Hay que decirlo y señalarlo con claridad: nuestra sociedad alberga en su interior su “huevo de la serpiente” del que cíclicamente surgen políticas, prácticas y acciones que expresan el sentir profundo de los sectores que tradicionalmente llamamos hegemónicos.
▄
Ese núcleo conformado por los grandes monopolios nacionales asociados a los transnacionales, las corporaciones terratenientes, los grand
▄
Ese núcleo conformado por los grandes monopolios nacionales asociados a los transnacionales, las corporaciones terratenientes, los grand
es medios de comunicación y sus empresas, la “city” financiera , las jerarquías del culto católico y aquellos sectores de clases medias altas y altas urbanas no surgió ahora sino que ha constituido el grupo que mayor tiempo ha dominado la agenda política en nuestra historia.
Para este núcleo (representados en los caceroleros de hoy, los que estarán en la calle el 8N) la historia argentina es un relato que debe leerse de la siguiente manera:
La pureza de la Revolución de Mayo fue empañada por los caudillos bárbaros, expresión de los pueblos incultos del interior quienes nos llevaron (de la mano de mestizos, indios y negros) a la “anarquía” que impedía la conformación de nuestra nación.
Esa situación fue felizmente resuelta por la “organización nacional” que inició Mitre con las matanzas en el interior , exterminando a los caudillos que quedaban y destruyendo al Paraguay (junto con el asesinato de 600.000, si ese fue el número de muertos de la guerra al Paraguay!!). Mitre fundó su diario “La Nación” que lo instaló de allí y hasta hoy , no como un carnicero sino como un “estadista”.
Junto con Mitre, este gente (sí, ellos son “la gente”) apoya y celebra las Campañas al “desierto” que hiciera el Gral Roca a la Patagonia y al Chaco , pues de esa manera terminó con “el problema del indio”. Más de 10.000 muertos y 3000 prisioneros (mujeres, niños y hombres que fueron internados en hospicios, entregados a las familias patricias como sirvientes y criados o destinados a estudios “científicos” como si fueran animales). Pero para ellos, Roca es la “nacionalidad” porque liberó la tierra (que les entregó a las 200 familias desde entonces “patricias” , o sea la mayor distribución de latifundios de la historia contemporánea de América Latina).
Son los mismos que añoran la República Oligárquica que fundaron Mitre y Roca, donde la Argentina era el país más rico de América Latina y su pueblo y trabajadores vivían en la pobreza del peonaje en estancias y obradores y la explotación y miseria en fábricas y conventillos: son los que aplaudieron la Ley de residencia de 1902 , por la cuales miles de obreros socialistas , comunistas y anarquistas fueron expulsados del país por el sólo hecho de hacer política siendo extranjeros. Celebraron las matanzas de los 800 obreros de los Talleres Vasena que se rebelaron contra la injusticia y el destrato en 1919 y los 1.500 obreros y peones asesinados en la Patagonia Trágica en 1920/21 por la sola razón de pedir mejores condiciones de trabajo y de vida.
Son los que vemos en las manifestaciones del golpe del Gral fascista Uriburu en 1930, quien derrocara al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, quemando su casa e iniciando la triste saga de golpes militares en nuestro país. Son los que aclamaron el “orden” de los cuarteles y de la “década infame” que persiguió a los radicales yrigoyenistas y reprimió y fusiló a comunistas y anarquistas.
Son los que escribían “viva el cáncer” cuando Evita , la mujer más amada por el pueblo argentino, agonizaba para desesperación de todos los que vivieron junto a ella el primer período de la historia nacional en que mujeres, hombres y niños del pueblo se sentían felices de habitar la tierra “del ganado y las mieses” que nunca antes habían disfrutado. Son los que celebraron el primer (y único) bombardeo de la aviación (de nuestra propia aviación!) sobre territorio argentino continental en junio 1955: claro los más de 300 muertos y 700 heridos eran precisamente ese pueblo peronista que iba a la Plaza de Mayo a decir aquí estamos apoyando a su gobierno democráticamente elegido.
