viernes, 30 de noviembre de 2012

UNA FOTO DE LA REVOLUCIÓN CULTURAL CHINA


Cerca de la Revolución

 Por Juan Forn en Página12   30/11/12
En julio de 1966, el viejo Mao estaba supuestamente jubilado en la provincia de Hubei pero, ante las inequívocas señales de que China se recuperaba luego del catastrófico Gran Salto Hacia Adelante que él mismo había puesto en marcha en 1958 (con un saldo de veinte millones de muertos por inanición), decidió lanzarse a las aguas del Yangtzé durante un acto público en su honor y nadar quince kilómetros. En realidad, sólo se dejó flotar en la mansa corriente del río durante una hora, pero el rumor que corrió por toda China fue que el Gran Conductor se había revitalizado y, a los 73 años, volvía a escena. Dos días después Mao estaba en Pekín, obligando a renunciar a Liu Xaoqi, el sucesor que él mismo había elegido, y dando vía libre a los jóvenes rabiosos de las Guardias Rojas para motorizar la hoy tristemente célebre Revolución Cultural. El hombre que había dicho “La política es la guerra por otros medios” iniciaba una guerra total contra su propio partido, con la consigna: “Muerte a todo lo viejo”.
En cada comuna de China, todos sus habitantes debían asistir, diariamente y en horario de trabajo, a las sesiones de acusación pública en que una persona, parada o arrodillada en una silla, con la cabeza baja y un humillante bonete de papel donde él mismo había escrito de puño y letra su culpa, era denunciada por sus amigos, vecinos o familiares y recibía los insultos de toda la comuna. Las sesiones duraban horas y podían repetirse cientos de veces y, entre sesión y sesión, se les daba a los acusados las dos peores tareas: romper el hielo de los campos y vaciar a mano las letrinas. Cada una de las sesiones se cerraba con un vibrante ballet de milicianas en traje Mao celebrando la sabiduría del Gran Conductor. Gran parte del trabajo de un fotógrafo de prensa en esos años era registrar estos actos. Había, en la jerga, dos tipos de fotos: las “positivas” (es decir, las que podían publicarse) y las “negativas”. Por cada toma que salía publicada, un fotógrafo recibía film por el equivalente de ocho tomas. El que al volver al diario entregaba para revelar más imágenes “negativas” que “positivas” en sus rollos se cavaba su propia fosa. Al joven Li Zhensheng, por ser el novato de su sección en el Diario de Heilongjiang, le tocaba revelar los rollos de todos sus compañeros. El joven Li creía de verdad en la Revolución Cultural, pero en el cuarto de revelado se fue dando cuenta de que en realidad estaba registrando la locura colectiva del país en estado puro. Tuvo el cuidado de, noche a noche, recortar de sus rollos las fotos más “negativas” que le salían y dejar sólo las positivas a secar. Para no tirar las otras, se las llevaba a escondidas a su casa. Nunca lo descubrieron, pero igual lo mandaron a los campos. Sobrevivió, y en 1988 era maestro en una escuela de fotografía de provincia cuando le pidieron desde Pekín fotos para una muestra sobre la Revolución Cultural.
Li mandó mezcladas diez fotos “positivas” y diez “negativas”. El inglés Robert Pledge las vio, logró contactarlo y le mandó decir que quería hacerle un libro. Tardó siete años en recibir casi treinta mil colitas de rollos en negativo desde China, pero el libro fue un bombazo. Se llama Soldado rojo de las noticias, porque eso decía en el brazalete rojo que usaba Li, en lugar del brazalete blanco y negro de prensa, así podía acercarse a sus objetivos más que los demás fotógrafos sin que las Guardias Rojas lo apartaran. Nadie le vio la cara tan de cerca a la Revolución Cultural como él. Nadie la vio tan panorámicamente tampoco: Li nunca tuvo gran angular, así que cuando necesitaba captar algo en grande en las escenas de masas a las que asistía iba disparando y girando, calculando máxima efectividad con mínimas tomas para no malgastar rollo. Li había querido estudiar cine. De chico, cuando en las salas chinas ponían parlantes afuera, como él no tenía para pagar la entrada se sentaba en la calle y “escuchaba” las películas. La primera cámara que tuvo la consiguió a cambio de una colección de estampillas que le robó a su padre, que había sido cocinero en un barco de carga. Pero cada rollo costaba un yuan, así que sus compañeros hacían una vaquita para que él les sacara fotos y en recompensa le cedían la última; Li hacía en quince minutos las primeras quince fotos y se pasaba el resto del día con la restante. Al entrar en el diario, lo primero que le enseñaron fue que no terminara el rollo sino que se dejara una o dos exposiciones por si se topaba con algo a su retorno de cada asignación. Li lo entendió a su manera: la última era para él. Cuando Li nació se le pidió al abuelo que le pusiera nombre. El abuelo era campesino pero era conocido en diez pueblos a la redonda como hombre instruido. A la partícula Zhen que correspondía generacionalmente, la completó con el nombre por el que hoy conocemos al nieto, que en chino significa: “Como una canción que se eleva por el aire, lo que veas será visto en las cuatro esquinas del mundo”.

jueves, 29 de noviembre de 2012

LA HUIDA HACIA LA ULTRADERECHA DE ISRAEL


Un periodista indignado

 Por Juan Gelman
El lunes 26 trascendieron los resultados de las primarias para renovar la representación del Likud gobernante en el Knesset o Asamblea unicameral israelí en las próximas elecciones del 22 de enero: el incremento del vuelco a la derecha más dura fue inesperado para muchos (www.ynetnews.com, 27-11-12). De los tres ministros, y a la vez representantes, considerados parte del ala más moderada del Likud (www.haaretz.com, 28-11-12), sólo uno tendría la posibilidad de ser reelecto, el ministro sin cartera Benny Begin, aunque es el número 20 de la lista. Los otros dos, Dan Meridor y Michael Eitan, seguramente no.
Sus bancas serán ocupadas por extremistas de derecha como Moshe Feiglin, que calificó a Hitler de “genio militar sin paralelo. El nazismo elevó a Alemania de un estatuto físico e ideológico bajo a otro fantástico” (www.haaretz.com, 10-12-08). Extrañas palabras en boca de un israelí judío que, sin duda, será parlamentario y por primera vez. Sorprenderían menos si las pronunciara el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad. Los partidos de oposición se las verán negras y cabe preguntarse si los votantes del centro y de la izquierda tendrán fuerzas suficientes para contrarrestar semejante fanatismo. ¿O será un reflejo de lo que realmente piensa la opinión pública de Israel?
Una encuesta polémica realizada por la importante agencia local Dialog mostraría que tal vez sí. Más de dos tercios de los israelíes no árabes interrogados opinaron que millones de palestinos no deberían tener derecho a voto si Israel anexara los territorios de Judea y Samaria administrados por el gobierno israelí en Cisjordania (www.guardian.co.uk, 23-10-12). El 74 por ciento se pronunció por que en Cisjordania se establecieran caminos para israelíes, por un lado, y caminos para palestinos, por el otro, y el 58 por ciento piensa que Israel ya está aplicando el sistema de apartheid a los palestinos; claro que para esta encuesta fueron entrevistados sólo 503 israelíes judíos de una población total de casi 6 millones, aunque hay hechos que les dan la razón (www.tomdispatch.com, 25-11-12).
Otros datos del sondeo de Dialog que publicó el diario israelí Ha’aretz (23-10-12) indican que un 59 por ciento manifestó que los israelíes judíos deberían tener preferencia sobre los israelíes árabes en la contratación de personal para las instituciones oficiales y el 49 por ciento declaró que los primeros deberían ser mejor tratados que los últimos. El 42 por ciento no quiere vivir en el mismo edificio que habitan vecinos árabes y otro tanto se opone a que sus hijos compartan la escuela con niños árabes.
El tema de la posible anexión de Cisjordania o de las zonas con más asentamientos israelíes ilegales en ese territorio palestino adquirió espesor en estos últimos meses, señala The Guardian: “Ehud Barak, ministro de Defensa, se pronunció por la anexión de las tierras que se encuentran entre la Línea Verde internacionalmente reconocida y el muro construido por Israel”. Son terrenos palestinos y el primer ministro Benjamin Netanyahu proclamó que su gobierno seguiría construyendo edificios en un distrito árabe de Jerusalén, en respuesta a las críticas que la Unión Europea formulara días antes a tal decisión. El premier israelí dejó en claro el tema: “Hemos construido en Jerusalén, estamos construyendo en Jerusalén y seguiremos construyendo en Jerusalén” (www.huffing tonpost.com, 23-10-12).
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas declaró en agosto de 1980, en su resolución 478, la nulidad de la anexión israelí de Jerusalén Este, poblada por una mayoría árabe, donde la Autoridad Nacional Palestina demanda establecer la capital de su futuro Estado. La casi totalidad de la comunidad internacional trasladó sus embajadas a Tel Aviv en repudio a la anexión, pero el gobierno israelí no se digna cumplir ni una sola de las decenas de resoluciones de la Asamblea General de la ONU que condenaron la ocupación militar de los territorios palestinos en 1967 primero y ahora la ocupación de hecho. Para qué, si la Casa Blanca lo apoya.
La quinta parte de la población de Israel es árabe y casi la mitad de los entrevistados por Dialog juzgó que sus connacionales árabes deberían pasar a la jurisdicción de la Autoridad Palestina y un tercio estimó que lo mismo debía ocurrir con las ciudades árabes en territorio israelí. La visión más extrema fue la de los judíos ultraortodoxos: un 70 por ciento apoyó la prohibición legal del derecho a votar de los árabes y el 95 por ciento que se los discriminara en los lugares de trabajo. Gideon Levy, el columnista de Haaretz que comentó la encuesta, no ocultó su indignación: “Los propios israelíes se autodefinen abiertamente, sin vergüenza ni culpa, como racistas nacionalistas”. “Si una encuesta similar se diera a conocer sobre la actitud hacia los judíos en un país europeo –señaló–, Israel hubiera desatado un infierno. Cuando se trata de nosotros, la norma no se aplica.”

