Los comuneros y militantes jóvenes de Proyecto Sur rompieron con Francisco ‘Pino’ Solanas por su acuerdo electoral con Elisa Carrió (CC-ARI).En un acto realizado en el hotel Bauen, miembros disidentes de Proyecto Sur criticaron con dureza al líder del movimiento, Pino Solanas, por llevar a cabo lo que definieron como “una alianza electoralista con la derecha”.
Martín Iommi, comunero de la zona 6 de la Ciudad, expresó que “esta situación fue muy difícil” y recordó que “en este mismo salón del Bauen celebramos el 24 por ciento obtenido en 2009 y hoy, casi cuatro años después, nos vemos las caras para ver hacia donde poder salir”.
“Es doloroso el ninguneo que se le dio a la militancia, el hecho de no haber respetado la carta orgánica del partido y de no haber escuchado a un plenario que se pronunció en contra de un acuerdo de estas características, algo que se reiteró en el congreso de diciembre”, criticó Iommi, y denunció que “hubo un giro a la derecha de Proyecto Sur”.
“Es una contradicción muy grande pactar con Carrió, y significa tirar por la borda todo lo que construimos estos últimos años”, añadió el comunero, quien acusó que “el rol que se nos dio a los militantes dentro del partido era el de juntar afiliados, pintar paredes, pegar afiches, bancar los actos, pero nunca se nos dio un rol en función a las decisiones políticas. La causa de la democratización de la democracia no empezó desde nuestra propia fuerza. Estuvimos rodeados de dirigentes oportunistas”.
Iommi aseguró que “ningún comunero de Proyecto Sur está de acuerdo con esto” y arengó a los miembros de otras provincias “a que rompan con Pino Solanas, para que este proyecto no termine en la derecha”.
“Las causas no le pertenecen a Solanas, le pertenecen a los que peleamos por ellas”, aseguró el dirigente. “Hasta que no se resuelvan estas causas fundacionales, otras fuerzas con otros nombres y candidatos ocuparán el lugar que ahora deja Proyecto Sur para llevarlas a cabo”.
El comunero admitió que “Proyecto Sur fue una máquina de desaprovechar oportunidades” y denunció que “el movimiento nunca se construyó con los trabajadores y es con ellos con los que hay que construir”.
A su turno, Paula Resels, comunera y miembro del Partido Socialista Auténtico (PSA) en la comuna 11, explicó que “como miembros fundadores del movimiento Proyecto Sur, siempre mantuvimos la idea de que sea un espacio emancipador para defender sus cinco causas principales: la igualdad y justicia social, la defensa de los recursos naturales, la democratización de la democracia, la promoción de la educación en una cultura solidaria y la reconstrucción de la industria y los servicios públicos”. “Hoy vemos como Pino Solanas, de manera unilateral e inconsulta, hace una alianza con sectores que se identifican con el sistema capitalista y que salen a la calle a reclamar no poder comprar dólares, pero no marchan contra la represión o la pobreza”, reclamó.
“No queremos estar con aquellos que desde un cómodo sillón de diputado apoyan las medidas antipopulares de Macri”, agregó Resels, y manifestó que “el PSA debe convocar ya a su Congreso partidario para decidir de una vez su ruptura con Proyecto Sur y construir una nueva alternativa de izquierda, porque no estoy dispuesta a defraudar a los que me votaron y por eso no puedo consentir un pacto con la derecha”.
La virulencia de este ánimo separatista parece no ser compartido por los miembros que aún ocupan una banca en la Legislatura porteña. A excepción de Alejandro Bodart, del MST, quien oficializó la semana pasada su ruptura con el espacio de Solanas, ninguno de los diputados del partido hicieron acto de presencia ni manifestaron adhesión en el encuentro.
Quien sí se presentó y apoyó el planteo fue Itai Hagman, del joven partido Marea Popular, lo que acrecentó los rumores de una alianza de su espacio con la parte saliente de Proyecto Sur, tal como ya lo hizo Claudio Lozano (Unión Popular).
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