Los vemos en las calles de Buenos Aires recibiendo en 1955 a los “Libertadores” Aramburu y Rojas, que vinieron a “libertarnos” instalando la dictadura que fusiló a los que legítimamente la resistieron, dictadores que desparecieron el cuerpo de Evita, cerraron los sindicatos, proscribieron al mayor partido popular y reprimieron metódicamente cualquier expresión vinculada al peronismo.
Son los que desde los medios de prensa autodenominados “serios” crearon las condiciones para el derrocamiento del presidente Arturo Illia avalando y dando consenso para que un oscuro y patético general como Onganía descargara la represión sobre el movimiento obrero peronista y no peronista , casi todos los partidos políticos, un general anti-comunista e integrista que añoraba construir una Argentina “a lo Franco” , entronizando su propia moral pacata, conservadora y excluyente como la única posible. Dictadura que terminó asesinando a los jóvenes socialistas y peronistas que la resistían en la Base de Trelew en 1972.
Y son los mismos que dieron el apoyo y el consenso civil para derrocar el gobierno constitucional de 1976. “Todo está en orden”, “Reina absoluta normalidad” titulaban los medios de prensa hegemónicos en marzo luego del golpe. La peor Dictadura (de esta lista ya de por sí lúgubre que estamos haciendo) se inició con el apoyo explícito de los mismos que saldrán el 8N a la calle: La sociedad Rural, la “City” porteña, los grandes medios de comunicación (Clarín y La nación) , las grandes empresas nacionales y transnacionales, la jerarquía católica (y quizás la de otros cultos).
Son los que celebraron pues el” Proceso de Reorganización Nacional” (que Videla, Massera y sus secuaces nombraron en “homenaje” a Mitre y a Roca) : 30.000 desaparecidos (la enorme mayoría jóvenes y trabajadores), miles y miles de torturados y presos, miles de exiliados, universidades cerradas, libros quemados, partidos políticos prohibidos, sindicatos ocupados, todo un sistema planificado de terror organizado para “terminar” con la movilización popular y social y reorganizar el país sin la “molestia” de la militancia política y social.
Son los mismos que veían a Alfonsín como “poco confiable” cuando le retrucaba a Reagan en Washington, apoyaba la Ley de Divorcio o iniciaba el Juicio a las Juntas. Son los que aplaudieron el golpe económico que volteó ese gobierno y dio pié a la Segunda Década Infame entre 1989 y el 2001. En esa década brutalmente neoliberal desaparecieron hospitales, escuelas, empresas estatales, recursos energéticos no renovables, participamos en guerras infames , aumentó la indigencia, la pobreza, la desnutrición, el desempleo, la desesperanza, pero para los que saldrán a la calle el 8N fue la década de la libertad y la democracia sostenida en la libre convertibilidad del dólar ….
Volvamos sobre el “huevo de la serpiente” : no hay ningún espíritu republicano, ni igualitario ni libertario en las cacerolas que se anuncian. No hay ninguna vocación colectiva, inclusiva, de equidad o de esperanza en la tan anunciada movilización “espontánea”. Lo saben bien las compañías monopólicas comunicacionales que convocan y le dan entidad al tan enunciado espontaneísmo, lo saben bien los testaferros y operadores de los represores y torturadores que han sido o están siendo juzgados, que ven por fin una oportunidad para salir a la calle a reclamar por sus impresentables líderes , lo saben mejor las grandes corporaciones rurales que siguen luchando para que las retenciones se retiren y la rentabilidad de sus latifundios no se distribuya entre aquellas que “quedan embarazadas para cobrar la asignación” ; lo conocen a la perfección los políticos a sueldo de las grandes empresas y corporaciones y aún aquellos que no pueden generarse una agenda y creen que esta es la suya.