HIPERCRITICO DOCUMENTO POLITICO DE LA IGLESIA CATOLICA



Se adelanta la Navidad

El Episcopado católico dará a conocer hoy el documento más político y agresivo desde que lo preside Arancedo. Adelantado en un mes a la Navidad, denunciará presiones contra la libertad de expresión y la independencia judicial y recogerá el catálogo de reclamos de medios y políticos de oposición: el caudillismo, la agudización de los conflictos en vez del diálogo, la inseguridad, el narcotráfico, la politización de la juventud y las políticas sociales. Un texto con ritmo de caceroleo.
 Por Horacio Verbitsky
La Iglesia Católica difundirá hoy un agresivo documento en el que denunciará presiones contra la libertad de expresión y la independencia del Poder Judicial e incluirá pronunciamientos contra el caudillismo, la agudización de los conflictos como forma de construcción democrática, la inseguridad, las complicidades con el narcotráfico, la situación de los jóvenes que no estudian ni trabajan y su politización. También criticará las políticas sociales de transferencia directa de recursos a los sectores más vulnerables. No es habitual que los documentos eclesiásticos navideños se hagan públicos un mes antes de la fecha. Así, estas “Reflexiones de los obispos al acercarnos a la Navidad” parecen menos pensadas para celebrar el nacimiento de Cristo que el vencimiento de la medida cautelar que ha demorado la aplicación plena de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Otra particularidad es que el documento no fue discutido ni redactado por los ochenta prelados que componen la Asamblea Plenaria. Ese cuerpo sesionó hace tres semanas y su tiempo de discusión se dedicó a elaborar la respuesta al grupo de Cristianos para el Tercer Milenio. Esos laicos, entre quienes están el ex embajador Hernán Patiño Mayer, el diputado Felipe Solá, la defensora del pueblo porteño Alicia Pierini y la socióloga Ana Cafiero, reclamaron por el silencio de la Iglesia ante las provocativas declaraciones del ex dictador Jorge Videla, a quien a pesar de sus crímenes no se le ha vedado el acceso a la Eucaristía. El documento elaborado el 8 de noviembre, el mismo día de la manifestación opositora en el Obelisco, negó una vez más la documentada complicidad del Episcopado con la dictadura militar. La redacción de un documento político de actualidad fue delegada entonces en una comisión especial. Desde que el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, reemplazó en la presidencia del Episcopado al de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, los documentos eclesiásticos habían mermado su hostilidad al gobierno nacional y se concentraban en temas más generales de interés para la Iglesia, que se arroga la tutoría nacional en cuestiones éticas y sexuales. En este caso, en cambio, reaparecerán los temas políticos que caracterizaron la gestión y la pluma de Bergoglio. El documento llevará la firma colectiva de la 104ª Asamblea Plenaria. Arancedo preside la Conferencia Episcopal y lo acompañan el obispo de Neuquén, Virginio Bressanelli, como vicepresidente 1º; el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, como vicepresidente 2º, y el obispo auxiliar de Buenos Aires, Enrique Eguía Seguí, como secretario. Bergoglio sigue siendo uno de los veinte miembros de la Comisión Permanente, debido a su cargo como arzobispo de la Capital Federal.
“A casi treinta años de la democracia, los argentinos corremos el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables. Se extiende el temor a que se acentúen estas divisiones y se ejerzan presiones que inhiban la libre expresión y la participación de todos en la vida cívica”, dirán los obispos. “Todos los habitantes de nuestra patria necesitan sentirse respaldados por una dirigencia que no piense sólo en sus propios intereses, sino que se preocupe prioritariamente por el bien común.” Sin la menor referencia a la crisis internacional y a las medidas adoptadas por el gobierno nacional para impedir su repercusión sobre el nivel de empleo y las remuneraciones, los jerarcas católicos reclamarán por “la dignidad de nuestros hermanos más pobres en su vida personal y familiar, para que sean protagonistas de su propio desarrollo integral. La educación y el trabajo siguen siendo los instrumentos que les permiten a las personas y a las comunidades ser artífices de su propio destino”. Hacía mucho que el Episcopado no cuestionaba las políticas de transferencia directa de recursos, como la Asignación Universal por Hijo, que varios de sus miembros han encomiado. En un tópico recurrente en los documentos eclesiásticos durante la gestión de Bergoglio y habitual en los pronunciamientos de medios y dirigentes políticos de la oposición, los obispos pedirán a Cristo “Concédenos la sabiduría del diálogo” y dirán que la democracia no se construye agudizando los conflictos que existen en toda sociedad, sino mediante los ideales de la amistad social. Una de las sombras que los prelados ven levantarse contra “una vigencia más plena del orden democrático” es la del “excesivo caudillismo, que atenta contra el desarrollo armónico de las instituciones, acentúa su deterioro y menoscaba la autonomía de cada uno de los poderes del estado, tanto en el orden nacional como provincial. Esto es particularmente delicado cuando se trata de la independencia del Poder Judicial”. El documento también incluirá una referencia al federalismo y la república. Lo hará con una cita de la Oración por la Patria, que el Episcopado difundió durante la crisis de fin de siglo, en la que decía que “nos sentimos heridos y agobiados”. El texto que se dará a conocer hoy agregará que el anhelo obispal está contenido en la Constitución Nacional. “Queremos ser una nación basada efectivamente en un sistema republicano, representativo y federal.” Tampoco faltará el tópico clásico de la reconciliación, que los obispos consideran como una deuda pendiente. “Se hace cada vez más necesario generar contextos de encuentro, de diálogo, de comunión fraterna que nos permitan reconocemos y tratamos como hermanos, aborreciendo el odio y construyendo la paz”, dirá. Ese es el tema en debate entre los obispos y los Cristianos para el Tercer Milenio, quienes en su segunda carta pidieron que los obispos “hagan cesar el público pecado de escándalo que se configura hoy, cuando un criminal convicto y confeso de delitos de lesa humanidad, sin arrepentirse ni manifestar voluntad alguna de reparación de las atrocidades cometidas, tiene acceso al sacramento de la Eucaristía”.
Según los obispos, el país padece una crisis moral y cultural. Su texto dirá que “la base de todos los derechos humanos” es la dignidad de la vida desde la concepción hasta su término natural y que el matrimonio entre varón y mujer, “anterior al Estado, es la base de toda la sociedad y nada puede reemplazarla”. Como para la doctrina católica los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos, el sistema educativo no debe imponerles “contenidos contrarios a sus convicciones morales y religiosas”. El sistema educativo debe mejorarse, de modo que sus principales beneficiarios sean los más pobres. “La necesaria preparación para la vida cívica de niños y jóvenes debe excluir la politización prematura y partidista de los alumnos.” Hay una enorme cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan y ésta es una desafiante hipoteca social. Al referirse a lo que llaman “la proliferación del delito y de la consiguiente inseguridad”, los obispos las atribuyen al “crecimiento del crimen del narcotráfico y la red de complicidades que lo sustentan”.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA CORTE SUPREMA Y LOS CAMARISTAS


