En 2010 pronosticó que Cristina ganaría por más de 50 puntos. Ahora dice que la Presidenta tiene una imagen positiva de 53,1%. Estadísticas, un programa de radio y críticas a la UCA.
La entrevista a Artemio López tenía otro objetivo: la de contar al conocido encuestador como personaje, inquieto e hiperactivo, al que no le basta la televisión y los medios gráficos para lanzar datos. En realidad, su gusto por la exposición comenzó a tomar forma hace unos años, cuando abrió el blog Ramble Tamble para decir lo que pensaba, fuera de las cifras y metodologías. Hallarlo siempre fue difícil por el peso de su agenda, y ahora lo es más. Todas las mañanas, de 10 a 12.30, acompaña a Carla Conte en la FM Nacional Rock, el programa se llama Nac and Rock. López les da una importancia fundamental a los blogs como plataforma para expresarse políticamente. Tiene 57 años, llega a las apuradas al bar San Lorenzo, en el barrio de Boedo, pide 10 minutos que se transforman en 40. Y la entrevista gira de forma inevitable hacía la política, su identificación con el proyecto político del gobierno nacional y la opinión sobre sus colegas.
“Me ofrecieron ayudar en un proyecto radial que me parece interesante porque creo que es una comunicación que estaba ausente. Me identifico con esa gente que a su vez tiene una identificación más global con el proyecto político del gobierno nacional. Me sumé un tiempo, por lo menos hasta que yo aguante y que me aguanten, el grupo de trabajo es bueno y obviamente, el producto va a tener que mejorar a futuro”, comienza diciendo.
–¿Qué lo llevó a trabajar en una radio que emite rock nacional?
–Creo que eso sucede porque también quien dirige la radio –Federico Vásquez– viene de un blog, que es un mundo creado luego de la crisis. Al mío lo armé en el 2006 para expresar inquietudes, eso que nos pasa a todos. No busqué nada, no tenía proyecto y el blog funcionó, pero lo más interesante es que lo hizo como vínculo para una cantidad de jóvenes con perspectivas de escribir. Yo estaba muy encasillado en el tema pobreza y encuestas.
Hablando de pobreza, a mediados de abril Artemio López salió a rebatir un informe elaborado por el Observatorio Social de la Iglesia y difundido por la Universidad Católica Argentina (UCA) que arrojaba una cifra de 11 millones de pobres, casi el 26 por ciento del total de la población.
–¿Cuál es su argumento en respuesta al estudio?
–La UCA es la utilización más abierta del discurso opositor bajo el formato de encuestas de pobreza. Técnicamente, la muestra no tiene consistencia, porque es metropolitana y porque la indagación de los datos está muy acotada geográficamente. Por otro lado, la incongruencia de las cifras surge evidente cuando se compara la serie de la UCA con otros indicadores sociales que funcionan más o menos de manera armónica. La pobreza como todo indicador debe ser construida sobre un sistema. La pobreza por ingresos evoluciona también con un vínculo con la situación ocupacional, la distribución del ingreso, el trabajo informal. No puede haber un indicador que funcione por fuera de un sistema que debe acompañar. No puede ser que tengas menos desempleo y suba la pobreza. Como tampoco es válido que haya más trabajo informal y, al mismo tiempo, menos nivel de pobreza. Cuando el Observatorio informa los datos de pobreza es incongruente por ser muy oscilante, va desde los 40 puntos en un semestre a 25 en otro, y esas variaciones, en términos de pobreza, no existen. El mismo Observatorio en 2010 había publicado un número que estaba en torno a los 28 puntos y que era el mismo que en el 2007, y en ese lapso los niveles de desempleo habían variado. No digo que la información fuera mentirosa sino equivocada. Y tampoco está mal que sea opositor, pero hay que decir en qué lugar se está parado.
–¿La figura del papa Francisco puede influir en la política argentina?
–No creo que haya una operación directa como suponen muchos discursos sobrecargados. Por otro lado, sí es cierto, no dudo que la misión pastoral de Francisco va a ser orientar a la Iglesia en un compromiso con los más pobres. Me parece que difícilmente pueda asociarse al Papa con una oposición política que está vinculada a paradigmas socioeconómicos que aun con todos los defectos que tenga lo oficial, efectivamente nos retrotraen a situaciones en que la desatención hacia los más postergados fue evidente. Hablo de la década de los ’90 y la salida de la Alianza a la crisis del 2001. No me cabe duda de que la oferta opositora, siendo como es tan conservadora y regresiva, no va a tener el acompañamiento del Papa, y técnicamente creo que tiene demasiada complejidad el tema específico de la Iglesia Católica como para, además, tener impacto en la política doméstica. Creo que eso no va a suceder.
–Usted decía antes que hay que decir en qué lugar se está parado…
–Nosotros siempre dijimos donde estábamos. La consultora Equis tiene una afinidad con el gobierno nacional, y es legítimo que otros tengan otras afinidades. Lo único que no es legítimo es no decirlo e insistir en que se habla en nombre de la objetividad.
–Pregunto porque su posición es muy evidente.