En fin, el 8N no es más que el intento de salir nuevamente del cascarón de esa cara fascista de la argentina retrógrada y clasista que también constituye nuestra sociedad ; salvo que esta vez (como en otras muy pocas veces) no tiene en sus manos ni la iniciativa, ni el poder político para imponer un país excluyente. Si alguien cree que puede manifestarse por algo parecido a un motivo democrático, mejor será que sepa que sus compañeros de cacerola han sido los responsables (por acción u omisión) de todo el dolor, la barbarie y la muerte en la historia nacional.
Si alguien cree que esta marcha es sólo por la Ley de Medios, se está olvidando de la Ley de Identidad de Género, de la reinstalación de las Paritarias, de la vuelta al Movimiento No Alineados, de la Ley del Matrimonio Igualitario, de los juicios y condena a todos los represores de las últimas dos dictaduras, de la Corte Suprema Independiente, del incremento al presupuesto educativo general y universitario, de la Asignación Universal por Hijo, de la reducción de la pobreza y el desempleo…..Si alguien cree que esta marcha es sólo contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner , confunde el árbol con el bosque: es en contra de este gobierno en tanto expresión de todos los cambios que ha generado y acompañado en nuestra sociedad. Para estar en contra del 8N no es necesario ser “del gobierno” .Para estar contra el 8N , basta con ser consciente de que hay una agenda democrática , inclusiva y de derechos humanos que se debe sostener y profundizar.
Esta marcha es , como en toda nuestra historia una marcha por el privilegio y su sostén a como de lugar. Es la marcha del verdadero poder hegemónico que habita aún en nuestro país y que se expresa hoy en lo que llama “la gente”.
Nuestro deber como ciudadanos y como educadores es señalar sin medias tintas la verdadera naturaleza de esta falsa espontaneidad. Nadie puede prohibir que en democracia los que quieran se expresen libremente, pero nadie nos puede impedir que digamos a viva voz que sus motivos y objetivos profundos son los del privilegio, el racismo , la homofobia, el odio a lo popular , la crítica a la juventud como factor de cambio político y social y la intolerancia.
▼
El 8N y el Huevo de la serpiente - Por Carlos Ciappina (*)
AgePeBA – Agencia Periodística de Buenos Aires
Jueves, 8 de Noviembre de 2012.
Para este núcleo (representados en los caceroleros de hoy, los que estarán en la calle el 8N) la historia argentina es un relato que debe leerse de la siguiente manera:
La pureza de la Revolución de Mayo fue empañada por los caudillos bárbaros, expresión de los pueblos incultos del interior quienes nos llevaron (de la mano de mestizos, indios y negros) a la “anarquía” que impedía la conformación de nuestra nación.
Esa situación fue felizmente resuelta por la “organización nacional” que inició Mitre con las matanzas en el interior , exterminando a los caudillos que quedaban y destruyendo al Paraguay (junto con el asesinato de 600.000, si ese fue el número de muertos de la guerra al Paraguay!!). Mitre fundó su diario “La Nación” que lo instaló de allí y hasta hoy , no como un carnicero sino como un “estadista”.
Junto con Mitre, este gente (sí, ellos son “la gente”) apoya y celebra las Campañas al “desierto” que hiciera el Gral Roca a la Patagonia y al Chaco , pues de esa manera terminó con “el problema del indio”. Más de 10.000 muertos y 3000 prisioneros (mujeres, niños y hombres que fueron internados en hospicios, entregados a las familias patricias como sirvientes y criados o destinados a estudios “científicos” como si fueran animales). Pero para ellos, Roca es la “nacionalidad” porque liberó la tierra (que les entregó a las 200 familias desde entonces “patricias” , o sea la mayor distribución de latifundios de la historia contemporánea de América Latina).
Son los mismos que añoran la República Oligárquica que fundaron Mitre y Roca, donde la Argentina era el país más rico de América Latina y su pueblo y trabajadores vivían en la pobreza del peonaje en estancias y obradores y la explotación y miseria en fábricas y conventillos: son los que aplaudieron la Ley de residencia de 1902 , por la cuales miles de obreros socialistas , comunistas y anarquistas fueron expulsados del país por el sólo hecho de hacer política siendo extranjeros. Celebraron las matanzas de los 800 obreros de los Talleres Vasena que se rebelaron contra la injusticia y el destrato en 1919 y los 1.500 obreros y peones asesinados en la Patagonia Trágica en 1920/21 por la sola razón de pedir mejores condiciones de trabajo y de vida.
