miércoles, 14 de noviembre de 2012

LA CONSTRUCCIÓN PARAMILITAR DE LA CIA


El legado  de Petraeus: Los paramilitares de la CIA?
14 de noviembre 2012  

http://www.thenation.com/article/171247/petraeus-legacy-paramilitary-cia


Si bien gran parte de la atención de los medios se ha centrado en  l'affaire Petraeus, la relación del Director de la CIA con su biógrafa, Paula Broadwell, el escándalo abre una ventana oculta y más consecuente: Las relaciones conflictivas entre la CIA y el Comando de Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas (JSOC su sigla en inglés). En una guerra de soterrada detrás de las escenas que se han prolongado desde 9/11, los dos órganos de gobierno han luchado por el control de las guerras de expansión global emprendidas por los Estados Unidos-una guerra territorial que el JSOC ha ganado en gran medida. Petraeus, un jugador clave en esta lucha por el poder, deja tras de sí una agencia que se ha desviado de la función de Inteligencia para actividades de tipo paramilitar. Aunque su legado será definido en gran parte por el escándalo que acabó con su carrera, para muchos en los círculos militares y de inteligencia, la trayectoria de Petraeus, desde comandante de las fuerzas militares estadounidenses en Irak y Afganistán hasta el mando de la CIA, es un símbolo de esta lucha interna.
"Yo no diría que la CIA ha sido tomada por los militares, diría que la CIA se militarizado", dijo Philip Giraldi, un oficial retirado de la CIA, a The Nation . "Una parte considerable del presupuesto de la CIA ya no es espionaje. Está apoyando a los paramilitares que trabajan en estrecha colaboración con el JSOC para matar a los terroristas, y para ejecutar el programa de aviones no tripulados" La CIA, agregó, "es ahora una máquina de matar."
Como jefe de la CIA desde 2009, Petraeus emitió órdenes que ampliaron considerablemente la capacidad de las fuerzas de Estados Unidos para operar en una variedad de países, como Yemen, donde las fuerzas estadounidenses comenzaron a realizar ataques con misiles de ese mismo año. Durante el breve paso de Petraeus por la CIA, las misiones de drones realizadas por la agencia, a veces junto con el JSOC, se intensificaron dramáticamente en Yemen, y en su primer mes en el cargo, supervisó una serie de ataques que mataron a tres ciudadanos estadounidenses, incluyendo al joven de 16 años Awlaki Abdulrahman. En algunos casos, como en la incursión que mató a Osama bin Laden en Pakistán, los comandos élite del JSOC operaron bajo los auspicios de la CIA, para que la misión pudiera mantenerse en secreto.
Un enlace actual del Departamento de Estado que también ha trabajado extensivamente con el JSOC describe a la CIA como "un mini-Comando de Operaciones Especiales que pretende ser una agencia de inteligencia." Tras todas las alabanzas ganadas por su estrategia contrainsurgente y la invasión a Iraq, el verdadero legado de Petraeus es, haber construido un instrumento político que facilite a las personas dentro del aparato de seguridad nacional continuar con las “mini guerras” secretas. Refiriéndose a la "mística que rodea el JSOC" y al almirante William McRaven, comandante del Comando de Operaciones Especiales, nuestra fuente dice, "Petraeus estaba tratando de poner en práctica ese tipo de clima de comando en la CIA."
"Petraeus quería ser McRaven, y ahora que se ha cerrado la posibilidad", dijo. "Estamos ingresando firmemente en la era de McRaven. No hay otra figura titular con la confianza del presidente que sea capaz de articular estrategias y defenderse en lugares donde todo el mundo tiene la misma cantidad o más de peso intelectual. McRaven es todo lo que Petraeus no lo es. "
El coronel retirado del Ejercito W. Patrick Lang, un ex alto funcionario de inteligencia de defensa, dice que la arrogancia de Petraeus "suavemente oculta bajo la apariencia del sabio guerrero"-le hizo muy impopular entre los oficiales de alto rango de las fuerzas armadas. Descarta la representación que los medios hacen de Petraeus como un "super soldado" y gran líder militar tildándolo como "falso mierda," Lang lo describe como el producto de un sistema de ascensos militares que anima a los generales a pensar en sí mismos como "divinamente seleccionado." "De hecho, él no escribió el manual de COIN (manual de contrainsurgencia de la CIA), el incremento de las operaciones encubiertas no fue lo más importante para mejorar la situación en Irak .... Lo enviaron a Afganistán para aplicar la doctrina COIN de la misma manera gloriosa que hizo en Irak, y no ha funcionó. Por lo tanto, si usted mira debajo de la superficie de todas estas cosas, es sólo un montón de humo. Hay grandes generales, pero este chico NO es uno de ellos. "Al llegar a la CIA, dice Lang, Petraeus" quería ser un jugador importante y llevar a la Agencia en dirección de la acción encubierta".
En cuanto al futuro de Petraeus, el enlace del Departamento de Estado dijo: "él y su círculo inmediato de los asesores van a obtener muchos beneficios, ya que se les dará un lugar en alguna academia o como nexo del complejo militar-industrial ".
Giraldi, ex alto funcionario de la CIA, expresó su preocupación que estas circunstancias traigan "consecuencias a largo plazo" pues con la militarización la "CIA se va a olvidar cómo espiar.": "La burocracia en el mundo es el mejor en la protección de sí misma. Así que una vez que la CIA se convierta en una organización Paramilitar, va a presionar para seguir adelante en esa dirección. Porque vas a tener gente en los niveles superiores de la organización que han surgido de esa manera y son de protección de lo que ellos consideran su territorio ", me dijo. "Ese es el gran peligro". 