–¿En qué demerita el explicitar desde dónde se habla? Yo dije: Cristina saca más del 50 por ciento en 2010. ¿En qué cambió la información el hecho de que yo sea kirchnerista? ¿En qué hace más objetivo a alguien que no dice que es opositor pero lo es? Es una discusión política y no metodológica.
–¿Es oficialista por identificación política o generacional?
–Yo rescato mucho la recuperación de la generación de los ’70 en una dimensión y no pretendo que la reivindicación vaya mucho más allá, creo que en su momento la generación tuvo un protagonismo político que hay que reivindicar. También es cierto que aquel compromiso no era desbordante. Nosotros éramos cuarenta tipos en la escuela secundaria y militábamos siete u ocho. No hay que instalar el mito de que todos estaban movilizados en torno de la liberación nacional, pero no la reivindico por una cuestión generacional. Reivindico la toma de decisiones en relación con algunas leyes que me parecían de una inequidad manifiesta, como las leyes de impunidad, por ejemplo. Estoy de acuerdo con lo que se hace en relación a los problemas que enfrenta la Argentina.
A principios de la década de los ’70, una conocida marca de ginebra publicitaba en la televisión con la figura del arquero Hugo Gatti. El jugador lanzaba un tiro preciso luego de haber ingerido una copa de la bebida. El eslogan, que quedó grabado en la memoria de miles de jóvenes de entonces, rezaba: “¿Quiere tener smowing?”. Artemio López usó aquella frase para definir a la oposición.
–¿Se lo puede explicar a los lectores?
–La falta de smowing es no haberse definido nunca, pero creo que el término es algo así como no tener swing u onda. La oposición no tiene eso, no tiene empatía, no pega, no golpea, no interviene con convicción ni pasión.
–Hablemos de los encuestadores. ¿A quiénes respeta?
–Al único que considero es a Rosendo Fraga. Lo revindico a pesar de que no tengo un punto de coincidencia porque el tipo habla desde un lugar y no lo niega. Si me preguntan por los que no tienen inscripción política, me cuesta.
–Debe haber serios y chantas, como en todos los ámbitos.
–Yo respeto a todo el mundo, pero les niego la capacidad de ser objetivos y no tener inscripción política o ideológica definida. Eso sí lo discuto, creo que todos tenemos una posición y está bien.
–¿Entonces hay que decirlo?
–Creo que la honestidad consiste en decirlo para que el que lee encuestas y escucha opiniones sepa de dónde vienen producidas y en qué lugar están situadas. De lo contrario se está escamoteando información necesaria que, al final, se descubre igual.
Durante el fin de semana pasado, Equis publicó un reciente estudio sobre apoyo a la gestión de presidente, gobernadores y dirigentes políticos. Un 53,1% de los consultados en el área metropolitana apoyaba la gestión de Cristina Fernández y seis de cada diez habitantes pronosticaban una mejoría en la economía en el año 2013. Como en las mediciones anteriores, Artemio López defendió su trabajo. “Alguna vez me gastaron, pero en 2010 dijimos que Cristina ganaba por más del cincuenta por ciento y ganó por el 54. Antes del caso Schoklender, para algunos encuestadores la Presidenta ingresaba al ballottage con Altamira y el resultado fue otro”.
Sobre el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, que en una entrevista para la televisión griega pidió irse, López le restó importancia en términos de imagen. “Evidentemente, la utilización posterior de lo acontecido con el ministro tiene las reglas del juego de la oposición. Desconozco lo que va a pasar, no tengo ninguna presunción, pero si saliera a encuestar a nivel nacional te aseguro que no le importa a nadie. Lo que le importa a la gente es cómo marcha la situación socioeconómica, el empleo, el consumo, y con eso toma determinaciones de voto. Lo que dijo Lorenzino agrega argumentos a los que ya están en contra del oficialismo y no va a temblar Cristina porque el ministro haya dicho que quiere irse, eso no afecta la imagen del Gobierno”.
Cuando era más joven, Artemio López trabajaba como dependiente de un vendedor de hierros y cuenta que cuando el jefe salía a tomar un café, a su regreso remarcaba los precios. Fue pizzero, taxista, vendió muebles y también libros, en España. Hoy es conocido por sus apariciones y discusiones al aire. También lo es en la red.
–Mucha gente lo insulta en la web.
–Sí, me putean pero ya está. ¿Qué otro remedio me queda que bancármela? Además ya aprendí, me dieron bastante y hasta fui tapa de revistas. Me hinchaba un poco al principio, pero nunca dramaticé porque creo que son reglas del juego. Es una línea que hay que pasar, igual depende de cómo haya sido tu trayectoria personal. Si nunca fuiste un ganador, eso va generando chances de poder bancarte estas cosas de la mejor manera. Como nunca fui un ganador, no me fue particularmente dificultoso. Esta época habilita un poco más de lo que pasaba en los ’90 porque construimos una cultura política que permite que suceda con más fluidez. Hoy uno puede situarse en un lugar y hablar desde ahí y antes había mucho de careteo. Para mí, es insostenible hablar desde la asepsia ideológica.
1 comentario:
Grande Artemio!
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