Son los que vemos en las manifestaciones del golpe del Gral fascista Uriburu en 1930, quien derrocara al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, quemando su casa e iniciando la triste saga de golpes militares en nuestro país. Son los que aclamaron el “orden” de los cuarteles y de la “década infame” que persiguió a los radicales yrigoyenistas y reprimió y fusiló a comunistas y anarquistas.
Son los que escribían “viva el cáncer” cuando Evita , la mujer más amada por el pueblo argentino, agonizaba para desesperación de todos los que vivieron junto a ella el primer período de la historia nacional en que mujeres, hombres y niños del pueblo se sentían felices de habitar la tierra “del ganado y las mieses” que nunca antes habían disfrutado. Son los que celebraron el primer (y único) bombardeo de la aviación (de nuestra propia aviación!) sobre territorio argentino continental en junio 1955: claro los más de 300 muertos y 700 heridos eran precisamente ese pueblo peronista que iba a la Plaza de Mayo a decir aquí estamos apoyando a su gobierno democráticamente elegido.
Los vemos en las calles de Buenos Aires recibiendo en 1955 a los “Libertadores” Aramburu y Rojas, que vinieron a “libertarnos” instalando la dictadura que fusiló a los que legítimamente la resistieron, dictadores que desparecieron el cuerpo de Evita, cerraron los sindicatos, proscribieron al mayor partido popular y reprimieron metódicamente cualquier expresión vinculada al peronismo.
Son los que desde los medios de prensa autodenominados “serios” crearon las condiciones para el derrocamiento del presidente Arturo Illia avalando y dando consenso para que un oscuro y patético general como Onganía descargara la represión sobre el movimiento obrero peronista y no peronista , casi todos los partidos políticos, un general anti-comunista e integrista que añoraba construir una Argentina “a lo Franco” , entronizando su propia moral pacata, conservadora y excluyente como la única posible. Dictadura que terminó asesinando a los jóvenes socialistas y peronistas que la resistían en la Base de Trelew en 1972.
Y son los mismos que dieron el apoyo y el consenso civil para derrocar el gobierno constitucional de 1976. “Todo está en orden”, “Reina absoluta normalidad” titulaban los medios de prensa hegemónicos en marzo luego del golpe. La peor Dictadura (de esta lista ya de por sí lúgubre que estamos haciendo) se inició con el apoyo explícito de los mismos que saldrán el 8N a la calle: La sociedad Rural, la “City” porteña, los grandes medios de comunicación (Clarín y La nación) , las grandes empresas nacionales y transnacionales, la jerarquía católica (y quizás la de otros cultos).
Son los que celebraron pues el” Proceso de Reorganización Nacional” (que Videla, Massera y sus secuaces nombraron en “homenaje” a Mitre y a Roca) : 30.000 desaparecidos (la enorme mayoría jóvenes y trabajadores), miles y miles de torturados y presos, miles de exiliados, universidades cerradas, libros quemados, partidos políticos prohibidos, sindicatos ocupados, todo un sistema planificado de terror organizado para “terminar” con la movilización popular y social y reorganizar el país sin la “molestia” de la militancia política y social.
Son los mismos que veían a Alfonsín como “poco confiable” cuando le retrucaba a Reagan en Washington, apoyaba la Ley de Divorcio o iniciaba el Juicio a las Juntas. Son los que aplaudieron el golpe económico que volteó ese gobierno y dio pié a la Segunda Década Infame entre 1989 y el 2001. En esa década brutalmente neoliberal desaparecieron hospitales, escuelas, empresas estatales, recursos energéticos no renovables, participamos en guerras infames , aumentó la indigencia, la pobreza, la desnutrición, el desempleo, la desesperanza, pero para los que saldrán a la calle el 8N fue la década de la libertad y la democracia sostenida en la libre convertibilidad del dólar ….