LA RENUNCIA DEL DIRECTOR DE LA CIA

Sexo, mentiras y mails


14.11.2012


El general David Petraeus debió dejar la jefatura de la CIA por un escándalo sexual. La especulación política y la campaña presidencial de Obama. Los problemas que se vienen.
Barack Obama puede estrenar su segundo mandato con su propio caso Monica Lewinsky. A diferencia de su correligionario Bill Clinton, el actual presidente demócrata no tuvo sexo con nadie por fuera de su matrimonio. Pero sí podría ser acusado de haber mentido al pueblo de Estados Unidos, y de haberlo hecho en vísperas de elecciones presidenciales, sobre los affaires del director de la CIA, poniendo en riesgo la seguridad nacional. 

Héroes del silencio. Con sospechosa puntualidad, el general David Petraeus, héroe militar de las guerras de Irak y de Afganistán, presentó su renuncia a la dirección de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) dos días después de las elecciones presidenciales del 6 de noviembre, y reconoció haber sido infiel a su esposa con su biógrafa, Paula Broadwell. Obama se dio públicamente por enterado, y aceptó la dimisión el 9 de noviembre. El FBI había entrado en la computadora de Broadwell en mayo, y descubierto la love story a causa de que una rival de Broadwell había sido amenazada por esta. En la PC de la amante había documentos secretos de la CIA sobre el ataque libio al consulado de Bengasi donde había muerto el embajador norteamericano. Y el Wall Street Journal reveló el lunes que el ministro de Justicia, el también afroamericano Eric Holder, conocía la historia desde fines del verano boreal, pero lo había silenciado –se ignora si también a Obama–. Preventivamente, Jill Kelley, la mujer en discordia, que tampoco es la esposa de Petraeus, contrató los servicios del abogado Abbe Lowell, el mismo que asesoró a Clinton durante el caso Lewinsky. La propia esposa de Petraeus, a diferencia de la ex primera dama y hoy secretaria de Estado Hillary Clinton, no perdonó: Holly Petraeus dijo a los medios que está “furiosa”.

El mal ejemplo. Después de que el jefe de la CIA Petraeus dimitiera por la relación extramatrimonial con su biógrafa, el general John Allen, comandante de las tropas de la coalición en Afganistán, quedó en la mira de investigadores y diarios sensacionalistas: había redactado e-mails “inapropiados” a una mujer casada en Florida. Que no es otra que la misma Jill Nelly. Aun la OTAN se ve afectada: Allen iba a convertirse en su comandante supremo en Europa.
Chuck Todd, corresponsal de la cadena televisiva NBC en la Casa Blanca, dijo que era una “telenovela increíble”. El martes se hablaba de entre 20.000 y 30.000 mensajes con “contenido potencialmente inadecuado” que Allen le habría enviado a Jill Kelley, la amiga de la familia Petraeus que destapó el “affaire” del ex jefe de la CIA.

Espiar al superespía. Petraeus era el espía más poderoso de Estados Unidos, pero sus propios secretos fueron espiados por el FBI, una agencia históricamente rival de la CIA. Básicamente, la CIA fue fundada después de la Segunda Guerra Mundial, mientras que el Federal Bureau of Investigation (FBI) había nacido a principios del siglo XX. Como el FBI espía en el interior del territorio norteamericano, y espía a ciudadanos norteamericanos, debe observar un respeto de la Constitución y las leyes del que se siente eximida la CIA, que espía al resto del mundo. La impunidad de la CIA había sido siempre objeto de envidias de un FBI que muchas veces se siente constreñido por un respeto a la ciudadanía que en ocasiones le resulta gravoso. Hasta que él mismo fue víctima de sus secretos, destapados por los agentes del FBI.

La femme fatale. A diferencia de Monica Lewinsky, una tímida pasante en la Casa Blanca con sobrepeso, la amante de Petraeus tiene atractivos y peculiaridades que la prensa no dejó de iluminar con la luz más chillona. Paula Broadwell, que en enero publicó su biografía All in All: The Biography of David Petraeus, es una mujer de 40 años de gran belleza, reina del baile en la escuela secundaria, triatleta, licenciada en la academia militar de elite de West Point y después en la Universidad de Harvard, y madre de dos hijos. Trabajó, incluso, como modelo para las fotos publicitarias de un fabricante de pistolas automáticas. Esta mujer hizo que el general de cuatro estrellas que llevaba 37 años casado no pudiera resistirse a sus encantos.

Cuatro años difíciles. Los diarios norteamericanos anticipan que Obama tendrá muchas más canas en estos cuatro años de presidencia. En la Casa Blanca se dice que está decepcionado, según esos mismos medios comunican. Con Petraeus perdió un aliado mayor en su guerra contra el terrorismo: el condecorado ex general había convertido a la CIA en un arma ofensiva, que dirigió cada vez más operaciones internacionales con aviones no tripulados. También Petraeus había especializado a la Agencia en la defensa de ciberataques. A esto se suma que Obama sufrirá pronto, de hacerse realidad todas las previsiones, una pérdida masiva de experimentados líderes de su política de defensa y exterior. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, quiere retirarse pronto, igual que el de Defensa, Leon Panetta. Y ahora Obama tendrá que buscar también a un nuevo jefe de los servicios secretos que suministre a las dos autoridades informaciones decisivas. 

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