A ponerse las pilas

 Por Mario Wainfeld
La decisión de la Corte Suprema imprime un giro en el expediente promovido por Clarín. Puesto muy en sencillo, urge al juez de primera instancia, Horacio Alfonso, y a los camaristas a que se pongan las pilas. A Alfonso le exige que desmalece la causa y dicte sentencia pronto. Decimos “exige” porque lo fuerza a zanjar dilaciones características en este pleito y en muchos otros. Y, además, establece la “habilitación de días y horas inhábiles”, que altera el cómputo de los plazos procesales. En principio y en general, éstos se miden en días hábiles. O sea, cinco por semana con exclusión de los feriados que abundan en diciembre y enero. Y dato nada menor, tampoco es usualmente hábil la “feria judicial” que se extiende durante todo el mes de enero. Al imponer la habilitación, los Supremos acortan el lapso máximo en el que Alfonso debe sentenciar.
El activismo del máximo Tribunal se dejó por escrito y, quizá con buenos motivos, se sobreactuó un poquito. Se le indicó al juez que debía sacar fotocopias zumbando, que no debe permitir que reclamos anexos de los litigantes (“incidentes”, en jerga) entorpezcan el pleito principal.
Se convocó a Alfonso y a camaristas a escuchar las directivas del Tribunal y a notificarse de cuerpo presente. No es la primera vez que la Corte hace algo similar pero, en este trance, optó por la visibilidad y hasta la bulla. En esta columna se comentó, semanas atrás, que el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, citó al camarista Martín Farrell a su despacho y le propinó un buen reto. Farrell venía siendo cuestionado por el Gobierno y se quejaba en la cadena privada de medios, que le hacía intenso eco. Lorenzetti le recomendó que dejara de victimizarse y de hacer declaraciones para dedicarse a atender su labor principal: instar los trámites y juzgar. El palique se organizó con sigilo, no se consignó por escrito, no se difundió con altavoz.
El núcleo de la decisión es positivo y saludable. Bueno es que se dicte sentencia, tras tantas demoras y chicanas. Ambas partes aportaron lo suyo, aunque es el actor (el Grupo Clarín) el que tiene la carga de acelerar el trámite y el que más hizo por dormirlo. Por lo pronto, la hibernación fue su táctica mientras gozaba del privilegio de la cautelar vitalicia fijada por el juez Edmundo Carbone. La medida de no innovar causaba los mismos efectos que una sentencia favorable, Clarín se hamacó confortablemente en ese contexto. La Corte fustigó su proceder cuando hizo cesar la cautelar, en mayo de este año.
Recién entonces Clarín se apresuró, cuando creyó contar con jueces “Corpo-friendly” digitados por el camarista Ricardo Recondo. Y clavó el freno cuando éstos fueron desplazados. Los letrados del Estado actuaron en espejo, aunque es bueno consignar que la carga de instar el trámite es de quien reclama.
* * *
La decisión es curiosa derivación de un expediente abierto por Clarín. Se quejó de denegación de justicia y pidió a la Corte que ampliara la medida cautelar para después del celebérrimo 7 de diciembre. Nada adujo o pidió respecto de la sentencia principal.
El planteo es exótico, inadmisible. El ministro de Justicia Julio Alak lo bautizó como un “per saltum” de facto. Sin ánimo de polemizar sobre metáforas, este cronista precisa que el recurso es un camino más acelerado y menos lícito que el “per saltum”, que sólo es planteable si hay una sentencia de primera instancia. Acá, se trata de una “avocación”: una entrada directa a la Corte sin escalas. El Tribunal, como regla, detesta esa vía, no consagrada por ley alguna. Pero ahora le vino como anillo al dedo para poner en regla al expediente.
En los fundamentos, la Corte rechazó la cautelar, asociándola a la demora en la sentencia como causas de “denegación de justicia”. Decidió en el expediente abierto por Clarín, pero hizo a un lado su pretensión y fue hacia donde quería llegar.
De cualquier modo, llama la atención que la Corte no haya sido más drástica respecto de Clarín por osar una vía indebida. Y que en la parte resolutiva de la decisión no se consigne con todas las letras otro de los aspectos centrales, que es dejar de lado “in limine” (sin abordarlo) el planteo por la cautelar. La omisión les da cuerda a los letrados y cronistas de Clarín para cantar una victoria que no es tal. De todos modos, la Cámara en lo Civil Comercial tiene pendiente un reclamo similar, que sigue en curso. Sería extravagante que admitiera el pedido, tras el rotundo mensaje de la Corte, pero no es imposible.
* * *
La sentencia es breve y unánime. A Lorenzetti le interesa que sean así, en asuntos de gran repercusión, para no mostrar fisuras o divergencias internas. En los escuetos fundamentos hay una expresión que el cronista considera poco feliz, a fuer de poco técnica y hasta tribunera. La Corte dice que Alfonso debe dictar sentencia “de inmediato”. La idea se entiende, claro, pero no es rigurosa desde el punto de vista legal y parece pensada para la celebración en los títulos de la Vulgata mediática. O para la opinión pública, si se quiere ser más transigente.
Es buena praxis, que se encarrile y abrevie el trámite. Todo modo, el juez debe fallar dentro de los plazos legales. El período máximo estipulado por el Código Procesal es de 40 días, que se redujeron de hábiles a corridos (en trazo grueso, de más de dos meses a un mes y diez días). Alfonso puede expedirse antes, más vale, pero no está obligado a hacerlo más allá de la expresión coloquial que usa la Corte. Así dicho, el “de inmediato” les pone en bandeja a los vivarachos actores políticos y corporativos un rebusque para pedir más de lo que manda la ley. De nuevo, la Corte sobreactúa.
Ayer obtuvo buenos resultados: el juez de primera instancia y los camaristas corrieron a notificarse personalmente. La decisión se conoció a mediodía y a eso de la una ya habían firmado. Y la Cámara en lo Contencioso Administrativo, que venía muy remolona, hizo un sorteo para jueces subrogantes en la misma tarde.
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Alfonso no tiene por qué fallar antes del célebre 7D. Podría llegar a estar en condiciones de hacerlo, con una mínima cooperación de las partes, para abreviar trámites pendientes. Si lo hará o no es enigmático a esta hora, la Corte no se lo ordenó ni podía hacerlo. El contexto político pesa pero el magistrado debe combinar la urgencia y el deber de ser riguroso. En un asunto de este porte es verosímil que esté pensando y escribiendo la sentencia desde tiempo atrás, pero fuera de su círculo más cercano nadie lo sabrá. Las presiones, que Alfonso denunció ayer y parecen corresponder más a un asedio mediático que a uno de otro tipo, seguramente lo inducirán a no relajarse ni dejarse estar.
Tendrá que meterle pata pero debe elaborar un fallo sólido. Es inexorable que una de las dos partes lo crucificará y otra lo exaltará. Pero la sentencia recorrerá otras instancias y será mirada con lupa por juristas, políticos, protagonistas y gentes del común: deberá tener una densidad proporcional al conflicto que dirime.
Para este cronista, es claro que el pedido de inconstitucionalidad debe ser rechazado. Como apuntó la Corte Suprema la legislación anti trust existe en todos los países capitalistas. La inconstitucionalidad, una medida extrema, no le cabe como regla general. Para colmo, como susurran varios cortesanos en privado y los abogados del Estado en público, Clarín fundó muy mal ese aspecto de la demanda. Y no agregó prueba interesante al respecto. Se afincó más en el reclamo patrimonial por potenciales daños y perjuicios.
En este sentido, hay un aspecto interesante y poco comentado. El pleito lleva años de vida merced a artilugios de Clarín y de magistrados amigables. La mora benefició objetivamente al Grupo, que conservó todas sus licencias excedentes. Su derecho como concesionario tiene un plazo fijo. Ha transcurrido una buena parte del período de la concesión, que Clarín habrá aprovechado para sustentar su poder y obtener beneficios económicos. El supuesto lucro cesante ante una eventual medida injusta se achica mes a mes. El daño virtual es menor, lo que impactaría en un reclamo por daños y perjuicios. Y hasta podría ser relevante para sopesar la inconstitucionalidad.
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La Corte consigna que un juicio moroso es denegación de justicia, lo que podría ser un precedente interesante. Los Tribunales son muy lentos, vicio del que la Corte no está exenta.
Lorenzetti es un hábil político, por eso tiene liderazgo entre sus pares. Ayer hizo ejercicio de autoridad, lo que le place. Condimentó un fallo que deja bastante de garpe a Clarín con un par de consideraciones que le servirán a su discurso mediático.
La Corte, que siempre calcula cuándo presenta las sentencias, difundió ayer otra que permite que los jueces decreten inconstitucionalidades de oficio. Una novedad enorme, que trasciende los renglones de esta mención. Nada hay de casual en la coincidencia de la presentación conjunta de las dos sentencias. La Corte quiere reafirmar el peso del Poder Judicial. Es factible que en los próximos días haya algún gesto grato a la corporación de magistrados que encontró en Lorenzetti a un Secretario General celoso de sus derechos y hasta de sus prebendas.
Más allá de esas pulseadas, propias del sistema democrático, el expediente más sonado de estos años va derechito hacia su sentencia. El que pierda podrá interponer el per saltum, junto a la apelación. La Corte definirá, en ese momento ahora inminente, si asume la lógica decisión de definir el entuerto cuya gravedad institucional es necio negar.

martes, 27 de noviembre de 2012

LA PROPUESTA DEL TROTSKISMO PARA SOLUCIONAR EL TEMA DE LA DEUDA EXTERNA


El derrumbe de la estrategia ‘nacional y popular’ para la deuda externa

Jorge Altamira (especial para ARGENPRESS.info)

El fallo de un juez norteamericano que ordena el pago integral de la deuda de Argentina a los fondos buitres (que rechazaron el canje de 2005), impone a Argentina una carga adicional que implica una nueva bancarrota para el país. Se trata de una carga adicional de hasta 12 mil millones de dólares. En la reestructuración de deuda de 2005, el gobierno K reconoció la jurisdicción extranjera para la resolución de los conflictos de deuda y admitió hipotecar, como garantía, los bienes del Estado. Ratificó, así, todas las cláusulas establecidas desde la dictadura militar en adelante.

Argentina enfrenta ahora la imposición de una nueva deuda impagable, luego de ocho años de pago de la deuda usuraria con el endeudamiento de la Anses, el Banco Central y otros organismos estatales. Mientras descapitalizaba al país con esta sangría, el gobierno K desconocía los fallos de la Corte argentina que ordenaban el pago de la deuda con los jubilados, como consecuencia de los congelamientos que sufrieran en 1995 y en 2002. La incorporación de la cláusula del acreedor más favorecido, que Néstor Kirchner incluyó en el canje de 2005, permitiría ahora al 95% de los acreedores reclamar el mismo trato que Griesa otorga a los fondos buitres.

Más allá de los desbordes verbales, el gobierno nacional se apresta a llegar a un nuevo arreglo con los usureros internacionales. Es lo que le reclaman todos los sectores del capital local, que se financian con deuda externa, que es en la actualidad de 80 mil millones de dólares (la deuda pública, por su lado, alcanza a 190 mil millones de dólares). El arreglo consiste en depositar la garantía que le exige el fallo, de 1300 millones de dólares, para poder apelar la sentencia y para ganar tiempo para negociar un pago menor a los fondos buitres, o sea con una quita.

Este arreglo, sin embargo, representaría el colapso de la política económica oficial, que consiste en racionar la oferta pública de dólares, para poder pagar los vencimientos de la deuda actual y la importación de combustibles. También golpea la intención de asociar a las petroleras internacionales para sacar a YPF de la bancarrota. Por último, al hundir la cotización de la deuda pública del país, plantea la quiebra del sistema bancario local, atiborrado de bonos y títulos emitidos por el Estado nacional. Coloca, en definitiva, al gobierno ante una crisis política de características excepcionales.

Argentina vuelve a llegar al final del camino en la cuestión de la deuda externa y enfrenta la amenaza de una nueva bancarrota. Es un resultado, fundamentalmente, del pago serial de esa deuda desde 2005, que ha drenado una masa fabulosa de recursos financieros. El pago de la deuda externa ha debilitado a Argentina frente a los usureros y fondos buitres internacionales. El Partido Obrero ha venido anticipando esta situación en forma sistemática, con su campaña por el no pago de la deuda usuraria.

El fallo confiscatorio contra Argentina forma parte de una acción mundial para forzar a las naciones endeudadas a pagar en forma integral las deudas usurarias de sus gobiernos y bancos, a costa de los trabajadores y del remate de las propiedades públicas.

En esta nueva situación planteamos:

1. La suspensión de todo pago de la deuda con los capitales financieros internacionales, para defender las reservas del país y el rechazo a nuevos arreglos por parte del gobierno K.

2. Reivindicar la jurisdicción nacional para los litigios de deuda que contraiga Argentina.

3. Proceder a la inmediata nacionalización del sistema bancario para poner fin a la fuga de capitales y habilitar una reestructuración de la economía nacional, que ponga fin a la dependencia financiera internacional.

4. Convocar a una conferencia internacional para recuperar la soberanía de decisión nacional y repudiar los rescates del capital financiero a costa de la solvencia de las naciones endeudadas y de los intereses más elementales de los trabajadores. 

lunes, 26 de noviembre de 2012

John Kelly, el nuevo halcón del Comando Sur norteamericano


El nombramiento del veterano marine ratifica la actual doctrina militar estadounidense, que busca implicar a los Ejércitos latinoamericanos en el combate de amenazas difusas o de nuevo tipo.
No es un secreto para nadie que los dirigentes norteamericanos tienen siempre segundas intenciones, sus declaraciones son algo así como mensajes subliminales y tenemos que debatirnos constantemente en la lectura entre líneas para saber con qué lanzamiento vienen. El ascenso al mando del general John Kelly no fue la excepción.
El nuevo jefe del Comando Sur que dirigirá las fuerzas que tiene Estados Unidos en América latina y el Caribe (sin incluir a México y Cuba que pertenecen al Comando Central), general John Kelly, “redireccionó” la nueva estrategia del comando al declarar antes de la toma de posesión que “la principal prioridad para las tropas bajo su mano será la lucha contra el narcotráfico”. Anteriormente era la lucha contrainsurgente la dirección principal.
No hay dudas de que esto tiene sus antecedentes y evaluarlos es importante para comprender cómo actuarán en un futuro las fuerzas estadounidenses en Latinoamérica y el Caribe.
Es sintomático que en la toma de posesión hayan estado presentes los dos principales funcionarios del Departamento de Defensa norteamericano: Leon Panetta, secretario de Defensa, y Martin Dempsey, general del ejército y jefe del Estado Mayor Conjunto.
A la ceremonia asistieron además representantes de los mandos militares de países latinoamericanos, lo que en muchos casos refleja la subordinación que las FF.AA. de estos países tienen con los Estados Unidos y en específico con el Comando Sur.
En su discurso, Leon Panetta recordó la gira realizada recientemente por Latinoamérica y destacó la importancia que tiene el subcontinente para los Estados Unidos. Lo que no dijo Panetta fue que en esa gira, él ponderó que “nuestra nueva estrategia se centra en desarrollar asociaciones y alianzas en el mundo y en particular en esta región”. Para ello, según el secretario de Defensa era necesario “no establecer bases permanentes, sino ayudar a desarrollar sus propias capacidades”.
Continuando con el panorama de la Nueva estrategia norteamericana para Latinoamérica y el Caribe, el secretario Panetta expresó que “para ser claros, el uso del ejército para labores de jurisdicción civil no puede ser una solución de largo plazo”, para a continuación proponer “construir bases, por el Comando Sur de Estados Unidos, para situaciones de desastres naturales que claramente pertenecen a la Defensa Civil”.
El mensaje quedo claro, los Estados Unidos construirían bases en toda América latina con el objetivo de que su Comando Sur se encargue de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo y así los pobres gobiernos latinoamericanos no tendrían que gastar en estos menesteres.
O sea, los Ejércitos latinoamericanos no deben realizar labores de “jurisdicción civil”, el Comando Sur, sí.
En sus Indicaciones Estratégicas para la Defensa, titulada “Mantenimiento de la superioridad Global: Prioridad para la Defensa en el Siglo XXI”, el presidente estadounidense, Barack Obama, establece los principios que regirán, en un futuro cercano, las estrategias en el ámbito geopolítico y militar.
En dicho documento se establecen, entre otros, los siguientes lineamientos:
El traslado del peso fundamental de las misiones prioritarias a las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) y en especial al cuerpo de la Infantería de Marina - Seals o Asds (Advanced Seal Delivery System),
El “rebalanceo” necesario que permita inclinar el balance en función de una nueva orientación hacia la región Asia-Pacífico. El tema se trata de la reorientación geoestratégica y la formación de tendencias a largo plazo.
Es sintomático que, en dicho “instrumento de dominación” no se hace referencia a América latina, lo que se explica ahora con los planteamientos de Panetta y Kelly. Latinoamérica es un problema de política interna para los políticos norteamericanos y ellos la manejan de forma independiente a las proyecciones mundiales.
Ahora, el subcontinente debe estar atento de todas maneras a cómo se proyectan las estructuras del Comando Sur, ya que éste es el encargado de ejecutar la política norteamericana en el área. Ejemplo de ello es que la Secretaria de Estado ha hecho menos visitas y tenido menos encuentros con dirigentes de Latinoamérica que el jefe del Comando Sur, quien constantemente está de gira por la región.
Otro ejemplo que muestra los cambios que ejecutan los militares y políticos norteamericanos en América latina es el denominado proceso de conversaciones para la “Paz” entre el gobierno colombiano y la Guerrilla, cuyo enfrentamiento a durado ya más de 40 años.
Algunos pensarán, ¿por qué ahora se trata de eliminar el pretexto que utilizaba Estados Unidos para justificar su presencia militar en Suramérica, cuando los procesos democráticos que incluyen a dirigentes populares y, por ende, no subordinados a Washington, están en franco desarrollo y el peligro de que se forme una coalición antiimperial es cada día mas evidente?
La cuestión radica precisamente en cumplir con los nuevos preceptos estratégicos que la política norteamericana está poniendo en práctica: ahorrar recursos, ser más eficientes y reducir el uso de la fuerza bruta.
El problema reside en que la economía norteamericana está quebrada y no puede continuar gastando más de lo que tiene. Por otro lado, el empleo de nuevas tecnologías, incluidas las de la información, permiten con menos hacer más. Por otro lado, el uso de la violencia, o sea la guerra, además de ser más cara, deja traumas políticos y sociales que después cuesta mucho trabajo eliminar.
Es por ello que se ha trazado un nuevo proyecto para A.L., el cual consiste en:
Utilizar la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo como pretextos para mantener su presencia en la región, agregándole a esto un carácter humanitario, con la ayuda contra desastres naturales, que permita hacerlo más potable.
Establecer una red de bases de nuevo tipo, más económicas y aceptables, que incluirían todas las facilidades necesarias (comunicaciones, pistas de aterrizaje o puertos, facilidades de alojamiento de tropas y medios y, lo más importante, una ubicación privilegiada para sus operaciones en el país o área designada). Estas bases tendrán un mínimo de personal que cumpliría la función de seguridad, pero servirán para en caso de que los intereses de Estados Unidos se vean amenazados poder enviar, empleando los poderosos medios de transporte con que se cuenta en estos momentos, los medios y tropas necesarios para apagar la rebelión.
Enmascarar estas instalaciones con la justificación de bases para casos de desastre o lucha contra el narcotráfico, incluido el soporte jurídico que permita que los soldados norteamericanos gocen de total impunidad en sus acciones en el país correspondiente.
Desarrollar una red de Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) locales que permitan ser empleadas para sofocar cualquier chispa de descontento popular y con ello preservar los regímenes oligárquicos que representan los intereses norteamericanos, que diga, democráticos en Latinoamérica.
Incrustar debidamente a los MMD de Estados Unidos para que proyecten las acciones Psicológico-Informativas que el Comando Sur necesita para ablandar la opinión pública y generar las condiciones que permitan el uso limitado de las fuerzas pararestablecer el orden, si es posible hacerlo sin el empleo de la fuerza, mucho mejor.
Hay muchos indicios del desarrollo de esta política en estos momentos. Las nuevas facilidades de clonación de la tristemente célebre Escuela de las Américas (bajo un eufemístico nombre) que se desarrollan en Honduras, Panamá, Chile y otros países de América latina, para la formación, fundamentalmente, de tropas de destino especial cuya preparación está orientada a la represión, es un ejemplo de ello.
La instalación de múltiples bases de nuevo tipo en países como Uruguay, Paraguay, Colombia, Panamá, Costa Rica, República Dominicana, Honduras y Guatemala, son una muestra de cómo se va llevando a cabo el proyecto.
El Comando Sur deberá, de ahora en adelante, hacer el papel de penetración que, bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, cumplía la DEA norteamericana, ya demasiado desprestigiada por sus constantes fracasos en la lucha contra las drogas y sus abundantes intromisiones en los asuntos internos de los pueblos latinoamericanos.
El general Kelly tiene una tarea delicada, mantener en un puño a una región en franca ebullición que por demás está demostrando, más que nadie en el mundo, que puede independizarse del dominio norteamericano. Para ello deberá emplear toda la astucia y experiencia que adquirió en su campaña por Irak y Afganistán.
Es posible que tenga además que utilizar algunas de las técnicas desarrolladas en estas guerras, como la de tener mano dura con los medios si éstos no cumplen con sus órdenes.
En Irak fue muy divulgada su acción de castigo contra el periodista free-lance Zoriah Miller, quien fue expulsado, barrido, desincrustado por el Cuerpo de Marines en Iraq, que lo acusaba de haber roto las reglas, puso en su blog de internet fotos de marines muertos en el ataque suicida contra una reunión de jefes tribales con mandos militares estadounidenses en Fallujah.
La orden de expulsión la firmó el entonces comandante de los Marines en Iraq, general John Kelly, quien no conforme sólo con esto, prohibió a Miller la entrada a todas y cada una de las instalaciones militares de Estados Unidos en el mundo.
El general tiene una tarea difícil, pues los latinoamericanos y caribeños se han propuesto independizarse definitivamente del yugo norteamericano.
No sabemos qué otros métodos pensará utilizar el nuevo jefe del Comando para lograr sus objetivos, de la misma forma como nos es incomprensible la medida tomada por el general contra el fotógrafo que sólo cumplió con un precepto que ellos, de palabra, defienden vehemente, la sacrosanta, “libertad de expresión”.
Quizá conozcamos algún día que el fotógrafo free-lance Zoriah Miller fue el que le tiró las fotos al ex general el Venado Petraeus, junto a Eva Paula Broadwell, que sirvieron para hervir en aceite caliente al infiel. Entonces y sólo entonces podremos afirmar que: “Habla siempre que debas y calla siempre que puedas”.