Volvamos sobre el “huevo de la serpiente” : no hay ningún espíritu republicano, ni igualitario ni libertario en las cacerolas que se anuncian. No hay ninguna vocación colectiva, inclusiva, de equidad o de esperanza en la tan anunciada movilización “espontánea”. Lo saben bien las compañías monopólicas comunicacionales que convocan y le dan entidad al tan enunciado espontaneísmo, lo saben bien los testaferros y operadores de los represores y torturadores que han sido o están siendo juzgados, que ven por fin una oportunidad para salir a la calle a reclamar por sus impresentables líderes , lo saben mejor las grandes corporaciones rurales que siguen luchando para que las retenciones se retiren y la rentabilidad de sus latifundios no se distribuya entre aquellas que “quedan embarazadas para cobrar la asignación” ; lo conocen a la perfección los políticos a sueldo de las grandes empresas y corporaciones y aún aquellos que no pueden generarse una agenda y creen que esta es la suya.
En fin, el 8N no es más que el intento de salir nuevamente del cascarón de esa cara fascista de la argentina retrógrada y clasista que también constituye nuestra sociedad ; salvo que esta vez (como en otras muy pocas veces) no tiene en sus manos ni la iniciativa, ni el poder político para imponer un país excluyente. Si alguien cree que puede manifestarse por algo parecido a un motivo democrático, mejor será que sepa que sus compañeros de cacerola han sido los responsables (por acción u omisión) de todo el dolor, la barbarie y la muerte en la historia nacional.
Si alguien cree que esta marcha es sólo por la Ley de Medios, se está olvidando de la Ley de Identidad de Género, de la reinstalación de las Paritarias, de la vuelta al Movimiento No Alineados, de la Ley del Matrimonio Igualitario, de los juicios y condena a todos los represores de las últimas dos dictaduras, de la Corte Suprema Independiente, del incremento al presupuesto educativo general y universitario, de la Asignación Universal por Hijo, de la reducción de la pobreza y el desempleo…..Si alguien cree que esta marcha es sólo contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner , confunde el árbol con el bosque: es en contra de este gobierno en tanto expresión de todos los cambios que ha generado y acompañado en nuestra sociedad. Para estar en contra del 8N no es necesario ser “del gobierno” .Para estar contra el 8N , basta con ser consciente de que hay una agenda democrática , inclusiva y de derechos humanos que se debe sostener y profundizar.
Esta marcha es , como en toda nuestra historia una marcha por el privilegio y su sostén a como de lugar. Es la marcha del verdadero poder hegemónico que habita aún en nuestro país y que se expresa hoy en lo que llama “la gente”.
Nuestro deber como ciudadanos y como educadores es señalar sin medias tintas la verdadera naturaleza de esta falsa espontaneidad. Nadie puede prohibir que en democracia los que quieran se expresen libremente, pero nadie nos puede impedir que digamos a viva voz que sus motivos y objetivos profundos son los del privilegio, el racismo , la homofobia, el odio a lo popular , la crítica a la juventud como factor de cambio político y social y la intolerancia.
▼
El 8N y el Huevo de la serpiente - Por Carlos Ciappina (*)
AgePeBA – Agencia Periodística de Buenos Aires
Jueves, 8 de Noviembre de 2012.
---
• Casas Compañeras de Tres de Febrero en el Proyecto Nacional.
• Agrupación Militancia Peronista "Carlos Mugica".
• CCNP – Corriente por una Comunicación Nacional, Popular y Democrática.
(*) El autor es Secretario Académico de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
• Casas Compañeras de Tres de Febrero en el Proyecto Nacional.
• Agrupación Militancia Peronista "Carlos Mugica".
• CCNP – Corriente por una Comunicación Nacional, Popular y Democrática.
(*) El autor es Secretario Académico de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario