incluía perfumes, carteras y vestidos de la marca valuados entre 400 y 14.000 dólares cada uno.

En el informe de la SEC se precisó que los pagos fueron aprobados por el director general de la subsidiaria en la Argentina. Para ese entonces Devorik era el responsable de la operación local. Lo curioso es que recién en 2008 se generalizaron las licencias no automáticas en el rubro textil, antes no había ninguna clase de traba. Pero ante el faltante, la afamada marca fue sancionada con el pago de una multa de 1,6 millones de dólares por el pago de “sobornos” y “ganancias ilícitas” por parte de su subsidiaria argentina.

Ante la repercusión de la denuncia, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que controla a la Aduana, contraatacó con una denuncia penal contra la marca y un pedido a la embajadora norteamericana, Vilma Martínez, para acceder a toda la documentación que reunió la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) para dar por válida la denuncia y multar a Ralph Lauren.

Teniendo en cuenta que el pago de las supuestas coimas quedó en mano de los despachantes de aduanas, Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, aclaró: “Los despachantes de aduana no son funcionarios de gobierno”. En realidad, se trata de personal contratado y elegido por la marca para acceder a su mercadería importada. Y agregó: “En la Argentina, sobornantes y sobornados deben ser juzgados; si en otros lugares del mundo no es así, en nuestro país sí”. Con ello aludió a que en Estados Unidos, al confesar el delito, la marca fue multada y el tema no pasó a mayores.
Mientras avance la investigación, Echegaray anunció que “esta administración ha resuelto suspender de manera preventiva la clave única de identificación tributaria (CUIT) de los despachantes de aduana que trabajaron para la filial argentina de Ralph Lauren en el periodo sospechado. La lista de los suspendidos incluye al ex director general de Ralph Lauren en la Argentina, Roberto Devorik; a los actuales directivos, Marcelo Gebhardt y Alejandro Figueiras. Por el lado de los despachantes de aduanas fueron suspendidos: Ana María Geuna, Juan Gumhold y Oscar Enrique Rico”.

Para más datos, Marcelo Gebhardt, además de ser uno de los referentes locales de la marca en la Argentina, es justamente profesor de posgrado de derecho societario y derecho concursal en la UBA, en la Universidad Nacional de Rosario y en la Universidad de San Andrés, además de asiduo columnista de los diarios Clarín y La Nación. Justamente el 10 de julio de 2011 publicó un artículo sobre “Retrocesos en la ley de quiebras” donde escribió: “El criterio de esta ley 26.684 termina constituyendo una presión adicional para el empresario que atraviesa una crisis, ahora acicateado por los empleados dispuestos a tomar su lugar…”, y luego siguió dando argumentos para sustentar su horror ante la posibilidad de que una cooperativa se hiciera cargo de una empresa concursada o en peligro de quiebra. El experto Gebhardt, responsable de la marca, fue justamente uno de los responsables del cierre de tres locales. En otra columna, esta vez en el diario Clarín, se quejó sobre la intervención de la empresa Ciccone y la nacionalización de YPF. Ahora, prefirió el silencio.

Si bien la confesión del pago de coimas fue creída por las autoridades de Estados Unidos, en la Argentina, Echegaray denunció que los directivos locales de Ralph Lauren “utilizan a la Aduana para justificar el vaciamiento de la empresa”. En la galería de arte Bruggens, a cargo de Devorik, sólo señalaron que el ex amigo de Lady Di estaba de viaje.

En la AFIP buscan descubrir la verdad y piden más datos en relación al comunicado del SEC. Sólo resta ver cómo sigue la investigación. Mientras tanto, los despachantes de aduana y los popes de esta marca de fama internacional han sido suspendidos y la Administración de Ingresos Públicos (AFIP) les retiró el CUIT. Sus tres locales continúan cerrados, pero el outlet hace grandes descuentos para liquidar toda la mercadería.

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