SUSANA RINALDI, CANTANTE Y LEGISLADORA PORTEÑA “No me fue difícil acompañar este proyecto”








21.11.2012


21-11-2012 en Revista23

Le dicen Tana. Quizá simplemente porque sus ancestros eran italianos, o tal vez porque lleva como bandera el fervor por lo que dice, piensa y emprende. Con voz potente, con gesticulaciones, poniendo el cuerpo. Como cuando lamenta la pérdida de “más de una generación porque están criadas en la estupidez, con ese tiempo digital del que se habla mucho pero no se sabe bien qué es, para que se queden sentados, no piensen, no tengan referencias”. O como cuando se queja de que para explicar las últimas inundaciones en la ciudad se hable de basura y suciedad: “¿Y dónde están los que deben ocuparse de eso? ¿Por qué me lo tiran a la cara, tratándome de sucia, cuando pago los impuestos de los que se supone sale el dinero para limpiar?”. O cuando reflexiona, con pena, que “nadie se siente obligado a que el otro necesite de uno. Entonces se genera un clima de violencia insoportable. Deseo que pensáramos, comunitariamente, en 20 años adelante, en cuáles serán las oportunidades que tendrán nuestros nietos. Pero no existe esa idea, predomina el ‘no me gustás’”. Y al escucharla, uno entiende por qué le dicen Tana.
A punto de cumplir 77 años, Susana Rinaldi habla de todo con el mismo entusiasmo y la misma euforia con que cambió la realidad del tango, allá por fines de los ’60, con su voz tan particular y un repertorio que daba lugar a nuevos autores. Con voz y un estilo alejado de las cadencias arrabaleras, cantó a José María Contursi, Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi, Cátulo Castillo y nuevos creadores, como Eladia Blázquez, Osvaldo Avena-Héctor Negro o Chico Novarro. En 1966 grabó su primer disco y se instaló como cantante popular. Amenazada de muerte por la Triple A, se refugió en París y durante 25 años alternó su estancia entre Italia y Francia.

Pero ahora no está en un escenario, o sí, pero de otra factura. La conversación con Veintitrés tuvo lugar en el despacho que ocupa en la Legislatura porteña desde diciembre del año pasado. Está recién llegada de la reunión de Embajadores de Buena Voluntad de la Unesco –cargo para el que es reelecta desde hace 20 años–, donde puso en claro que “la defección sobre el sistema educativo ocurre sólo en la ciudad de Buenos Aires, mientras que en el resto del país se instalaron nuevas universidades en los últimos años, de lo cual me siento profundamente orgullosa; que se ha instalado el Ministerio de Ciencia, que no es poco; que gracias a aquella ley de educación federal creada por Néstor Kirchner se construyeron 1.800 escuelas y que las de frontera dejaron de ser inaccesibles porque tienen capacitación de vida y los docentes no se sienten excluidos sino más patriotas que cualquiera de nosotros, ¡y cómo no!, y enseñan con un amor entrañable por la tierra toda”.

–Se tomó casi un año sabático en la canción, ¿la extraña?

–Mucho, y en estos momentos me hace sentir pena, pero lo que decidí no fue contradictorio con mi vida y lo que estimo coherente. Le pude haber dicho que no a Aníbal Ibarra cuando me propuso integrar su frente, pero siempre fui una mujer política, nunca pude dejar de serlo, y me pregunté: ¿y si a lo mejor en esta oportunidad pasa? Tres veces estuve promovida para la Legislatura o el Senado. Siempre siento que tengo algo para hacer por el otro, que puede ser familiar, amigo lejano o desconocido. Y cuando me votaron, dije: “Esto me compromete a algo serio”. Siento que estuvo bien, no quiero confundir a la gente, que diga “ah, pero es la artista”. No quiero hacer lo mismo que algunos colegas y no me gustó. Es demasiado fuerte, gravitante, pasar por la política. El único que lo hizo bien fue Luis Brandoni, porque se metió con todo, como viejo radical que es. No es un juego y no te regalan nada.

–Pero ahora se va a presentar…

–Sí, en Clásica y Moderna, que la siento como mi casa, los sábados de diciembre. Es una forma de despedir el año y es distinto a presentarse en un gran teatro, pero siento que como artista popular he dado y grabado tanto…. aunque no es lo mismo que estar en vivo. Lo que hago es charlar y cantar, la gente no está juzgando. Siempre hay una pauta nueva, diferente, que puedo dar desde el canto, simplemente desde el repertorio, por qué elegí esto y no lo otro. Y la preocupación de que la voz no decaiga, si sintiera que mi voz no es la misma, no se me hubiera ocurrido. Pero dije puede ser. Esta es la necesidad que tengo ahora. Además tengo buena gente al lado, músicos estupendos, es un momento más intimista y no por eso menos emotivo.

–¿Por qué se alejó del socialismo?

–Renuncié al Partido Socialista hace cuatro años, cuando lo que Kirchner implementaba recibía sólo críticas. Nunca pensé que iba a tener enfrente a un ex compañero como Binner, que no sabe reconocer nada de nadie. Tampoco me gusta lo que termina haciendo Margarita Stolbizer, que si bien viene del radicalismo siempre fue la esperanza de una franja socialista para suplir el horror y desagrado de Lilita Carrió. No sólo no ocurrió sino que en algunas ocasiones es peor, porque es menos compulsiva y más inteligente. A quienes estuvimos al lado creyendo caminar por la misma senda, nos hace mucho daño. Soy profundamente reconocida a Néstor, a Cristina, que sigue el modelo, y a mucha gente que lleva adelante pautas que hace muchos años trabajábamos como posibles para engarzarnos en una democracia. Soy de la escuela de Alfredo Bravo, que se equivocó sólo con Carrió pero tuvo la inteligencia de cohabitar con muchos que aparecieron en primera instancia como enemigos pero eran circunstanciales opositores. No me fue difícil acompañar esto, desde el mejor lugar, como lo hace Heller desde Nuevo Encuentro. Somos otra categorización política.

–¿Cómo capitalizó su desvinculación?

–Desligarme me dio la libertad de trabajar para un socialismo que, creo, se está instalando en la Nación. No puedo ser peronista y nunca lo sería, por esos malos peronistas que no supieron reconocer el dolor de tantos, como la Triple A, que salió de ese basuraje peronista, aunque a ellos les disguste. Así como Kirchner pidió perdón desde el Estado al pueblo argentino por las desgracias sufridas a raíz del accionar del Estado, sería de una grandeza impresionante si este gobierno pudiera decir “pedimos perdón por las Tres A”, sabiendo que salió de eso que se llamó movimiento peronista y no tenía nada que ver con ellos. Mientras tanto, lo único que me queda, por ser coherente, es reconocer las pautas fabulosas implementadas hasta ahora. No pasa sólo por la Asignación Universal por Hijo sino por el concepto de equidad, que algunos socialistas manejamos como pudimos y pretendemos siga existiendo, por eso apoyamos este modelo.

–Ingresó a la Legislatura para trabajar en cultura y le endilgaron temas de salud, ¿qué haría hoy a nivel general por el aspecto cultural?

–Se necesita nada más y nada menos que educación. En cada una de las pautas coercitivas y corrosivas del Gobierno de la Ciudad, lo fundamental es la falta de educación. Educar no es enseñar a decir mamá ni que dos más dos es cuatro, es referirse primero a qué somos y a dónde vamos. Culturalmente saber que de identidad no tenemos la menor idea. No nos podemos reconocer. Esa forma de educación que nos lleva incluso a que no podamos respetarnos entre nosotros, la idea y el modo del otro, la forma pausada ante la exaltada, ese tipo de cosas que hacen a una forma de ser, que muchas veces no nos gusta pero no nos atrevemos a modificar desde el estamento fundamental, la educación. Con el respeto que tuvimos hace 50 años por el docente, que era el sabio, el que se preocupaba por cada uno. Todos los que alguna vez quisimos ser maestros, entendemos qué es hacerte cargo del otro y de vos. Pero si habilitás un 0800 para denunciar las faltas del otro, no podés hacerte cargo, conceptualmente es una cosa loca. Si pienso que en los países comunistas o fascistas obligaban a los chicos a denunciar a padres y vecinos que no comulgaban con esos partidos, es terrorífico. Hay que mejorar las posibilidades de comprendernos un poco mejor. Todo viene con educación, si no, son autómatas desentendidos de todo lo que no sea su propio ombligo.


MOYANO-MICHELI Y LA CONSTRUCCIÓN DEL POLO OPOSITOR


LO INTEGRAN SINDICATOS, MEDIOS Y EMPRESARIOS

El grupo apriete



Moyano salió a la calle a calibrar fuerzas con un paro. Micheli le garantizó los piquetes y el Grupo Clarín la difusión. El apoyo de la patronal campera. Las contradicciones que acechan al camionero.

Revista 23 21.11.2012

Confirmado. Hace cinco meses, Veintitrés anticipaba la estrategia del líder de la CGT Azopardo con sus nuevos aliados. Macri, Barrionuevo y Buzzi ya se subieron al camión de Moyano.
No le gustaría no ir mañana a trabajar y no pedirle a nadie excusas, para jugar al juego que mejor juega y que más le gusta? La canción de Serrat le calza como anillo al dedo al Moyano “agresivo y enérgico con ambiciones políticas” que surgió tras las elecciones presidenciales de 2011, cuando no logró colar a sus mejores hombres en las listas del oficialismo y quedó paladeando furia contra esa mujer, Cristina Fernández, que se atrevió a despreciarlo aun cuando le llenó la 9 de Julio de trabajadores en apoyo a la reelección. Con el despecho motorizando sus pasos y con una alta dosis de machismo, que lejos de ser una interpretación es una cuestión de peso según sus laderos, fue tomando distancia de la Casa Rosada a una velocidad inusitada y casi sin medir costos. En ese recorrido no sólo se fracturó la CGT, sino que en los papeles la fracción que lidera perdió la legalidad. Para equilibrar la carga, Moyano fue subiendo al camión a dirigentes cuestionados por amplias franjas de la ciudadanía, como Gerónimo “Momo” Venegas y Luis Barrionuevo. Y en ese devenir contradictorio también fue tejiendo alianzas con gremialistas que siempre estuvieron en las antípodas del modelo sindical que encabeza, como Pablo Micheli, con quien esta semana salió a jugar al juego que mejor juega y que más le gusta: medir fuerzas y calibrar poder a través de un paro.
Más allá de hacer foco en el tenor de los reclamos –la modificación del piso de Ganancias, un aumento a los jubilados y el salario familiar para todos los trabajadores–, después del primer tamiz, lo que quedó en la superficie es que Moyano esta vez no pudo solo. Con la UTA en la vereda de la CGT oficialista, comandada por el líder de la UOM, Antonio Caló, tuvo que pergeñar una estrategia que garantizara que el paro del 20N se sintiera con fuerza, al menos en la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires, bastión del peronismo, principal distrito electoral y lugar del que es oriundo. Cada vez más militante de las fotos, el camionero imaginaba esa misma 9 de Julio que supo llenar mientras fue aliado estratégico del gobierno nacional, esta vez vacía. El logro fue tapa de Clarín que esta vez, aunque el paro impidió la distribución de diarios por la adhesión de canillitas y distribuidores, no denunció un bloqueo a la libertad de expresión, como lo hizo cada vez que una protesta impidió la normal circulación del periódico. La falta de transporte público es siempre el pilar sobre el que se apoya cualquier paro que pretende lograr impacto. Aunque una parte del personal aeronáutico, de ferrocarriles y de la Línea B de subterráneos adhirió, no era suficiente. La estrategia de cerrar pasos clave en horas pico fue esta vez el pilar en el que se asentó la huelga. Y en ese punto, lo cierto es que la CTA le garantizó a Moyano los piquetes que cerraron el paso a los que querían desplazarse hacia sus lugares de trabajo, así como las patronales, desde el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, hasta el Grupo Clarín, le aseguraron el rebote necesario para influir en la decisión de no ir a trabajar de un nutrido grupo de personas.

Micheli sintetizó en pocas palabras la arquitectura del paro. “De lo que se trata es de que quien tenga ganas de ir a trabajar no vaya”, dijo en la víspera de la medida de fuerza al publicitar los más de 150 piquetes con los que logró obstruir los principales accesos a la Capital Federal. Una estrategia que dio sus frutos y que le permitió a Moyano conseguir la foto del paro y calificar como “un éxito” la huelga. Los incidentes en bares y comercios de Avenida de Mayo para obligarlos a bajar las persianas, entre ellos el emblemático Café Tortoni, y los colectivos apedreados por no participar en el paro también contribuyeron a vaciar la ciudad después del mediodía.

Pero más allá de ese “éxito” forzado, en el entorno del camionero, Micheli cae pésimo. Las disputas que protagonizaron en el pasado por la personería de la CTA, ahora silenciadas, y la sensación de que la CGT Azopardo estaba yendo por primera vez detrás de una convocatoria de otra central obrera fueron la trastienda del paro. Es más, ese fue uno de los argumentos de peso que inclinó la balanza a favor de los piquetes y en contra de movilizar a Plaza de Mayo. Ahora, después del 20N la pregunta que sobrevuela a ambos lados de la convocatoria es: ¿quién salió ganando el martes, Micheli o Moyano? Las opiniones están divididas, según dónde se formule la pregunta. Mientras en la CTA opositora la apuesta es seguir ganando visibilidad, en la CGT Azopardo el balance está dividido entre los que creen que “Moyano ganó en construcción política y Micheli ganó protagonismo mediático”, y los que reconocen que “es sólo un matrimonio por conveniencia y punto”. Lo cierto es que la sociedad con Moyano le permitió al líder de la CTA opositora pasar a las primeras planas de los diarios y estar en la pantalla durante los noticieros centrales, mientras al camionero –según el análisis de las fuentes consultadas por esta revista– “el paro le permitió moverse de nuevo en el terreno de la confrontación, que es el que mejor maneja”.

En esa lectura, el escenario de confrontación es hacia adentro, entre la derecha y los “ex jesuitas” (Plaini, Piumato, Schmid, y el propio Facundo Moyano), y hacia afuera, con el gobierno nacional, y con los aliados circunstanciales, con quienes las fricciones “naturalmente” son constantes. Hacia adentro los dialoguistas aparecen como los grandes perdedores después del 20N, porque perdieron todas las esperanzas de tender puentes con la Casa Rosada cuando el martes la Presidenta calificó de “apriete” y de “amenaza” la medida de fuerza. “Los dialoguistas ya saben que perdieron la partida, que no va a pasar nada. La ilusión, si es que todavía la tenían, se diluyó apenas habló la Presidenta. Ganó la derecha más recalcitrante adentro de la CGT”, reconocieron las fuentes. Hacia afuera,  la confrontación le permitió a Moyano y sus aliados, tal como lo sintetizó al cierre de esta edición el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, posicionarse como opositor. Al ser consultado sobre los reclamos de los huelguistas, el titular de la cartera laboral afirmó: “Si bien la demanda del aumento del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias es común al conjunto de las organizaciones sindicales, está claro que algunas optaron por el diálogo y otros por la pura confrontación, para posicionarse en el espacio opositor”. La confrontación interna forma parte de la lógica sindical, tal como la entiende el líder camionero, ya que es el elemento que le permite conducir el camión. “Moyano juega a neutralizar las diferencias, las mismas que le impiden a cada sector avanzar”.

Para explicar las contradicciones que rodean a Moyano, las fuentes se pusieron metafóricas. “Los marcos éticos se discuten en la colina, no en la guerra. Se discuten en los descansos, cuando vas al llano”, ilustraron. En otras palabras, explicaron que el objetivo es “mostrar unidad de acción”, más allá de las diferencias –incluso de fondo– como las que separaron históricamente a la CTA de la CGT en función de un objetivo en común: armar un centro de poder. Moyano, que no quiere volver a fracasar cuando llegue el momento del reparto de poder, imagina que con el conjunto que lo acompaña estará en condiciones de exigir, en lugar de peticionar, lugares dentro del peronismo. “Somos esto y vamos a negociar desde ese lugar dentro del peronismo”, confiaron las fuentes al negar que en el eventual horizonte de alianzas electorales Moyano esté pensando en Mauricio Macri o en Francisco de Narváez. “Los actores de peso el año que viene juegan en la provincia de Buenos Aires, en Tigre y en La Plata”, precisaron las fuentes, en alusión a Sergio Massa y al gobernador Daniel Scioli. Sin embargo, esa “unidad de acción” está en duda, justamente, porque los que la integran no comparten un horizonte ideológico más allá de la coyuntura. Un conjunto en el que de pronto conviven la derecha sindical con el Partido Obrero, la Corriente Clasista y Combativa y la CTA de Micheli es casi tan arriesgado como el que en su momento intentó el radicalismo con el macrismo antes de los comicios de 2011. Tal vez por eso, los referentes de la izquierda optaron por no participar de la conferencia de prensa que se realizó en la sede de la CGT Azopardo después del paro. Por último, una cosa es que Moyano quiera formar parte del rearmado peronista a partir del año que viene y otra muy distinta que lo dejen bajar del camión para subirlo a ese barco. Basta contrastar los niveles de adhesión de los que gozan, según diversas encuestas, Massa y Scioli con la mala imagen que cosecha el camionero para poner en duda esa chance, al menos sin necesidad de medir fuerzas en otros rubros.

El propio Moyano, puesto contra la pared por los periodistas, no pudo argumentar con solidez sobre su cambio de posición frente al modelo kirchnerista y menos aún sobre sus serias contradicciones. Para salir del paso apeló a la chicana al contestarle al cronista de Radio 10 sobre qué diferencias había para que antes apoyara al Gobierno y ahora no: “La misma diferencia que ustedes. Cuando eran de Hadad, ustedes hablaban de otra forma”. Los sindicalistas y las bases presentes en la CGT festejaron la respuesta, que cayó muy mal entre los trabajadores de prensa que sintieron que el camionero estaba estigmatizando. Después, cuando tuvo que contestar sobre la posición que asumirá la CGT el 7D, eligió hacerse el distraído. Micheli, incluso, le arrebató el micrófono y con ironía contestó: “Estaremos atentos a la apertura de sobres para la licitación de la Isla de Marchi”. Otra respuesta de espaldas a la posición que asumió la CGT durante el debate de la Ley de Medios. Una más.

En la Casa Rosada calificaron de “piquetazo” la huelga. Sin embargo, fue el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que como conoce bien al camionero le buscó el flanco débil al compararlo con Augusto Timoteo Vandor, sindicado como traidor dentro del peronismo por haber propuesto un peronismo sin Perón. “En ese terreno el Negro pierde, maneja la confrontación pero no en el terreno de las ideas”, reconoció una fuente que lo conoce bien. “Si los felicita la Sociedad Rural se pasaron de bando. Augusto Timoteo Moyano es un alcahuete de Magnetto”, sentenció el ex jefe de Gabinete. Frente a la devolución que recibió de parte de la Presidenta, que le dijo “a mí no me corre nadie y menos con amenazas”, tal vez Moyano se esté preguntando si ¿no le gustaría, acaso, vencer la tentación sucumbiendo de lleno en sus brazos?
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Opinión

Un debate imponible
Por Adrián Murano / Periodista

El humo de los piquetes, los cruces verbales, las internas gremiales y las operaciones mediáticas invisibilizaron los reclamos que sirvieron como excusa para la convocatoria de los gremios anti K. El uso de la palabra “excusa” no es casual: por su antigüedad y alcance social, ninguno de los planteos formulados por los organizadores explicarían, por sí mismos, el llamado a una huelga general que tuvo, como verdadera motivación, la búsqueda de un posicionamiento político de los dirigentes síndico-patronales de cara a las elecciones de 2013.
Eso no debería evitar, sin embargo, que se corra de la agenda el debate por el impuesto a las ganancias, uno de los reclamos ventilados por la organización. De hecho, fue la propia presidenta Cristina Fernández quien, en la previa, se manifestó a favor de discutir el asunto para el próximo ejercicio fiscal. El dato, prolijamente omitido por la alianza que propició la protesta, revela que hasta el propio oficialismo reconoce que “algo hay que hacer” con ese impuesto tan crucial para el fisco como demonizado por asalariados y cuentapropistas en general. Pero ese debate, claro, no debería partir de prejuicios sino de un diagnóstico honesto que, entre otras cosas, contemple los siguientes datos:

- Los impuestos a los ingresos existen en buena parte del planeta.

- En los países desarrollados, el tributo aporta un promedio del 8,9% del PBI, mientras que en la Argentina representa sólo el 0,9 del producto.

- El país posee el mínimo no imponible –es decir, el piso salarial que gatilla el pago de este tributo– más alto de la región. El piso de 1.789 dólares fijado para un empleado casado en la Argentina supera a los mínimos de Chile (U$S 1.000), Uruguay (U$S 793) y Brasil (U$S 732).

- En la Argentina, el impuesto a la renta del trabajo personal afecta apenas al 10 por ciento de la población económicamente activa.

Los datos corresponden a un trabajo reciente del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, y arrojan certezas ahí donde hasta ahora se discutía en la penumbra del lugar común. Eso no invalida, por cierto, la pregunta conceptual que desde siempre cuestiona la aplicación de este tributo: ¿el salario es lucro? ¿Acaso es justo que un obrero tribute parte de la retribución que percibe por ofrendar su fuerza de trabajo a un patrón? El sentido común invita a responder que no, que es un error del Estado considerar “ganancia” al salario. Y ahí radica, precisamente, parte del problema: el uso de la palabra “ganancia” potencia la oposición a un tributo antipático que en el mundo se encubre con nombres menos irritantes. Por supuesto: el tema de fondo no son los rótulos sino la necesaria formulación de un nuevo esquema impositivo. Pero ayuda, y mucho, que empecemos a llamar a las cosas por su nombre.

Soaje Pinto, de la Triple A a Papel Prensa.



Denuncian a un abogado top de la derecha 
Soaje Pinto, de la Triple A a Papel Prensa
El representante de Clarín que intentó agredir a Guillermo Moreno es señalado como presunto partícipe en la desaparición de un militante universitario. Escraches y amenazas.
La historia siempre se repite. Siempre. La primera vez se manifiesta como tragedia, la segunda como farsa. De la mano de la inconcebible defensa de sus privilegios que hace el Grupo Clarín se han montado algunos dinosaurios ideológicos que sacan a relucir todo su odio dormido desde hace años por la vigencia y consolidación de la vida democrática en la Argentina. Algo de todo esto publicó Veintitrés la semana pasada, en una nota del periodista Tomás Eliaschev titulada “El club de los fachos”. Uno de los protagonistas de ese artículo, José María Soaje Pinto, el abogado de Papel Prensa que intentó agredir a Guillermo Moreno, es ahora sindicado como presunto partícipe en la desaparición y asesinato de un militante universitario en los años ’70, además de ser el sospechoso de haber sido el autor intelectual e instigador de la fotografía en la que se ve al secretario de Comercio en un cajón con un tiro en la frente.
Este reverdecer de los militantes del fascismo en la Argentina (como bien lo revela la nota de Eliaschev) no se acaba en las marchas y las consignas que circulan en las redes sociales. Así como en el pasado, sueñan ahora a caballo del Grupo Clarín con imponer su ideología del terror. Por caso, uno de aquellos protagonistas de la violencia de los ’70, Soaje Pinto, apareció de nuevo en escena, primero como defensor de nazis y neonazis y luego como abogado de Papel Prensa. Fue en ese marco que amenazó y quiso agredir al actual secretario de Comercio.

En el currículum de Soaje Pinto, como se consigna en la anterior edición de esta revista, se anotan hitos tales como defender a Facundo Mazzini Uriburu, descendiente del dictador José Evaristo Uriburu, acusado de insultar a una afrodescendiente al grito de “a los negros hay que matarlos a todos de chiquitos”. Soaje Pinto hizo una encendida defensa, en la que alegó: “Esta mujer ni siquiera es argentina”. La frutilla del postre fue su defensa del criminal de guerra nazi Walter Kustchmann, a quien llamaba cariñosamente “Don Walter”.

Soaje Pinto parte I. “¡Cuando leí quién era el tipo que se quería pelear con Moreno no lo podía creer!”. Quien habla es Miguel Ponce, actual gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), radical de toda la vida y en los ’70 miembro de la Juventud Radical Revolucionaria. Fue presidente del centro de estudiantes de Ingeniería en el año ’74, cuando desapareció y fue asesinado un militante, Daniel Winner. Para él, el apellido Soaje Pinto no era extraño. “Yo fundé la agrupación Franja Morada de la Juventud Radical Revolucionaria en el ’71. El nombre de Daniel Winner era una institución en Ingeniería, pues fue el dirigente estudiantil que más tiempo estuvo preso durante la dictadura que terminó en el ’73. Con Cámpora en el gobierno entró a Ingeniería un decano normalizador, se hicieron elecciones y ganamos nosotros, por sobre una agrupación peronista y por sobre la izquierda. Yo era el presidente del centro y Winner el secretario gremial, él pertenecía a otra agrupación”, relata Ponce a Veintitrés.

Tras la primavera camporista, con Juan Domingo Perón ya en el país, el general y el líder radical, Ricardo Balbín, llegan a un acuerdo en Gaspar Campos respecto de la vida universitaria. Consistía en que en aquellas facultades donde el centro de estudiantes había sido ganado por el peronismo se designaría un decano de esa extracción, y a la inversa en las facultades donde el centro estuviera controlado por el radicalismo. “Me llamó Raúl Alfonsín –agrega Ponce– y me dice que don Ricardo me quería ver. El Chino me recibió y me pidió que elija un decano para nombrar en Ingeniería. Yo no tenía idea, pero propuse a Hilario Fernández Long, que no era radical pero era una institución en la carrera. Balbín se enojó mucho y me dijo que don Hilario sería un excelente ‘rector en una universidad de la democracia pero nunca un decano en una universidad montonera’. Rechazado Fernández Long, propuse luego a Jorge Roulet (luego conocido por ser el marido de Elva Pilar Barreiro de Roulet, vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires en el período 1983-1987)”.

Los años turbulentos que vivía la Argentina no permitían la vigencia de demasiados acuerdos, ni aun los pactados entre los líderes peronista y radical. Así que el decanato de Roulet terminó abruptamente cuando llegó la misión Ivanisevich-Ottalagano, que nombró a otro decano, de apellido Bonetto, e intervino el centro de estudiantes. Tras la muerte de Juan Perón, en julio de 1974, asume en la cartera de Educación Oscar Ivanisevich, el 14 de agosto. Duró un año en el cargo y su objetivo explícito era “eliminar el desorden” en la universidad y producir su depuración ideológica. Relata Ponce que cambiaron al decano y en la intervención del centro de estudiantes salen a escena cuatro personas, de apellido Soaje Pinto, Peralta Tanco, Boccardo y Recio, que de acuerdo con lo relatado por los no docentes al ex decano Roulet, eran integrantes del Comando Mazorca de la Triple A, muy activo por esos años en el asesinato de militantes populares. “El 28 de noviembre de 1974 desapareció Daniel Winner cuando fue a dar uno de los exámenes finales. Fue un error, porque él siguió yendo a la facultad, todos los demás del centro de estudiantes estábamos guardados. Finalmente aparece muerto Winner, a quien en un primer momento confunden con Galimberti, que también había estado desaparecido unos días para entonces. Es famosa la tapa de la 5ª de Crónica con el título catástrofe ‘Apareció el cadáver de Galimberti’. Yo vi la foto e inmediatamente me di cuenta de que el cadáver era de Daniel”, relata Miguel Ponce.
Jorge Roulet le relató luego a Miguel Ponce que un no docente lo llamó a su casa para denunciar que quienes habían secuestrado a Winner eran los cuatro integrantes del Comando Mazorca de la Triple A. El joven militante radical Ponce llevó esta discusión al seno de su partido, y el Comité Nacional del radicalismo decidió hacer una conferencia de prensa para denunciar a los cuatro presuntos asesinos del militante universitario de Ingeniería Daniel Winner. “Todo esto está en los diarios de la época, se puede chequear fácilmente”, agrega Ponce por si a su memoria le faltaran datos.

Soaje Pinto parte II. Juan María Ramos Padilla es un juez de la democracia, célebre por haber intervenido en innumerables causas de derechos humanos. En 1985, por caso, instruyó una causa sobre homicidios, secuestros, torturas y apropiación de menores cuyos acusados eran Jorge Rafael Videla, Santiago Omar Riveros, Ramón Camps, Albano Harguindeguy y otros militares que hoy esperan sentencia definitiva tras la demora que ocasionaron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, además de los indultos dictados durante la presidencia de Carlos Menem. En 1985 también investigó una causa vinculada a la represión, durante la dictadura, de obreros y dirigentes gremiales que pertenecían a los astilleros Astarsa y Mestrina, además de las automotrices Mercedes-Benz y Ford, entre otras empresas. También en 1985 fue el primer juez en encarcelar al genocida Miguel Etchecolatz. Intervino en numerosas causas más que sería engorroso detallar, y desde el año 1989 hasta el 2005 participó en los juicios por la verdad y en querellas contra genocidas. Vale aclarar que ideológicamente el juez Ramos Padilla (por estas horas internado en terapia intensiva por una descompensación cardíaca) está en las antípodas del kirchnerismo. Sin embargo, cuando observó la foto de Guillermo Moreno en el cajón con un tiro en la frente le vinieron a la memoria las amenazas que él también sufrió de parte de José María Soaje Pinto cuando aquel era juez y este, abogado de genocidas. Fue por ese motivo que Ramos Padilla se presentó en la oficina de Guillermo Moreno para relatarle su visión de los hechos.

Moreno contra Soaje Pinto. Tanto el relato y testimonio de Miguel Ponce como la presentación espontánea de Ramos Padilla en la oficina de Guillermo Moreno fueron plasmadas en un escrito que el secretario de Comercio presentó ante la Justicia y al que tuvo acceso Veintitrés. Allí se relata que “días atrás se presentó en la Secretaría de Comercio el doctor Juan María Ramos Padilla, quien me hizo saber (…) diversos episodios similares que lo tuvieran como víctima, cuando se desempeñara como juez federal de Morón en los primeros años de la restauración democrática”.
El secretario de Comercio dice en ese escrito que el juez le relató las amenazas de las que fue objeto “a propósito de las investigaciones judiciales que llevaba adelante respecto de la represión ilegal y del accionar de ciertas bandas de ultraderecha que intervinieron asociadas con sectores de la policía bonaerense ligados a los ex comisarios Camps y Etchecolatz”. Según Moreno, Ramos Padilla le relató que conocía a Soaje Pinto “que se encontraba estrechamente vinculado con aquellas bandas, y que derechamente (sic) le anunciaba que ‘si seguía jodiendo’ iba a terminar con un balazo en la frente (como el que se ilustra en las imágenes de este caso) y que ya habían matado a muchos ‘montos’ y ‘zurdos’”.

Además de la autoincriminación que frecuentemente hace Soaje Pinto y que reiteró el día de la pelea con Moreno en Papel Prensa, del tipo “ya me cargué a varios montos y el próximo vas a ser vos” o “esto lo arreglo a los tiros”, en el escrito el funcionario agrega el testimonio de Miguel Ponce, “en su momento presidente de la Juventud Radical Revolucionaria, sobre la otrora participación de Soaje Pinto en el Comando Mazorca de la Triple A que asesinara a un militante universitario Daniel Winner, y en orden a que esos mismos que integraron aquellos comandos hoy operan como profesionales de los mismos grupos que fueron los beneficiarios del golpe del 76, encabezados por… Magnetto”.

Finalmente, la presentación de secretario de Comercio y del abogado que lo representa, Alejandro Rua, solicita al juez que se ordene el secreto del sumario, se investigue en base al expediente en que se tramitan las acusaciones contra Moreno y se disponga el allanamiento del domicilio de José María Soaje Pinto; además de otros pedidos, como la investigación de llamadas entrantes y salientes de una línea telefónica y una casilla de e-mail durante el período contemporáneo a los hechos que allí se denuncian. Por supuesto, Guillermo Moreno también solicita al juez que se reciba el testimonio de Juan María Ramos Padilla y de Miguel Ponce, cuyos dichos se reflejan en este artículo.

El escrito presentado por el funcionario de Comercio se agrega a la denuncia que presentó en su momento el ministro de Justicia, Julio Alak, ante la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.

Tragedia y farsa. La Argentina atravesó un siglo XX plagado de contrariedades, la mayor parte del tiempo fue gobernada en esos años por dictaduras militares, la más cruel de ellas desde 1976 hasta 1983. Se interrumpió un proceso democrático cada vez que se afectaban intereses poderosos, así pasó con los gobiernos de Hipólito Yrigoyen, Juan Domingo Perón, Arturo Frondizi y Arturo Illia, además del gobierno de María Estela Martínez de Perón, que no gobernó contra las corporaciones pero persiguió a los militantes populares y preparó el terreno para lo que vino después. En ese marco crecieron muchas de las empresas que monopolizaron la economía del país, se aumentó la dependencia y la deuda externa hasta límites inasibles para la comprensión del ciudadano común. Clarín, La Nación y La Razón se adueñaron de Papel Prensa y la Justicia deberá determinar si en ese acto se cometieron delitos de lesa humanidad. Todo aquello forma parte de la tragedia que vivió el país. La farsa es que algunos protagonistas de aquellos tristes años quieran seguir actuando del mismo modo para defender a sangre y fuego los mismos intereses.